J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 21 de septiembre de 2012 h |

El gasto farmacéutico confirma su caída libre a medida que se dan a conocer los datos del sector. El último informe de la Asociación Europea de la Industria del Autocuidado (Aesgp) sobre las ventas de productos OTC revela que España se sitúa por tercer año consecutivo a la cola de sus vecinos europeos. Concretamente, se sitúa en el antepenúltimo lugar con un 8,86 por ciento del gasto total, un 6,2 por ciento por debajo de la media de la Europa de los 27 y un 10,07 por ciento si se establece la comparación con todos los países europeos.

El dato se agrava con las inevitables comparaciones con la realidad europea. España solo supera en gasto relativo a Portugal y Austria, ambos países con un 8,6 por ciento del gasto farmacéutico destinado a OTC. Sin embargo, en países como Grecia, cuya coyuntura económica se visualiza más deteriorada, el gasto alcanza el 9,59 por ciento, si bien es cierto que el volumen de desfinanciación en el país heleno en 2011 era mayor que en España. Asimismo, Irlanda e Italia, con un endeudamiento privado similar, también superan a España en gasto en productos para el autocuidado.

Sin embargo, las pocas luces que arrojan los datos aportan nuevas sombras. La evolución porcentual del gasto en los últimos tres años deja un sabor agridulce. Eso sí, el informe refleja que se ha producido un ascenso del 0,22 por ciento en el gasto en productos para el autocuidado desde 2009, el gasto absoluto ha descendido en 47 millones de euros. La explicación de esta paradoja la arroja el gasto farmacéutico total, que ha descendido en 1.038 millones de euros desde 2009 y otorga ese espejismo numérico.

Al pormenorizar las entrañas del estudio presentado por la Aesgp, se pueden evaluar el gasto de España por los distintos grupos terapéuticos. En relación con la gripe y el resfriado, el país ha gastado 388 millones de euros en 2011, cinco más que en 2010 pero tres menos que en 2009. Asimismo, la tendencia negativa se repite en los analgésicos, partida para la cual España destinó el curso pasado 206 millones de euros por los 228 en 2010 y los 243 en 2009. En términos comparativos, España destina el 22,5 por ciento del total de gasto en productos para el autocuidado para medicamentos de gripe y resfriado, un 4,7 por ciento más que la media europea, y un 11,9 por ciento en analgésicos, un 0,5 menos que la media de los 27.

En cuanto a fármacos digestivos, España ha destinado 214 millones de euros, 17 menos que en 2010. Sin embargo, en este grupo terapéutico sigue estando por encima de la Unión Europea, con un 12,4 por ciento de gasto frente al 10,8. Por su parte, en los datos de gasto en medicamentos para la piel se observa un incremento, tanto en términos absolutos como relativos. España destinó ocho millones de euros más en 2011, lo que se traduce en un 8,02 por ciento del gasto total de OTC, superando a la media Europea en un 0,22 por ciento. Asimismo, en productos vitamínicos y minerales, a pesar de haber reducido el gasto respecto a 2010 en cinco millones de euros, España supera la media europea en casi tres puntos porcentuales, del 10,6 al 7,78 por ciento.

¿Esperanza de futuro?

El resumen económico de la Aesgp ha arrojado un presente y un pasado reciente poco alentador. Las pérdidas económicas y el poco peso respecto al gasto farmacéutico total dejan al sector del autocuidado algo más herido. Sin embargo, las medidas de ahorro emprendidas por España, que están buscando desengrosar la factura pública, pueden revertir la tendencia.

Al poner el enfoque en la reciente desfinanciación de medicamentos y la necesidad de esos fármacos en la vida cotidiana de la ciudadanía, el valor del gasto farmacéutico para el autocuidado de la salud podrá incrementarse en el ejercicio actual. Para ello, se erigen como imprescindibles la adopción de medidas logísticas de apoyo como la receta electrónica, que evitaría el deslizamiento en la prescripción.