Sandra Pulido Madrid | viernes, 18 de octubre de 2019 h |

La aplicación de sistemas de trombectomía fármaco-mecánica ofrecen una nueva oportunidad en los pacientes con trombosis venosa profunda (TVP). Sin embargo, hay que seleccionar a los grupos de pacientes que pueden beneficiarse de estas nuevas herramientas.

“Estas técnicas, como son la propia trobectomía y la fibrinolisis, son conocidas desde hace muchos años pero ahora podemos aplicarlas de una manera más segura y con un riesgo mucho más controlado para el paciente”, afirma a GM Luis de Benito, jefe de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Fundación Alcorcón.

Estos dos métodos, en desuso desde hace un años debido a las complicaciones, han resurgido gracias a los nuevos tratamientos que han demostrado que son beneficiosos en un grupo de pacientes.

“El beneficio fundamentalmente se nota a largo plazo y está enfocado en prevenir lo que llamamos el síndrome posflebítico (postrombótico) más que en resolver la trombosis venosa” explica el especialista.

De Benito puntualiza que en su servicio utilizan el sistema AngioJet. “Nosotros utilizamos este sistema que combina las dos técnicas, la fibrilolisis y la trombectomía. La experiencia y los resultados que tenemos son excelente”, continúa el cardiólogo, aunque puntualiza que seleccionan a los pacientes que tratan. “No podemos tratar a todos los pacientes porque en determinadas ocasiones el riesgo de tratamiento, por muy bajo que sea, es mayor que el de la enfermedad. Yo creo que el quid de la cuestión es seleccionar muy cuidadosamente los pacientes”, remarca.

Factores como la edad y la patología asociada son determinantes a la hora de elegir el tratamiento a seguir. Edades muy avanzadas, pacientes con evolución de trombosis superior a cuatro semanas, enfermedades sistémicas muy avanzadas, pacientes que han sido operados recientemente, así como pacientes con propensión al sangrado, son criterios de exclusión. “Las complicaciones son más frecuentes y más severas, por lo que en estas personas el beneficio es claramente inferior debido a que el riesgo es mayor”, resalta De Benito.

Cifras desconocidas

La incidencia de la trombosis venosa profunda presenta unas cifras desconocidas debido a que puede pasar muchos años inadvertida.

El diagnóstico pasa inadvertido y se hace meses o años después como un hallazgo. Realmente los números son desconocidos y esto afecta directamente a un tratamiento que no tiene nada que ver si es una situación aguda o si es una situación crónica”, expone el experto.

La evolución de esta patología puede dejar importantes secuelas en los pacientes. “Los mayores avances actuales están en el manejo del cuadro agudo de una trombosis venosa porque el paciente puede acabar sin ningún síntoma visible”, subraya el especialista. Sin embargo, remarca que un porcentaje altísimo cursa con secuelas “las cuales pueden tener consecuencias importantes para la calidad de vida del paciente, años después de esa trombosis venosa”, concluye.