El boticario reivindicó su rol en nutrición y alimentación

i.g.

Córdoba

“El farmacéutico es el profesional de la salud más cercano a la población y referente de sus consultas sobre consejos nutricionales y hábitos alimentarios correctos”. Así lo señaló a EG el vocal nacional de Alimentación, Aquilino García, que afirmó que en la oficina de farmacia se aportan, entre otros valores, más de veinte millones de consultas anuales de la población en alimentación y nutrición. Con estos datos en la mano, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba celebró el pasado 6 y 7 de mayo las I Jornadas Farmacéuticas de Alimentación bajo el título “Antioxidantes y polifenoles en la dieta saludable”.

La necesidad de ofrecer al farmacéutico una formación continuada en estos temas es algo que defendió la vocal de Alimentación de los boticarios cordobeses, Ana Sierra, ante la multitud de consejos que la población demanda a estos profesionales de la salud a los que “no tienen que pedir cita ni consulta”. Además de por su accesibilidad, Sierra reivindicó el papel del farmacéutico como “personal sanitario que está cualificado” para afrontar esta tarea.

“La alimentación es un complemento dentro de la propia oficina de farmacia y en la actividad profesional del farmacéutico en su día a día”, destacó al respecto el presidente del colegio cordobés, Práxedes Cruz. En esta línea, el vocal nacional de Alimentación sostuvo que “el farmacéutico, por formación y por vocación, es un técnico en alimentación y los colegios oficiales de farmacéuticos organizan estos eventos para seguir formando a sus colegiados”.

Frenar el deterioro

Este tipo de jornadas adquieren una especial relevancia, según sus organizadores, debido a que en la actualidad existe una mayor expectativa de vida, lo que conlleva a su vez un mayor deterioro. En este sentido, Sierra defendió que “la alimentación y nutrición equilibrada son un factor clave en la prevención y tratamiento de muchas patologías”. Por ello, en este encuentro se profundizó en la materia a través de conferencias sobre los compuestos polifenólicos, la relación del aceite de oliva y el riesgo cardiovascular o el consumo de vino con moderación.

También se analizaron las propiedades de los ácidos grasos omega-3 o la biomodulación de la dieta mediterránea. Respecto a este último punto, se defendió que, “aunque queda mucho por avanzar, la dieta mediterránea, por su riqueza en biocomponentes, podría ser un modelo alimentario ideal para retrasar la aparición de enfermedades y proporcionar un envejecimiento de calidad”. En cuanto a los efectos saludables de los ácidos grasos omega-3 se expuso que éstos van más allá de la prevención del colesterol.