Aunque respetan que las patronales propongan rebajar salarios, insisten en que el trabajador no debería soportar los efectos de las medidas

La nueva mesa negociadora, en la que participará Fenofar, deberá dilucidar primero en qué situación queda ahora el XXIII Convenio

| 2010-09-17T17:07:00+02:00 h |

Durante la reunión que el 20 de septiembre tendrá de protagonista a los sindicatos de oficina de farmacia (UGT, CC.OO. UTF y Fetrafa) y a las patronales de este sector (FEFE y Fenofar), no se pondrá encima de la mesa únicamente la adhesión o no de UGT y Fenofar al XXIII Convenio Colectivo Marco para Oficinas de Farmacia y la primera toma de contacto para que se ponga en marcha un nuevo texto de cara al periodo comprendido entre 2011 y 2014, sino que la convocatoria sindical a la huelga general del próximo 29 de septiembre también flotará en el ambiente.

En un principio, este asunto no forma parte del orden del día de esta mesa negociadora del convenio colectivo salida de la sentencia emitida a tal respecto por el Tribunal Supremo el pasado mes de julio, pero fuentes consultadas por EG señalan que los sindicatos llevarán este asunto a la reunión para conocer la posición de los representantes de las patronales de oficinas de farmacia que allí se darán cita.

En este sentido, tanto desde FEFE como desde Fenofar no se ha establecido ningún tipo de posición común respecto a sumarse o no al paro general convocado por los sindicatos para ese 29 de septiembre. Es más, fuentes de las patronales precisaron a EG que en ningún momento tenían la intención de abordar el asunto de la huelga general porque “en un principio, en las oficinas de farmacia no se va a llevar a cabo ningún tipo de cierre global”.

alberto cornejo

Madrid

Los representantes de las patronales de oficinas de farmacia —FEFE y Fenofar— y de los sindicatos —UGT, Unión de Trabajadores de Farmacia (UTF), Fetrafa y CC.OO.— que deben negociar las condiciones laborales para los trabajadores de estos establecimientos sanitarios de cara al trienio 2011-2014 han comenzado a poner sus cartas sobre la mesa. Así, sin que todavía se descarte la posibilidad de que se dé validez a nivel estatal al XXIII Convenio Colectivo, ya que sus firmantes pedirán a la patronal Fenofar (cuya representatividad fue reconocida recientemente por el Tribunal Supremo) y al sindicato UGT que así lo reconozcan en la reunión de la nueva mesa negociadora del 20 de septiembre, las posiciones de cada integrante de esta mesa parecen estar claras.

En este sentido, los mensajes lanzados por las patronales sobre que la actual negativa situación económica de las farmacias nacionales debería ser tenida en cuenta a la hora de negociar el contenido del próximo convenio, con sugerencias concretas desde FEFE que abogan “rebajar las tablas salariales o ampliar jornadas”, no parecen haber encontrado respuesta positiva en el seno de los sindicatos con derecho a participar en las negociaciones. Todo lo contrario, ya que desde estos organismos se considera que el futuro texto “debe asemejarse en sus términos económicos” al que a día de hoy aplican el 90 por ciento de farmacias.

De esta forma, desde UTF, su presidente, Luis de Luis, indica que “son propuestas típicas de toda patronal, que respetamos pero que no podemos compartir, ya que los trabajadores no pueden ser los que sufran las consecuencias de los pulsos con Sanidad”, en alusión a las recientes medidas de recorte aplicadas contra estos establecimientos. La opinión instalada en UTF es compartida por otros representantes sindicales, que también acudirán a las futuras negociaciones con el contenido del XXIII Convenio Colectivo como punto de partida.

“Nos gustaría que hubiese los mínimos cambios posibles respecto al que firmamos”, manifiesta Luis Álvarez, delegado de la Federación Estatal de Sanidad de CC.OO., que representará a este sindicato en la cita del 20 de septiembre. Otro de los factores que justificarían la necesidad de asemejar las condiciones económicas del próximo texto con las fijadas en el actual XXIII Convenio Colectivo, según su compañero de UTF, no es otro sino que “al haberse anulado su eficacia a nivel general han sido muchos los trabajadores que no se han beneficiado en los últimos tres años de las tablas salariales de ese texto”.

Aunque toda negociación de un convenio se basa, tal y como señala De Luis, en un tira y afloja, “ya que nosotros tenemos el deber de defender a los trabajadores y ellos a los titulares”, la que se avecina para el que será el XXIV Convenio Colectivo puede ser especialmente dura por la firmeza de los posicionamientos. Así lo pone de manifiesto la postura de FEFE que tiene claro que hay un nuevo escenario económico.

“Si se desea mantener los puestos de trabajo no queda otra opción que emprender una negociación económica a la baja, porque ha cambiado mucho el panorama económico de las farmacias. Hay que ser realistas”, indica el presidente de FEFE, Fernando Redondo, que recuerda que “hay propietarios que han visto reducidos un 20 por ciento sus ingresos en los últimos meses”. Por su parte, desde UTF sí reconocen que “quizá no sea el momento de introducir mejoras económicas, pero ello no significa que haya que recortar las tablas salariales”, precisa su presidente.

De esta forma, parece claro que habrá mucho debate en torno a los salarios, pero todavía no se ha definido cuál será la línea de salida. Así, mientras que desde FEFE se apuesta por apurar el inicio de las negociaciones hasta finales de año, “para tener una imagen más real de los efectos de los últimos decretos en la rentabilidad de las farmacias”, para los sindicatos estas conversaciones deberían empezar lo más pronto posible. “Cuanto antes se trabaje en el nuevo texto, mejor”, sugiere De Luis. Igualmente, su compañero de CC.OO. fija noviembre como el mes “en el que ya deberíamos haber empezado a negociar el texto para los próximos años”.

XXIII Convenio Colectivo

Sin embargo, antes de pensar en el futuro, patronales y sindicatos deben proceder a cerrar un capítulo todavía abierto: la situación del XXIII Convenio Colectivo que data de 2007. Tras confirmar el Tribunal Supremo el derecho a haber participado en la negociación de Fenofar, ausencia que provocó la pérdida de su carácter general para convertirse en “extraestatutario”, el 20 de septiembre está patronal entrará por primera vez a formar parte de la mesa negociadora, como así obliga la sentencia.

De este modo, el primer punto del día será el reconocimiento de Fenofar por el resto de miembros de la mesa como interlocutor válido. Un punto que parece solventado, ya que ninguna de las partes pondrá ninguna objeción a los datos que en su día presentó esta patronal para avalar su representatividad. En este sentido, la presidenta de Fenofar, Pilar Navajas, afirma que “ojalá, tras varios años de enrocamiento, por fin se pueda hacer borrón y cuenta nueva”.

Una vez cumplido este trámite, se procederá al asunto más espinoso de la cita: ¿en qué situación queda ahora el convenio firmado sin la participación de Fenofar? Su inminente vencimiento en diciembre, unido al hecho de que el 90 por ciento de las farmacias lo aplican en la actualidad, según cálculos de FEFE, propiciará que sus firmantes soliciten a Fenofar y UGT (que sí estuvo en la mesa pero que no lo firmó) que reconozcan su validez a nivel general. A este respecto, De Luis espera “que lo hagan para que sea establecido de forma amplia hasta su vencimiento a todos los trabajadores de farmacia nacionales”. Por su parte, Redondo afirma que “no sería conveniente que Fenofar ponga en cuestión un convenio al que le quedan tres meses de vigencia”.

Por el momento, Fenofar no ha querido dar a conocer cuál será su posicionamiento, “ya que ahora sólo nos preocupa cerrar primero el debate sobre nuestra representatividad”, dice Navajas. No obstante, fuentes internas han señalado a EG que no se descarta negociar un nuevo texto, aunque sea con carácter retroactivo, ya que “si atendemos a lo que dice la sentencia, el XXIII Convenio no existe”.

¿Y que opinan los trabajadores de todo esto? “Queremos que esta nueva mesa negociadora reconozca la validez estatal del XXIII Convenio hasta diciembre y ya a partir de enero negociar un nuevo texto”, expone al respecto Gerardo Mosquera, presidente de la Coordinadora Gallega de Técnicos y Auxiliares de Farmacia. Y es que, para él, esta solución diplomática sería “la mejor forma de hacer justicia a los trabajadores que en los últimos años no han cobrado en base a este texto”.