Humberto Arnés, tras 20 años como director general de Farmaindustria, cumple ya cerca de un año centrado en el liderazgo de SIGRE, por un lado con el objetivo de consolidar los avances importantes que este sector ha conseguido en materia de sostenibilidad ambiental y economía circular y, por el otro, ante el nuevo desafío en forma de tsunami normativo que modificará completamente la gestión de los residuos de envases en nuestro país.

Pregunta. Se le ha escuchado decir en alguna ocasión que este año vamos a afrontar un verdadero “tsunami normativo en materia medioambiental”. ¿Un tsunami destructivo o una ola gigante sobre la que tomar impulso? ¿Qué va a cambiar para el sector farmacéutico?

Respuesta. Los grandes cambios siempre ofrecen oportunidades, y el reto es capturarlas. Con este convencimiento debemos abordar esta ola gigante normativa en materia medioambiental que tiene su origen en la denominada transición ecológica, que pretende hacer mejor las cosas o hacerlas distintas para preservar nuestro planeta, y que ofrece a Europa la posibilidad de liderar la transformación hacia un modelo económico sostenible basado en la lucha contra el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Esta avalancha regulatoria afecta a todos los sectores, incluido por descontado el farmacéutico, un sector que por su especial idiosincrasia siempre ha navegado con éxito en materia de ESG.

Así, la nueva Ley de residuos y el Real Decreto de envases aprobado a finales del año pasado son normas muy ambiciosas que buscan acelerar la transición hacia una economía circular, con nuevas obligaciones que afectan de forma directa a las compañías farmacéuticas. En relación con los medicamentos, esta Ley reconoce el modelo implantado por el sector farmacéutico a través de SIGRE hace más de 22 años al establecer que la recogida de los residuos de medicamentos y sus envases que se generan en los hogares debe hacerse a través de las oficinas de farmacia y de los distribuidores farmacéuticos para garantizar la protección de la salud pública.

Ahora bien, este Real Decreto establece nuevas medidas, entre las que destaca la extensión de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) a los envases industriales y comerciales. Hasta ahora, eran los clientes finales quienes se hacían cargo de la financiación y gestión de los residuos de los envases de las mercancías que recibían. Con la entrada en vigor de este Real Decreto, a partir del año que viene las empresas tendrán que hacerse cargo de los residuos de envases y embalajes de tipo industrial y comercial que acaban en las instalaciones de su cliente final (hospitales, por ejemplo).

P. A efectos prácticos, ¿cómo va a cambiar la actividad de SIGRE como consecuencia de estas nuevas obligaciones medioambientales?

R. Por un lado, desde SIGRE estamos trabajando en adaptar nuestro sistema a los cada vez más exigentes requerimientos que establece la nueva normativa, y de esta manera seguir consolidando un sistema que sitúa a España a la vanguardia internacional en el tratamiento de los residuos de medicamentos de origen doméstico.

Por otro, y como decía anteriormente, las compañías farmacéuticas deberán responsabilizarse a partir de 2024 no solo de los residuos de los envases domésticos de medicamentos como hasta ahora, sino también de los que se produzcan en los centros sanitarios, lo que representa un cambio muy importante que acarreará nuevas cargas organizativas y financieras.

“En este nuevo escenario, SIGRE está ya trabajando y colaborando con la industria para establecer el sistema más eficaz y eficiente para dar cumplimiento a las nuevas obligaciones”

En este nuevo escenario, SIGRE está ya trabajando y colaborando con la industria farmacéutica para establecer el sistema más eficaz y eficiente para dar cumplimiento de forma colectiva a través de SIGRE a estas nuevas obligaciones, complementando así la RAP de las compañías farmacéuticas, circunscrita hoy a los residuos de medicamentos y sus envases de origen doméstico.

P. ¿Cómo cree que las compañías farmacéuticas valoran este acompañamiento por parte de SIGRE para dar respuesta a los nuevos retos que la sostenibilidad les plantea?

R. Muy positivamente. El sondeo realizado por SIGRE en enero de 2023 entre los responsables de medio ambiente de la industria farmacéutica revela que el 86% afirma que nuestra actividad contribuye de manera notoria a mostrar públicamente el compromiso de la industria farmacéutica con el medio ambiente o que 9 de 10 encuestados considera importante la aportación de SIGRE a la economía circular.

De igual modo, nos enorgullece constatar que el 98% de los laboratorios encuestados estima que SIGRE realiza una gestión responsable en materia de sostenibilidad en su triple ámbito medioambiental, social y de buen gobierno.

P. Sostenibilidad… No deja de escucharse esa palabra y en la práctica resulta difícil saber en qué se traduce.

R. Sostenibilidad significa compromiso. Compromiso con garantizar el bienestar a las personas, pero también con la protección del medioambiente y la minimización del impacto de nuestras actividades a todos los niveles.

“La puesta en marcha de SIGRE y su trayectoria durante 22 años son una buena muestra de ese compromiso del sector farmacéutico con la sostenibilidad”

Sonaría extraño que un sector como el nuestro, comprometido con la salud, no lo estuviera también con el bienestar del planeta. No puede haber personas sanas sin un planeta saludable. La puesta en marcha de SIGRE y su trayectoria durante 22 años son una buena muestra de ese compromiso del sector farmacéutico con la sostenibilidad.

P. Tras esos 22 años de funcionamiento, ¿cuál diría que es el mayor hito alcanzado por SIGRE?

R. Nuestro mayor logro es el habernos convertido con el paso del tiempo en el mayor proyecto colaborativo del sector farmacéutico en España, habiendo conseguido que el hábito de reciclar residuos de medicamentos esté plenamente implantado en el 90% de los hogares de nuestro país.

Tras dos décadas de trabajo, SIGRE se ha configurado como el sistema de gestión de reciclado de medicamentos más completo de Europa gracias a la participación de todo el sector, industria, distribución y farmacias, a la supervisión y tutela ejercida por las autoridades medioambientales, a los planes empresariales de prevención que desarrolla, a sus campañas de concienciación y a la existencia de una planta de clasificación de envases y residuos de medicamentos pionera y referencia mundial dotada de un elevado grado de automatización y herramientas de inteligencia artificial que ofrece altos porcentajes de reciclado de materiales de envases recuperados.

P. La palabra “Europa” ya ha salido a colación en varios momentos a lo largo de esta entrevista. ¿En qué medida SIGRE tiene presencia internacional?

R. El singular modelo de funcionamiento de SIGRE ha sido objeto de estudio y análisis por parte de numerosos países, tanto de Europa como de Iberoamérica. Ante las reiteradas solicitudes de información por parte de su industria farmacéutica, que es habitualmente la impulsora de esta actividad, SIGRE ha sido una de las entidades que ha liderado la puesta en marcha de la Red Iberoamericana de Programas Posconsumo de Medicamentos.

“Con la destrucción de los restos de medicamentos se ha conseguido tanto un beneficio medioambiental como sanitario”

En la actualidad, la Red está integrada por la Corporación Punto Azul de Colombia, SIMGREM de México, Valormed de Portugal, junto con SIGRE, la entidad que preside en la actualidad esta Red. Su objetivo es identificar las mejores prácticas medioambientales para la gestión de estos residuos, compartiendo las ventajas e inconvenientes de las diferentes fórmulas que se aplican en su recogida, transporte y tratamiento final; también fomenta la cooperación entre estos sistemas y países, buscando sinergias entre sus miembros, a la vez que pretende evitar las falsificaciones de medicamentos, un problema que en algunos países adquiere una importante dimensión.

P. ¿Cuáles son los beneficios que aporta el reciclado de medicamentos al medio ambiente y qué ha conseguido SIGRE?

R. En el caso del reciclaje de los materiales de los envases, desde un punto de vista medioambiental, los beneficios obtenidos son numerosos. Como muestra, basten estos datos: se ha permitido evitar la tala de 180.000 árboles, lo que equivale a diez parques del Retiro madrileño o ahorrar energía equivalente al consumo anual de una ciudad de unos 100.000 habitantes.

Además y gracias a la logística inversa que aporta la distribución farmacéutica, aprovechando el viaje de vuelta a los almacenes de sus furgonetas de reparto, cada año, se evita la emisión de otras 1.400 toneladas de CO2.

Con la destrucción de los restos de medicamentos, mediante valorización energética y utilizando un método de CDR (Combustible Derivado de Residuo) especialmente diseñado para este tipo de residuos, se ha conseguido tanto un beneficio medioambiental al emplearlos como fuente de energía, como sanitario, al retirar de los hogares una gran cantidad de medicamentos caducados, en mal estado de conservación o que ya no se necesitaban, con el consiguiente riesgo que un uso inadecuado de los mismos podría tener para la salud de los ciudadanos

P. Un mantra que se repite muy a menudo en el campo medioambiental es “el mejor residuo es aquel que no produce” ¿Hasta qué punto lo están aplicando los laboratorios farmacéuticos para hacer envases de medicamentos más sostenibles?

R. Este es un aspecto en el que se está focalizando el sector. Así, el primer estudio sobre la implantación industrial del sector farmacéutico presentado el año pasado destacaba tanto la reducción de los residuos que genera, como el aumento del porcentaje de valorización de los mismos.

Otro dato que refrenda lo anterior es que, desde la puesta en marcha de SIGRE se han desarrollado con éxito siete planes trienales de prevención de envases (PEP) con medidas de ecodiseño, lo que ha dado lugar a que, pese a la dificultad para introducir mejoras en unos productos tan delicados como los medicamentos, cada año se pongan en el mercado español cerca de 500 millones de fármacos (uno de cada tres) con alguna mejora medioambiental en su envase.

“La farmacia ha desempeñado siempre un papel esencial en SIGRE, ya que no solo asesoran e informan al ciudadano sobre el uso y consumo adecuado del medicamento”

Además, a través de nuestro octavo PEP, hemos podido constatar cómo se ha producido un importante incremento en el número de compañías farmacéuticas que aplica medidas de ecodiseño, lo que demuestra el creciente compromiso medioambiental de los laboratorios farmacéuticos con la economía circular.

P. ¿Nuevos tiempos, nuevas farmacias más sostenibles?

R. La farmacia ha desempeñado siempre un papel esencial en SIGRE, ya que no solo asesoran e informan al ciudadano sobre el uso y consumo adecuado del medicamento, si no que han adoptado una labor medioambiental muy importante al animar al paciente a reciclar correctamente estos residuos depositándolos en el Punto SIGRE.

A través de los sondeos de opinión que realizamos periódicamente, se percibe el compromiso e interés del farmacéutico por poner en práctica medidas de carácter ambiental que, desde la farmacia, contribuyan a cuidar del medio ambiente y de la naturaleza. Un buen ejemplo es la instalación de los Puntos SIGRE en la farmacia o el interés que ha suscitado entre este colectivo desde su lanzamiento nuestra web ecoFarmacia, que recoge 77 buenas prácticas de sostenibilidad ambiental para hacer las farmacias más sostenibles.