El Global Madrid | lunes, 28 de octubre de 2019 h |

En el marco del congreso de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) Gilead organizó el simposio “Entregando una nueva esperanza a los pacientes con linfoma agresivo de células B grandes recaídos o refractarios”. En este, se concluyó que, tras la experiencia clínica con la que se cuenta en la actualidad, Yescarta se presenta como la terapia CAR-T con datos de seguimiento a más largo plazo en su ensayo clínico.

Más de 250 profesionales acudieron a esta cita en la patología del linfoma difuso donde actualmente hay más desarrollo clínico en el campo de la hematología, un subtipo

de linfoma llamado linfoma difuso de células B grandes. En esta enfermedad, alrededor del 25-30 por ciento de los pacientes no responde a la quimioterapia y reciben un pronóstico de tan solo seis meses de vida; pero, gracias a la transformación que están produciendo las terapias CAR-T, se está dando esperanza a estos pacientes y consiguiendo perspectivas muy optimistas, y es que se está observando que se trata de una opción con gran potencial de respuesta en este tipo de cáncer de la sangre, consistiendo está innovación en la modificación genética de los propios linfocitos del paciente para que sea capaz de reconocer y atacar el tumor.

El doctor Armando López, del Hospital Clínic de Barcelona, fue el encargado de moderar el simposio y apuntó que “ya se han comenzado a cualificar y entrenar a los primeros centros en nuestro país y se han empezado a tratar con resultados a los primeros pacientes. Además, se espera que el año que viene, este listado se extienda a más centros, pero seguirá siendo clave la comunicación entre los centros, no sólo a la hora de la coordinación, sino también entre los centros que administramos la terapia para aprender los unos de los otros”.

En palabras de la doctora Yi Lin, de la Clínica Mayo, es una enfermedad muy agresiva que “eso hay dos claves para el éxito del tratamiento con los CAR-T: la selección del paciente de manera precoz, cuando ya estamos viendo que el tratamiento anterior no está funcionando, y la comunicación entre el equipo multidisciplinar del hospital que administra la terapia y el de origen del paciente. Una buena comunicación entre los centros de derivación con los centros está indicado para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) refractario o en recaída y linfoma B primario mediastínico de células grandes (LBPM), después de dos o más líneas de tratamiento sistémico en los que se trata al paciente una vez identificado y durante todo el proceso, hasta la administración, puede suponer grandes diferencias”.

Además, el doctor Ran Reshef, del Irving Medical Center de la Universidad de Columbia, indicaba al respecto de esta terapia que “se trata de medicina totalmente personalizada, ya que cada CAR-T tiene unas características únicas desde su diseño que impactan en los resultados obtenidos en los pacientes. Por tanto, hay diferencias entre las terapias CAR-T aprobadas, no son todos iguales. Esto supone un reto para el médico a la hora de seleccionar el CAR-T más adecuado para cada paciente y, aunque los datos de los ensayos clínicos no son comparables, hechos como la mediana de supervivencia, la mayor madurez de los datos, que el perfil de toxicidad sea manejable o los resultados consistentes en práctica clínica habitual, son tenidos en cuenta, entre otros”.

En este sentido también se expresaba la doctora Loretta Nastoupil, del MD Anderson Cancer Center en Houston, “los CAR-T han sido un sueño durante años. Hace casi dos

años se aprobaba la indicación para linfoma difuso de células B grandes y linfoma primario mediastínico para pacientes refractarios y hoy ya tenemos resultados de Yescarta en práctica clínica habitual que reflejan resultados similares de eficacia y tolerabilidad a los obtenidos en el ensayo clínico. Esto nos motiva a seguir trabajando y a seguir desarrollando nuevos CAR-T para otras enfermedades y en líneas precoces del tratamiento”.