El binomio entre economía y salud no se puede desagregar. Esta es una de las conclusiones que se extrae del libro ‘Innovación sanitaria para salir reforzados de la crisis de la Covid-19’, cuya presentación ha sido impulsada por HIris y Farmaindustria. Jesús María Fernández, director y fundador de Hiris, ha sido el encargado de editar este libro, en el que aglutina el testimonio de expertos en la materia.

Innovación como motor de la recuperación

Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, abundaba en la idea de que “esta crisis ha demostrado que salud y economía van juntas”. Asimismo, remarcaba que en la crisis “se ha aprendido la importancia de tener un sistema sanitario fuerte, bien dotado de medios y recursos financieros y humanos”. A este respecto, Arnés añadía que “tenemos un buen sistema sanitario, pero se creía que era mejor; la crisis nos ha puesto enfrente de algunos de los problemas que presenta”. Para mejorar el SNS, Arnés tiene clara la solución: “invertir más, y ver la salud como una inversión en lugar de como un gasto”.

Humberto Arnés, director general de Farmaindustria

Asimismo, Arnés aludía a la necesidad de fomentar la investigación biomédica, atendiendo a factores como que “el incremento de la esperanza de vida viene sobre todo gracias a los medicamentos”. También ponía el foco en un factor que considera que a veces queda desatendido. “Muchas veces olvidamos que la calidad asistencial depende de la investigación, los profesionales atienden mejor si están a la vanguardia de la investigación biomédica. La investigación aporta esperanza a pacientes de tener nuevas alternativas a través de ensayos clínicos para combatir su enfermedad”, aseveraba el director general de la patronal.

Otro punto que Arnés ponía sobre la mesa era la importancia de la industria. “La pandemia ha puesto en primer plano que la industria farmacéutica es un sector estratégico; no solo por afrontar esta situación sino porque hemos conseguido seguir atendiendo al resto de pacientes que lo necesitaban”, indicaba. Aquí, Arnés recordaba que Farmaindustria “recientemente, respondiendo a ese compromiso y responsabilidad, ha presentado un proyecto estratégico para la recuperación económica, desarrollando capacidades estratégicas en el ámbito del medicamento, que permita que, ante situaciones de emergencia, los medicamentos esenciales puedan ser producidos en nuestro continente, mejorando la capacidad y la innovación de nuestra industria”.

Crecimiento y equidad

Jesús María Fernández instaba a equilibrar dos aspectos: “crecimiento y equidad”. “Esto es algo de lo que se viene hablando desde hace tiempo en organizaciones nacionales e internacionales, y con la pandemia, autoridades e instituciones se han dado cuenta de la importancia de este binomio”, apuntaba. De la misma manera, Fernández se refería al impacto puramente económico de la pandemia. “En España, con la pandemia, hemos visto caer el PIB un 12 por ciento; esto significa en términos absolutos, esto son 150.000 millones de euros de perdida, lo que es dos veces el gasto sanitario anual”, detallaba.

Jesús María Fernández, director y fundador de Hiris

Para lograr este equilibrio entre ambas, Fernández coincidía con Arnés en la necesidad de invertir. “Tenemos la oportunidad en España y Europa de dar este salto hacia una economía más sostenible e inclusiva, para lo que tenemos que aumentar el porcentaje de inversión de España en ciencia y tecnología y en salud; y es que, el gasto per cápita en salud sigue estando por debajo de la media europea”, explicaba.

Con el fin de solucionar los retos pendientes, Fernández enumeraba varias prioridades a acometer, como “invertir en I+D, reforzar la investigación traslacional, avanzar en terapias avanzadas y oncología de precisión, revisar el programa Profarma o potenciar la presencia de la industria farmacéutica en España”. Para concluir, expresaba que “el compromiso político y el tejido investigador e industrial están ahí; ahora se trata de hacer estos objetivos realidad”.

Equilibrio en la inversión

“El coste económico de la no-salud pública es inasumible para una economía moderna y también para la democracia”. Bajo esta premisa desarrollaba Antón Costas, catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona, su exposición, basada en la necesidad de equilibrar la inversión entre lo público y lo privado. “Hoy comenzamos a ver de una manera más clara que la salud, la sanidad y los cuidados no son un gasto improductivo, son una inversión necesaria para el funcionamiento de la economía”, afirmaba.

Asimismo, Costas se refería al retorno de la inversión en sanidad. En el caso del coronavirus, “un artículo publicado recientemente por Beatriz González López-Valcárcel refleja que invertir un euro en las estrategias de test, rastreo y aislamiento tiene un beneficio de siete euros; este multiplicador que es un dato y no una idea, es muy relevante”. Siguiendo este hilo, también añadía que “ha quedado demostrado de forma muy clara que los países que en las últimas décadas invirtieron en sanidad e industria sanitaria han respondido mejor a esta crisis que los occidentales”.

De la misma manera, Costas remarcaba que, aunque durante muchos años se ha remarcado la idea de que el crecimiento económico está ligado a la inversión privada, “esta estrategia nos ha llevado a tasas de crecimiento relativamente bajas, y no da buenos resultados a niveles económicos y sociales”. Además, en este contexto incidía en que “el gasto en sistemas de salud no perjudica a la economía” sino que “tiene una repercusión económica positiva”.

Fondos para la ‘reinvención

Antón Costas, catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona

Otra de las enseñanzas que Costas cree que deja la pandemia es que “ha permitido ser conscientes de las debilidades industriales, tecnológicas o científicas”. Además, apuntaba que estas lecciones aprendidas conllevan un “nuevo contrato social en el que la industria de la salud, en un sentido amplio, como ecosistema de una gran cadena de valor que además nos da fortaleza industrial y científica, va a permitir crear buenos empleos, con buenos salarios, que es uno de los grandes problemas que arrastra nuestro país”.

Por último, Costas se refería a que los fondos Next Generation son “una palanca de apoyo inesperado que dan margen para actuar en los próximos años”. Aquí, recordaba, que “estos son fondos de inversión necesarios para realizar políticas de recuperación a corto plazo” y señalaba que lo que necesita el país son “fondos para reinventarse”. Y es que, según concluía el catedrático, “la pandemia está contribuyendo de manera muy clara a cambiar la mentalidad y la política económica”; sin embargo, recalcaba que “o sabemos aprovechar esta oportunidad o vamos a tener muchas dificultades”.


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