El sector español de oficinas de farmacia ha encendido la luz de alarma ante las medidas de liberalización aprobadas por el Consejo de Ministros italiano que, además de a otros servicios, afectarán a las boticas del país vecino. Los farmacéuticos españoles, al ver crecer las ‘barbas’ de sus colegas italianos, exigen al gobierno de Mariano Rajoy y, en concreto, a la ministra de Sanidad, Ana Mato, coherencia en su posicionamiento, hasta ahora favorable a un modelo farmacéutico regulado.
“Si ahora cambian, nos sentiríamos muy engañados porque implicaría un cambio muy profundo en lo que han venido defendiendo hasta ahora”, aseguró el presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Fernando Redondo, quien recuerda que tanto PSOE como PP han defendido un modelo regulado y con la propiedad ligada al farmacéutico. Precisamente, para la patronal estatal, “lo más importante es que la propiedad y la titularidad radiquen en un farmacéutico como garantía para el paciente”.
Del mismo modo, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón, Jesús Bellver, espera que el Ejecutivo mantenga el actual modelo mediterráneo de farmacia porque, a su juicio, “es fácil constatar que los sectores de los países que lo tienen regulado tienen mejor servicio farmacéutico que los que están liberalizados”. En este sentido, alegó que “en unos prima la profesión y en otros la libertad de ejercer”.
Argumentos similares planteó el presidente ejecutivo de la asesoría de gestión dinámica de la farmacia Asefarma, Carlos García-Mauriño, quien manifestó su “fuerte apoyo” al modelo actual de farmacia, un sistema que la propia Mato defendió ante la Comisión Europea durante su etapa como eurodiputada. “Esperamos que mantenga y continúe la misma accesibilidad a los medicamentos con que hemos contado hasta ahora”, afirmó el presidente de esta asesoría.
Y es que, las medidas impulsadas por el gobierno del tecnócrata Mario Monti han abierto el debate sobre si es factible esta liberalización en España. Desde FEFE recuerdan que el Tribunal de Luxemburgo ratificó que “cada gobierno puede decidir en función de sus circunstancias y características”. En concreto, el Gobierno de Italia justifica en pro del crecimiento este paquete de reformas estructurales, que incluye la liberalización del sector farmacéutico, además del de los taxis, gasolineras y otros servicios. Todo ello para tratar de acabar con lo que el decreto italiano señala como los dos principales obstáculos que han frenado el potencial de crecimiento de Italia: “la insuficiente competitividad de los mercados y las inadecuadas infraestructuras”.
Más boticas y horario libre
Así, bajo el título de “Potenciación del servicio de distribución farmacéutica, acceso a la titularidad de las farmacias y disciplina del suministros de los medicamentos genéricos”, la normativa italiana plantea la bajada del ratio para abrir una farmacia a 3.000 habitantes, lo que supondrá la apertura de unos 5.000 nuevos establecimientos. En el caso de España, ese ratio es aún inferior y, a finales de 2010, se situaba en 2.201 habitantes por farmacia, según datos del Consejo General de Farmacéuticos.
Ante estas cifras, la presidenta de la patronal madrileña Adefarma, Alexia Lario, apostó por un “ratio razonable” en el que servicio sanitario llegue a toda la población pero sin que ello implique comprometer la viabilidad económica de las farmacias. A este respecto, destacó que en el caso español ha sido incluso necesario plantear ayudas a ciertas boticas, como por ejemplo las compensaciones recogidas en el RDL 9/2011.
Por su parte, la presidenta de la Federación Nacional Unitaria de Titulares de Farmacia (Federfarma), Annarosa Racca, advirtió que “excesivas aperturas desestabilizan el sistema”. Por ello, sus detractores esperan que el Parlamento italiano tumbe algunas de estas medidas, como ya hiciera en el primer intento liberalizador de Monti, o introduzca, al menos, modificaciones en este conjunto de reformas que consideran “incoherente y contrario al desarrollo regulado del servicio farmacéutico”.
Mientras esto ocurre, la asamblea general de Federfarma ha convocado una huelga para el próximo 1 de febrero, al considerar que estas reformas “provocarán el deterioro de la calidad del servicio ofrecido hasta el colapso del sistema”.
Por otra parte, el decreto italiano también plantea la liberalización de los horarios de las boticas, un paso que ya se ha planteado para las farmacias de Madrid. Según Lario, lo importante de los cambios horarios es su correcta organización “para garantizar los servicios de 24 horas y las guardias”. Este razonamiento será el que los representantes de los empresarios madrileños trasladen a la Consejería de Sanidad de Madrid en la reunión que tienen convocada esta semana para abordar este y otros asuntos.