La oncología, preocupada por el futuro de la formación médica

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El Desafío Oncológico 11 celebrado de manera virtual esta semana ha sido un rotundo éxito de asistencia y calidad de sus ponencias. Un año más, el Dr. Carlos Camps (Hospital general Universitario de Valencia) y el Dr. Vicente Guillem (Fundación Instituto Valenciano de Oncología-IVO) han conseguido reunir a lo mejor de la oncología en España, con interesantes aportaciones internacionales. Entre éstas, el Dr. José Baselga, Dr. Joaquim Bellmunt (Boston) y el Dr. Giussepe Curigliano (Milán).

Este foro, que cumple 11 ediciones, es el lugar idóneo para reflexionar sobre la Formación Médica Continuada (FMC). El debate “El futuro de la FMC: Nuevas reglas en las relaciones con los partners” abordó esta preocupación. Una preocupación ya lanzada por las Sociedades Científicas en julio pasado, y que se origina en el punto 47.2 de las conclusiones de la Comisión para la Reconstrucción. Este punto se refiere a la formación médica y a las aportaciones de las compañías. En dicho redactado habla de “prohibir directa o indirectamente” las aportaciones de la industria. Ya he reflexionado y escrito sobre el hecho de incorporar en un debate sobre la reconstrucción a causa de la pandemia, la FMC. Y hacerlo dudando de un modelo que ha ido evolucionando en transparencia.

Los datos de la formación en España

En España en 2019 las compañías destinaron unos 220 millones de euros a actividades desarrolladas por las sociedades científicas por los profesionales sanitarios. Son actividades de formación, que incluyen Congresos y la financiación de éstos, entre otras actividades y cursos.

¿Es cuestionado el actual modelo? Eso parece, dado que no es la mayor transparencia lo que se reclama por las formaciones políticas que lo cuestionan. Lo que se propone es un cambio del modelo de financiación, pasando de la financiación privada a la financiación pública. En los Presupuestos Generales del Estado de 2021 la partida a formacion asciende a 2,5 millones de euros.

“Se trata de un debate inoportuno y de prohibir (en lugar de regular) sin explicar cómo va a financiarse la FMC en España”

Se trata de un debate inoportuno y de prohibir (en lugar de regular) sin explicar cómo va a financiarse la FMC en España, lo que nos convertiría en una isla en el mundo. Sí, en todos los países existe la colaboración entre empresas y entidades para apoyar la FMC.

Es inoportuno porque en medio de la pandemia, que ha obligado a un esfuerzo adicional al personal sanitario, no es el momento de decirles que su formación se cuestiona. Ni que ésta se va a prohibir sin aclarar los recursos ni el mecanismo para la gestión de los recursos.

Además, sin una alternativa, España sería el único país en donde el modelo de FMC no sería un rol delegado en las compañías. No es necesariamente malo, pero si nace de prohibir una actividad legal en el mundo, llevarla a la práctica afectaria a aspectos legales que, en el seno de la Unión Europea, puede ser difícil saltarse.

La gestión de 220 millones de euros

Para gestionar las contribuciones a los congresos y actividades de formación se requieren contratos y personas que los gestionen. Una pléyade de profesionales del sector, abogados que revisan acuerdos, financieros que los verifican y responsables de las distintas organizaciones que los aprueban. Y todo eso se hace en tiempos razonables.

Trasladar esa actividad al mundo público obligaria a una transformación del sistema, con la contratación funcionarios cualificados que gestionarían los fondos públicos. Es una alternativa, sin duda. Pero falta tanto el dinero público como los funcionarios que lo van a gestionar.

¿Qué hay que mejorar?

Después de escuchar atentamente a los ponentes de Farmaindustria en Desafío Oncológico y sus aclaraciones sobre la transparencia, la ética o la autorregulación, es preciso identificar qué hay que mejorar, si ese es el problema. Pero no alcanzo a ver qué se está haciendo mal. Si no es así, y el asunto es la colaboración con entidades privadas y apartarlas de esta función, es necesario un plan alternativo.

Toda la clase médica coincide en que prohibir o dificultar la colaboración privada, sin una sustitución de fondos, sería trágico para la FMC en España.

El Prof. Eduardo Díaz-Rubio aclara que la FMC es necesaria para ejercer la medicina, porque la ciencia se renueva con una intensidad y frecuencia que obliga a estar en permanente actualización. Escuché con atención el planteamiento de José Ramón Yagüe (Director de relaciones con las CC.AA) y José Zamarriego (Director de la Unidad Deontológica) de Farmaindustria. De sus palabras se deduce que la transparencia, la ética y la finalidad del destino de los fondos es incuestionable.

Situación actual de la FMC

Lo que sabemos ahora es que una PNL se aprobó recientemente sobre la FMC. Al menos sabemos lo que quiere el Gobierno de España en cuanto al modelo de FMC, pero no cuándo ni cómo lo llevará a la práctica.