| viernes, 10 de julio de 2015 h |

La patronal de la industria farmacéutica innovadora estadounidense (PhRMA) ha expresado su preocupación por la política “draconiana” de España en relación a la innovación en el sector farmacéutico. Su opinión, incluida en el Informe Especial 301 que la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos emite cada año identificando barreras al comercio por las leyes de propiedad intelectual de otros países, podría ser determinante para abrir un nuevo frente en el Tratado Transatlántico de Comercio (TTIP), cuya décima ronda de negociación se celebra en Bruselas del 13 al 17 de julio con la propiedad intelectual en la agenda.

La postura europea pasar por una propuesta de mínimos. La Comisión apuesta por incluir un número limitado de asuntos específicos relativos a la propiedad intelectual, en base a unos puntos que establecen principios generales, áreas de interés común y acuerdos en materias “significativas”. No hay mención a los medicamentos en el documento europeo. Estados Unidos, por su parte, aún no ha identificado formalmente las áreas que considera prioritarias, aunque la web habilitada sobre el TTIP remite a la Oficina de Comercio, que sí hace referencia a la “implementación de la política de comercio en apoyo de las innovaciones estadounidenses, incluidas las del sector farmacéutico y de tecnologías sanitarias”.

En el apartado concerniente a estos dos sectores, el Informe Especial 301 señala que Estados Unidos ha trabajado en el último año para reducir las barreras de acceso al mercado, incluyendo aquellas discriminatorias contra las compañías norteamericanas o que no son “adecuadamente transparentes”. En este sentido, señala que los retrasos “irrazonables” en materia de aprobaciones y las políticas reembolso no transparentes pueden impedir la capacidad de una compañía de ejercer sus derechos de propiedad intelectual, y como consecuencia desalentar el desarrollo y la comercialización de nuevos fármacos.

Los criterios, la razón de ser y la ejecución de tales medidas son a menudo “opacas o no divulgadas en su totalidad a los pacientes o a las compañías” farmacéuticas y de dispositivos médicos, dice la Oficina de Comercio, que anima a sus socios a proporcionar los mecanismos adecuados en materia de transparencia para permitir una mayor participación en el sistema. En el mismo saco que España están Finlandia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, Rumanía, Turquía y Taiwán.

España: medidas “draconianas”

“Desde la crisis financiera de 2009, el Gobierno español ha impuesto reformas y medidas de contención de costes draconianas a la industria farmacéutica”. Así comienza la aportación que la PhRMA remitió para la elaboración del Informe Especial 301. Si bien la patronal no ha sido capaz de estimar con exactitud los daños atribuidos a las barreras comerciales relativas a la propiedad intelectual de todas estas medidas, sí que concluye que han contribuido a generar un marco “impredecible, opaco y que no recompensa adecuadamente la innovación farmacéutica”.

La PhRMA no solo pide al Gobierno español que colabore con la industria para acabar con esta situación, sino que anima a los Estados Unidos a incluir a España en una “lista vigilada” por la administración de Barack Obama.