Para el Partido Popular Europeo, abordar los desabastecimientos de medicamentos a nivel de la UE es crucial. De hecho, la formación aplaude los pasos que se están dando desde la Comisión para solucionar este desafío a través de la Alianza de Medicamentos Esenciales y normas para abordar la escasez. Sin embargo, en una entrevista con EG, la eurodiputada Dolors Montserrat, portavoz del PPE, ha puesto sobre la mesa también otras prioridades y cuestiones pendientes en materia sanitaria que serán cruciales en la próxima legislatura, como la legislación farmacéutica o los problemas de salud mental.
Pregunta. ¿Qué avances se han producido en la UE durante la actual legislatura?
R. Me atrevo a decir que esta ha sido la legislatura de los grandes avances europeos. Hemos aprobado el Plan Europeo contra el Cáncer, hemos liderado la respuesta a la COVID-29 y hemos puesto en marcha los primeros pilares para construir la Unión Europea de la Salud. Impulsar la UE de la Salud ha sido una realidad de esta legislatura y en la siguiente trabajaremos por ampliarla, mejorarla y fortalecerla. Está claro que sin salud no hay nada y los europeos tienen el compromiso del Partido Popular que, desde Europa, trabajaremos para defenderla.
P. ¿Qué cuestiones habrá que retomar tras las elecciones?
R. Hay muchas cosas pendientes. La salud mental será una prioridad europea para el PP en la próxima legislatura, porque no hay salud sin salud mental. También las llamadas enfermedades raras deben ser atendidas e investigadas y esto lo hemos defendido en los informes europeos y ahora pedimos a los países que hagan su trabajo. Pero quizás lo primero es la legislación farmacéutica.
P. ¿Cómo avanza la revisión de la legislación farmacéutica?
R. Ahora estamos en plena negociación. Se va a votar la legislación farmacéutica en la Comisión en marzo y en el Pleno en abril. Este paquete quedará aprobado por parte del Parlamento y luego tiene que ir a trílogos. Por tanto, en esta legislatura, no llegará. Entiendo que será en el segundo semestre de este año (primer semestre de la nueva legislatura) cuando se negocien los trílogos y pueda salir la legislación. Pero, como mínimo, el Parlamento dejará ya marcado su posicionamiento y el texto para ir a trílogos.
P. ¿Qué busca el PPE con esta nueva norma?
R. Lo que buscamos en esta legislación farmacéutica es encontrar un equilibrio entre la innovación, la accesibilidad y la sostenibilidad del sistema. Tenemos que, primero, reforzar el marco actual de la propiedad intelectual y los incentivos para la protección de datos de los medicamentos innovadores. Segundo, tenemos que garantizar que la definición de necesidad médica no cubierta se centre en el paciente e incluya también las enfermedades crónicas debilitantes y los medicamentos que mejoran significativamente la calidad de vida. El tercero es optimizar el marco regulador acortando plazos de decisión y garantizando el máximo uso de las vías rápidas para que los medicamentos innovadores estén rápidamente a disposición de los pacientes. En cuarto lugar, establecer una lista de medicamentos críticos y con posibles desabastecimientos. También es importante para nosotros apoyar la armonización y la aplicación de la disposición de la UE que permite a los fabricantes de medicamentos genéricos y biosimilares prepararse para entrar en el mercado el primer día tras la expiración de la producción de medicamento innovador. Es fundamental para aumentar el acceso y, además, desempeña un papel esencial en la sostenibilidad económica de los sistemas nacionales de salud. Además, hay que continuar fomentando la investigación y el desarrollo de antibióticos. Y el séptimo punto es facilitar y promover la asociación público-privada en la investigación y desarrollo de los productos médicos para las terapias avanzadas.
“Con la legislación farmacéutica buscamos encontrar un equilibrio entre la innovación, la accesibilidad y la sostenibilidad del sistema”
P. ¿Cómo valora las medidas de la Comisión para paliar los desabastecimientos?
R. Las últimas propuestas de la Comisión sobre prevenir la escasez de medicamentos son debido a las recomendaciones que el propio Parlamento Europeo publicó en los diferentes informes, especialmente en el de las lecciones aprendidas de la pandemia, porque ahí expusimos el grave problema de desabastecimiento de medicamentos que tenemos en toda la UE. De ahí la respuesta de la Comisión, que aplaudimos, de crear la Alianza de Medicamentos Esenciales, que ha empezado a funcionar a principios de 2024 y que añadirá un pilar de política industrial a nuestra UE. Solucionar el desabastecimiento tiene que ir ligado también con la política industrial de la UE, por eso tenemos que animar a la industria a invertir en Europa y que la industria que ya tenemos vaya invirtiendo en la investigación en la innovación de nuevos medicamentos, por ejemplo, en los antibióticos. Tenemos que coordinar las prácticas de adquisición pública a escala de la UE; estudiar la manera de diversificar las cadenas de suministro mundiales mediante asociaciones estratégicas que es, en definitiva, reforzar la autonomía estratégica; estimular la capacidad de Europa para para producir e innovar en la fabricación de medicamentos de manera coordinada; y ayudar a movilizar fondos y armonizar la financiación nacional y de la UE. Todo esto puede allanar el camino para una posible futura ley de medicamentos esenciales.
P. ¿Qué planes se prevén a corto plazo en este sentido?
R. En el primer trimestre de 2024 se va a desarrollar el planteamiento estratégico común sobre el almacenamiento de medicamentos para prevenir y paliar los desabastecimientos en cooperación con los Estados miembro. Es cierto que queremos producir en Europa, pero no nos podemos olvidar que estamos dentro del mundo global y que la cooperación internacional y la verdadera integración de la industria farmacéutica mundial son fundamentales para garantizar la disponibilidad de medicamentos. Está previsto que se crea una red de socios internacionales para abordar la resiliencia de la cadena de suministro y también se va a establecer asociaciones estratégicas con terceros países para la producción de medicamentos esenciales.
P. Por otra parte, queda la implementación del Espacio Europeo de Datos Sanitarios…
R. Sí, el Espacio Europeo de Datos Sanitarios también es muy importante. Esta ha sido una de las grandes iniciativas lideradas por la UE y ahora lo tienen que hacer los países. El intercambio europeo de datos también será fundamental. Con el Big Data podremos mejorar la prevención, hacer screening, optimizar la investigación, el diagnóstico precoz, apoyar los ensayos clínicos… Por tanto, apoya la prestación de asistencia sanitaria, la elaboración de políticas sanitarias basadas en la evidencia y los sistemas de alerta temprana sobre amenazas transfronterizas a la salud y escasez de medicamentos. Si a ello le añadimos la parte exponencial que aporta el desarrollo de la medicina personalizada y la inteligencia artificial aplicada, se trata de un cambio de paradigma para pacientes, profesionales y sistemas de salud.
P. En cuanto a Salud Mental, ¿qué pasos se están dando desde la UE?
R. Cada vez más europeos están afectados por una enfermedad mental y superan ya los 80 millones de personas en toda la UE. Por tanto, nos preocupa muchísimo. Y, sobre todo, los jóvenes: uno de cada dos jóvenes europeos declara tener necesidades de salud mental no satisfechas. Y la proporción de jóvenes que comunican síntomas de depresión en varios países de la UE, aumentó más del doble durante la pandemia. En julio de 2023 adoptamos la comunicación de la Comisión sobre el enfoque de salud mental, que ayudará a los Estados miembro y a las partes interesadas a actuar rápidamente para hacer frente a los retos en materia de salud mental. Pero ahora son los Estados los que se tienen que poner las pilas, destinando más fondos y aplicando las herramientas que ofrece Europa. Para el PPE, en la próxima legislatura, seguirá siendo una de nuestras prioridades para que finalmente no solo consigamos una comunicación de la Comisión, sino que consigamos una Estrategia europea de Salud Mental.
“Una prioridad para el PPE es conseguir una Estrategia europea de Salud Mental para la próxima legislatura”
P. El Reglamento SOHO, que ha sido aprobado recientemente, ¿cómo favorecerá la innovación?
R. Hemos logrado obtener un nuevo texto legislativo que actualiza la legislación para adaptarla con mayor flexibilidad a la evolución científica y tecnológica y promoviendo la innovación con unos niveles calidad y de seguridad. También aborda la aparición de enfermedades transmisibles, incluyendo las lecciones aprendidas de la pandemia COVID-19. También es muy importante y así lo defendimos, el altruismo absoluto. Además, elimina de la legislación burocracia y tecnicismo para facilitar la investigación y los tratamientos terapéuticos más avanzados y facilita la circulación transfronteriza. Mejora también la protección de los donantes y mejora la atención médica con una cobertura de todas las sustancias de origen humano. Y se crea la plataforma SOHO a fin de recopilar toda la información necesaria. Creo que es una muy buena legislación, donde salió con un gran apoyo del Parlamento. Y, precisamente, España vuelve a liderar en el mundo los trasplantes de órganos y, por tanto, tenemos nuestros investigadores y profesionales clínicos que representan una excelencia del sector a nivel global.
P. ¿Cómo valora el semestre durante el que España ha asumido la Presidencia del Consejo de la UE?
R. España está a la cola en ejecución de fondos europeos de recuperación destinados a mejorar los servicios sanitarios, tal y como se refleja en el último informe del Servicio de Información e Investigación del Parlamento Europeo. De los fondos NextGenerationEU, España ha destinado solo un 16 por ciento en mejorar el acceso y la calidad de los servicios sanitarios frente al 49 por ciento de la media de la UE. Además, mientras que la Presidencia española no ha puesto como prioridad el Plan Europeo contra el Cáncer, ni el enfoque global europeo por la salud mental, ni la mejora de las condiciones de trabajo de los profesionales de salud, Bélgica, que es la Presidencia que ha empezado el 1 de enero, sí ha puesto todo esto como prioridades en su Presidencia. España, con la Presidencia del Consejo de la UE, tenía una gran oportunidad –que no ha utilizado– de liderar uno de los mayores paquetes, no solo de esta legislatura, sino de esta década, porque la UE está decidida a que sea la década de la salud. Sin embargo, hemos terminado la Presidencia española con el peor dato desde 2003: casi 800.000 pacientes en lista de espera.
P. ¿Qué otros retos sanitarios quedan por delante?
R. Por un lado, las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en la UE y hemos trabajado ya mucho en esta legislatura, pero tenemos que continuar en el mismo nivel de exigencia. También es importante el acceso a la salud en las áreas rurales. Una de las brechas de acceso que queremos reducir son esas zonas rurales. Con la comisaria de Reto Demográfico y la comisaria de Transporte, ambas por cierto del PPE, estamos trabajando para innovar en la movilidad en las zonas rurales para acercar al paciente al hospital más cercano. Desde la UE también estamos trabajando desde la innovación para mejorar la salud en las áreas rurales. Lo que no queremos es que la gente se vea obligada a abandonar sus pueblos. Por tanto, es otra de nuestras prioridades de la próxima legislatura. También es importante la aplicación del enfoque de One Health en la prevención y preparación frente a emergencias y fortalecer aún más el mandato de la HERA. Y, asimismo, debemos recalcar la longevidad saludable. Europa es uno de los continentes con mayor esperanza de vida y, por tanto, hay un aumento de enfermedades crónicas. Y en ello nos va a ayudar mucho el Big Data, en la promoción y prevención de la salud y en el diagnóstico precoz. Tampoco nos vamos a olvidar de las enfermedades raras. Que los pacientes sientan que continuamos investigando, que tenemos programas europeos para investigar en estas enfermedades. Y, por último, está la fuerza laboral sanitaria, la formación y atracción de talento. Y es que para el año 2030, en Europa nos van a faltar 4 millones de profesionales sanitarios. Es gravísimo. Por ello, uno de los grandes objetivos y desafíos que tenemos para la próxima legislatura es mejorar sus condiciones de trabajo, protección, formación, atracción y retención de talento.