La aprobación del anticuerpo monoclonal niservimab (Beyfortus) y la vacuna bivalente recombinante de prefusión F (RSVpreF, Abrysvo) han supuesto las primeras herramientas preventivas contra las infecciones por el virus respiratorio sincitial (VRS).

En este sentido, el Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha realizado un análisis sobre el impacto de ambas medidas preventivas en la incidencia de las enfermedades de vías respiratorias producidas directamente por el VRS. Y aunque argumenta que sin duda es significativo, también anticipa un impacto relevante sobre enfermedades asociadas de forma indirecta a este virus.

En julio de 2023, el Grupo de Trabajo de utilización de nirsevimab frente a infección por el VRS de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones (Ministerio de Sanidad) publicó un documento en el que se recomienda la administración sistemática de nirsevimab a todos los lactantes que nazcan durante la estación del VRS y a aquellos que tengan menos de seis meses de edad al inicio de la misma. Con algunas diferencias, las distintas CC. AA. han puesto en marcha la aplicación de estas recomendaciones. También está ya disponible en nuestro país la vacuna Abrysvo para la inmunización a las embarazadas.

Incidencia neumococo

El artículo ‘The full value of immunisation against respiratory syncytial virus for infants younger than 1 year: effects beyond prevention of acute respiratory illness’ publicado en The Lancet señala que puede llevar años hasta que algunos de estos efectos sean evidentes, pero deben ser tenidos en cuenta a la hora de valorar los estudios de coste-beneficio y la introducción de la estrategia preventiva de las enfermedades asociadas al VRS en los diferentes países.

En este sentido, el objetivo principal de estas vacunas es la reducción de la carga sustancial de infecciones agudas del tracto respiratorio inferior (LRTI) asociadas al VSR en bebés menores de 1 año. Sin embargo, los primeros datos ya apuntan a que cada vez hay más evidencia que muestra que prevenir las IVRI asociadas al VRS en bebés podría prevenir la neumonía secundaria causada por otros patógenos, reducir las hospitalizaciones recurrentes debido a otras enfermedades respiratorias en la niñez tardía, disminuir la mortalidad infantil por todas las causas, mejorar la carga de las enfermedades respiratorias en sistemas de atención de salud, reducir el uso inadecuado de antibióticos y posiblemente mejorar la salud pulmonar más allá de la infancia, según el estudio.

Por su parte, el análisis del CAV-AEP señala  que diferentes estudios estadísticos han determinado que el VRS podría estar implicado en el 49-77 por ciento de las infecciones neumocócicas, particularmente en los niños menores de dos años, lo que conduce a la conclusión de que la prevención de las infecciones por VRS reduzca, a su vez, la carga de las infecciones neumocócicas.

De la misma forma, el CAV-AEP recuerda que un tercio o más de los niños infectados por el VRS, particularmente sin son hospitalizados, desarrollan en la edad preescolar sibilancias recurrentes, asma, hospitalización por sibilancias o por otra infección de vías respiratorias bajas

Evitar 10.000 hospitalizaciones en España

Considerando que cada año ocurren en España unas 15.000 hospitalizaciones anuales por infecciones respiratorias agudas en los niños y confiando en una efectividad del 70 por ciento de nirsevimab —y siempre que las coberturas sean superiores al 90-95 por ciento— el análisis del CAV-AEP concluye se podrían evitar alrededor de 10.000 hospitalizaciones cada año y 500 ingresos en UCIP (5,5 por ciento de los niños hospitalizados).

Asimismo, teniendo en cuenta que hasta un 30 por ciento de los niños hospitalizados por VRS desarrollan sibilancias recurrentes o asma, el análisis destaca que se evitarían unos 3.000 casos anuales de estas complicaciones con sus consecuentes visitas a atención primaria y a urgencias y hospitalizaciones.


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