| domingo, 02 de noviembre de 2008 h |

La industria farmacéutica debe reinventarse. De eso, no cabe la menor duda. En los últimos tiempos el debate está en determinar hacia dónde ir, qué hacer y cómo hacerlo. El mercado ya no crece como hace una década y entre las múltiples causas ha aparecido, como no, la crisis económica mundial.

Los primeros informes sobre su influencia en las ventas de medicamentos están apareciendo ya. IMS prevé que el crecimiento del mercado en Estados Unidos para 2009 roce el cero. Los únicos submercados que mantienen expectativas de crecimiento son los genéricos y los medicamentos de prescripción especialista. En general, oncológicos, antiVIH y biológicos.

Pero volviendo al principio, la nueva industria farmacéutica está poniendo el foco en la reducción de costes ya que incrementar los ingresos será cada vez más difícil. En este sentido, la optimización de los procesos de I+D es un objetivo imprescindible.

Desde pequeños avances en cuanto al establecimiento de alianzas para tener acceso a tecnología punta o llegar a acuerdos con los reguladores sobre los desarrollos a acometer hasta grandes hitos que marcarán el futuro de la I+D farmacéutica. Este último caso es la utilización de procesos virtuales de investigación, que lograrán reducir los ocho años de investigación clínica a uno y medio, según estimaciones de PricewaterhouseCoopers. Que esta cuestión sea una realidad en 2020 o mucho más tarde no depende sólo de que la técnica lo permita. Todos, incluyendo a las administraciones públicas y reguladores tienen que apostar por ello.