De los 1,78 euros por cada dosis de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19 hasta los 18 dólares (14,8 euros) que costaría cada inmunización con la de Moderna. Estos son los dos extremos (menor y mayor coste) del rango de precios de las vacunas frente a la COVID-19 que ya habría acordado la Comisión Europea con los diferentes laboratorios investigadores, según ha revelado en sus perfiles en redes sociales —aunque posteriormente eliminó— la ministra del Gobierno de Bélgica, Eva de Bleeker.

Imagen del tweet publicado, y posteriormente eliminado, por la ministra belga Eva de Bleeker (replicado del perfil @javieralbisu).

Según la información difundida por esta ministra belga —que acompaña, en su caso, de las dosis de vacunas que prevé recibir Bélgica y el montante económico total—, la Comisión Europea habría acordado los siguientes precios para cada vacuna. Unos costes que serían iguales para cada Estado miembro adherido a la compra centralizada —como España— . El reparto de esta compra se hace de forma equitativa entre los países acorde a su población.

La lista completa de precios de las vacunas (dosis) sería la siguiente:

  • AstraZeneca: 1,78 euros cada dosis.
  • J&J: 8,5 dólares cada dosis (6,99 euros).
  • Sanofi/GSK: 7,56 euros cada dosis.
  • Pfizer/BioNTech: 12 euros cada dosis.
  • Curevac: 10 euros cada dosis.
  • Moderna: 18 euros cada dosis (14,8 euros).

Cabe recordar que, por el momento, de esta terna la única vacuna que ya se encuentra desarrollada y siendo administrada es la Pfizer. En concreto, en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Respecto a la Unión Europea, precisamente la Agencia Europea del Medicamento (EMA) la ha aprobado este 21 de diciembre y los Estados podrán comenzar así sus campañas públicas de inmunización. La siguiente que seguiría este camino será la de Moderna, cuya evaluación de autorización condicional por la EMA tendrá lugar el 6 de enero.

La CE alcanzó ya un acuerdo con Pfizer-BioNTech para una primera compra de 200 millones de dosis de su vacuna frente al SARS-Cov-2, con la posibilidad de ampliar la compra con otros 100 millones de dosis anuales.  Cabe recordar que la vacuna de Pfizer necesita de dos dosis para lograr la inmunidad (como así se prevé en inicio para el resto de candidatas). De esa compra, España recibirá 20.873.941 dosis para arrancar la campaña de vacunación el próximo 27 de diciembre —para inmunizar a algo más de 10 millones de ciudadanos en una primera fase—. Ello supondría un primer importe desembolsado en vacunas de algo más de 500 millones de euros.

También con Moderna existe ya un acuerdo concreto sobre las dosis a recibir en el conjunto de la Unión Europea. La primera negociación fijó 80 millones de dosis a recibir, si bien recientemente se duplicó esta cifra hasta fijar una cantidad de 160 millones de dosis para repartir equitativamente entre los Estado (2.368 millones de euros).

Posibles costes totales de las vacunas

A tenor de estos precios negociados, y aunque probablemente haya que recurrir a varios fabricantes para poder cubrir toda la demanda de vacunas, si en España se administrase únicamente la vacuna más económica (AstraZeneca) para inmunizar al conjunto de la población (47,3 millones de habitantes), supondría un hipotético importe total de 168,5 millones de euros.

Mientras, si solo se emplease la vacuna de precio más elevado (Moderna), el importe se dispararía a los cerca de 1.400 millones de dosis. Este análisis se realiza considerando siempre la necesidad de administrar dos dosis y dejando al margen del análisis los distintos rangos de eficacia de cada vacuna. No obstante, ya está confirmado que la campaña española arrancará apoyándose (administrando) la vacuna de Pfizer.

La CE no confirma los precios

Tras el desliz público (o exceso de transparencia) de la ministra belga, la Comisión Europea no ha querido confirmar la veracidad de estos acuerdos de precios alcanzados sobre las vacunas.

En concreto, el portavoz jefe de la CE, Éric Mamer, señaló que la confidencialidad es parte de los contratos con los fabricantes. Por su parte, Stefan de Keersmaecker , portavoz para asuntos sanitarios, añadió que “esta confidencialidad va en el interés de las compañías, pero también en el interés público, en el interés de las negociaciones, de la Comisión y de los Estados miembros y de los ciudadanos europeos”, precisó.