ENRIQUE CAMPILLO Madrid | viernes, 19 de enero de 2018 h |

El farmacéutico no podía faltar a una cita tan importante como la que albergó Madrid, del 15 al 19 de enero, con el I Congreso Virtual de Vacunas. Por ello y con el objetivo de representar la actividad profesional que tiene el farmacéutico comunitario en relación con las vacunas, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) estableció un stand y quiso estar presente a través de una charla organizada por María del Carmen Magro, farmacéutica comunitaria y coordinadora del grupo de trabajo de Inmunología de Sefac quien aseguraba a EG que “el farmacéutico debe estar en este tipo de congresos porque, en cuanto a las vacunas, jugamos un papel fundamental tanto en su conservación como en el papel de informadores a la población”.

No obstante Magro entonaba el ‘mea culpa’ y reconocía que “dispensamos tantos medicamentos que la vacuna forma una parte muy pequeña dentro de todo el arsenal de fármacos, por lo que debemos ser más activos y formarnos más en el tema”. En este sentido consideraba que se debe fomentar la parte activa del farmacéutico ya que debe informar, recomendar y colaborar en aumentar la cobertura vacunal, sobre todo, en la campaña de la gripe, la vacuna del Papiloma Humano (VPH) o la del viajero. Todo ello, por una razón, y es que los pacientes van más a las farmacias que al centro de salud y eso posiciona a los boticarios como actores principales a la hora de aconsejar.

En cuanto a administrar vacunas en la farmacia aseguraba que eso “es generalizar un concepto. Yo no estoy a favor de una vacunación infantil en la farmacia ni de la vacunación al adulto con factores de riesgo. El farmacéutico podría vacunar a población sana, dentro de ella a la adulta y dentro de estas características, en campañas como la gripe”, y todo ello argumentaba, conllevaría unos protocolos, una formación y una certificación del profesional para poder hacerlo.

Magro defendía su discurso apoyándose en la experiencia de otros países como Francia. Allí, recordaba, “ha resultado un éxito el estudio piloto en 3.000 farmacias donde se ha aumentado mucho la cobertura vacunal de la gripe”.

Sin embargo opinaba que aún no hay suficiente coordinación y motivación entre los sanitarios españoles para llevar a cabo la vacunación en farmacias.

En relación a la farmacovigilancia, Magro apuntaba que hay que tener una actitud mucho más proactiva en el registro de efectos adversos porque aunque las vacunas sean seguras, el farmacéutico debe estar alerta.