Bartolomé Beltrán
Jefe de servicios médicos A3Media
| viernes, 12 de septiembre de 2014 h |

Mucho ha dado que hablar el estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), y la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria (Faecap), con la colaboración de la compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim. ¿A que me refiero? Me refiero al que trata sobre los pacientes crónicos. Esa consecuencia del envejecimiento de la población que propicia padecer trastornos orgánicos disfuncionales que obliga a modificar la manera de vivir y que persiste en el tiempo, algo más de seis meses de media, dando lugar a una disminución de la calidad de vida y de las funciones orgánicas.

A este respecto, creo que es conveniente destacar que a diferencia de las enfermedades agudas, habitualmente con una única causa y que evolucionan a la curación, las enfermedades crónicas tienen varias causas. Así, los estilos de vida juegan un papel importante en su génesis y evolución, no suelen ser transmisibles y frecuentemente son invalidantes. Cuando un paciente va a la consulta necesita del médico de Atención Primaria eficiencia, efectividad y satisfacción. Está claro que todo eso no se puede conseguir en menos de diez minutos y por eso el peso de la Sanidad que precisan a partir de los 65 años más de ocho millones de españoles genera dificultades asistenciales.

En este sentido, pienso que hemos de considerar también un fenómeno nuevo, la pluripatología, que plantea una situación de fragilidad clínica, limitación funcional y frecuentemente discapacidad y/o dependencia. Se nos presenta un escenario de incremento de la población, de mayor edad, con peculiaridades en la forma de enfermar y terapéuticas, con elevado consumo de medicamentos, que a su vez incrementa el riesgo de interacciones medicamentosas y de reacciones adversas.

Hay que resaltar que las enfermedades crónicas son causa importante del aumento del coste sanitario, estimándose que en los países occidentales son responsables del 75 por ciento del gasto sanitario y de más del 80 por ciento del gasto farmacéutico. Concretamente, en Atención Primaria representan tres cuartas partes de la consulta diaria.

Sobre este particular, no me voy a cansar de repetir que, además, la farmacia comunitaria ofrece servicios asistenciales de atención personalizada, sin listas de espera, sin cita previa, todos los días del año. Así que, y aquí viene una cuestión que es muy importante: a ver quién se pone de una vez a coordinar la Atención Primaria, la Farmacéutica y la Domiciliaria al servicio de la Sanidad en vez de estar todo el día recortando sobre el medicamento.

Llevamos casi treinta años intentando conseguir una organización socio-sanitaria que responda a las múltiples necesidades de las personas mayores. Millones de hipertensos, diabéticos, asmáticos, insuficientes cardíacos y post-infartados propician por su cronicidad un aumento del coste sanitario y una necesidad de atenderles en la consulta diaria en Atención Primaria. En cuanto a la atención domiciliaria, uno de los pilares de la estrategia de abordaje de la cronicidad, sólo un 4,2 por ciento de los pacientes la reciben de forma habitual y un 9,4 por ciento ocasionalmente.

Por todo esto, pienso que los enfermos crónicos no deben estar en el hospital y la única salida a esta crisis a la que estamos anclados es que se homologue una vez por todas la coordinación entre Atención Primaria y Hospitalaria de la misma manera en todas las comunidades autónomas. Seguro.

Hay que homologar la coordinacion entre Atención Primaria y Hospitalaria

Entra en la página de Bartolomé Beltrán en ElGlobal.net