Dos tercios de los fondos para I+D universitaria ya son privados, según la RedOTRI

El número de solicitudes de patentes universitarias creció un 7,4% en 2007

| 2009-01-18T18:40:00+01:00 h |

La universidad española está haciendo bien los deberes. El origen de los fondos que captaron para I+D en 2007 cumple, por primera vez, la relación que la investigación mantiene en los países europeos líderes en esta actividad, donde un tercio es capital público y el resto privado. En este sentido, las empresas han pasado de aportar el 49 por ciento de los fondos universitarios (datos de 2006) a un 62 en el año 2007.

carlos b. rodríguez

Madrid

Más de 617 millones de euros captados para I+D con empresas; 546 millones en contratos de I+D; 434 solicitudes de patente nacional, 192 extensiones internacionales y 190 contratos de licencia. Son datos relativos a la actividad de las OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación) universitarias en 2007, que reflejan el crecimiento de la mayoría de indicadores en esta rama de la I+D. Pero a la universidad española se le siguen resistiendo la transferencia internacional de tecnología y la creación de empresas de base tecnológica (spin-offs).

En 2007 la protección del conocimiento cotizó al alza. Las comunicaciones de invención recibidas por las OTRI (692) crecieron un 8 por ciento. Además, el número de solicitudes de patentes fue de 434 —un 7,4 por ciento más que en 2006, lo que supone una media de 7,9 patentes por universidad— y el número de extensiones internacionales de patentes (192) creció un 12 por ciento. Este esfuerzo se ha visto correspondido en España, donde la Oficina de Patentes y Marcas concedió 299 patentes.

Fuera de nuestras fronteras, los resultados no son tan satisfactorios: las oficinas de patentes de Europa y Estados Unidos no fueron tan generosas como en 2006, y concedieron sólo 15 y 9 patentes a las universidades. El informe de la RedOTRI achaca este descenso al bajo número de extensiones internacionales en 2004, y al hecho de que obtener una patente en Europa y Estados Unidos es más complicado que en España. En todo caso, sigue siendo un indicador, resalta el informe, “de la debilidad importante de la universidad española a la hora de realizar transferencia internacional de tecnología”.

Las ‘spin-offs’ académicas

No menos importante que las patentes, los indicadores de creación de spin-offs hacen de éste un proceso poco asentado en España. En 2007 se crearon 120 de estas empresas, un 16,1 por ciento menos que el año anterior. El proceso se caracteriza, además, por una elevada concentración: algunas universidades concentran un elevado número, aunque la mayoría de las 28 que crearon alguna en este periodo (y la RedOTRI en 2007 la conformaban 62 universidades) declaran entre una y cinco.

Otro dato es que el número de empresas participadas por las universidades en 2007 fue 14, muy inferior a las 44 del año anterior. Según el informe, no se ha producido ningún retorno económico por las participaciones sociales en spin-offs, algo lógico, ya que en su mayoría se trata de empresas en etapas de desarrollo. Mayor relevancia supone el personal investigador que promovió las empresas creadas en 2007: 197 científicos, 18 menos que en 2006.