¿Qué hace un farmacéutico que trabaja en un centro de salud? En España, sólo la Comunidad Autónoma de Galicia tiene a un farmacéutico trabajando en cada centro de Atención Primaria (AP), motivo por el cual supone la única referencia dentro de las fronteras nacionales. Su papel es gestionar y apoyar las decisiones de los demás profesionales sanitarios, médicos o enfermeros, así como orientar a los pacientes en todo lo relacionado con su medicación. Tienen su papel. Así, esa es la lucha de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap), la integración efectiva de los farmacéuticos en centros de salud, como defienden desde la creación de la sociedad científica en 1995, hace ya 21 años.
Unas 400 personas han acudido al 21 Congreso de Sefap que, en esta ocasión, ha escogido la ciudad de Granada como sede del encuentro celebrado del 26 al 28 de octubre. El lema ‘El FAP 21 ante un nuevo reto profesional’ es revelador del gran desafío que abordan: la nueva especialidad. Hay que recordar que la especialidad de Farmacia Hospitalaria y Atención Primaria será una única realidad de forma inminente. Sobre el Congreso, Esther Espínola, presidenta del Comité Organizador se ha mostrado muy satisfecha de la respuesta de este año. Además, ha manifestado un orgullo especial por el documental que han elaborado y que recoge las experiencias de los farmacéuticos de Atención Primaria desde sus inicios hasta hoy.
Los farmacéuticos de AP en Reino Unido prescriben medicamentos y recomiendan aprovechar las habilidades de los farmacéuticos en centros de salud.
Además de las numerosas ponencias, comunicaciones, y las píldoras formativas, el congreso de Sefap ha realizado un ejercicio de autoevaluación de la profesión ante la creación de la nueva especialidad. Un análisis DAFO ha determinado las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que afronta la FAP ante este reto. Pues bien, tutorizados por Joan Carles March, director de la Escuela Andaluza de Salud Pública, los asistentes escogieron como principal amenaza, “la fagotización de la farmacia hospitalaria” y como debilidad “la variabilidad de la práctica profesional entre comunidades”. Por otro lado, la oportunidad mejor valorada fue el “trabajo en equipos multidisciplinares”, tan propio del farmacéutico de AP. Y, finalmente, como fortaleza, se seleccionó “la cercanía y accesibilidad con los profesionales de AP y el equipo directivo”.
Reino Unido como objetivo
Ravi Sharma, farmacéutico de Atención Primaria (General Practice) en Reino Unido impartió la conferencia de clausura. Sharma explica cuál es su tarea profesional, “mi papel está muy orientado al paciente y está centrado en la actividad clínica. Doy apoyo a mis colegas de AP. Pero lo más importante es que colaboramos con los profesionales sanitarios aprovechando la mezcla de conocimientos”. La colaboración lleva así a “ser capaces de conseguir una mejor calidad en la atención a los pacientes y de forma más segura” añade.
Para Sharma, “es muy importante educar a cada uno de los profesionales para que comprendan lo que el FAP puede hacer”. En su trabajo diario en centros de salud no siente la animadversión de otros profesionales, ni tampoco usurpan su rol, “entienden el conocimiento que ofreces y son muy positivos porque saben que mejoras la calidad de la atención y apoyas a la gente en el uso de medicinas a largo plazo”, explica. Como recuerda Sharma, los farmacéuticos en Reino Unido prescriben medicamentos y su recomendación es que aquí “se exploren nuevas formas de trabajar, a partir del aprovechamiento de las habilidades de los farmacéuticos, junto a médicos y enfermeras”.
Lo que está claro es que no son lo mismo, no realizan las mismas tareas que otros profesionales que trabajan en Atención Primaria, “la diferencia es en el conocimiento que tenemos, somos expertos en cómo funcionan los medicamentos; podemos asegurarnos de que los pacientes hacen el mejor uso de las medicinas”, aclara. Así, la cuestión es que “que los farmacéuticos ofrezcan los conocimientos únicos que tienen”, insta.
