El precio menor de 242 conjuntos será superior al de referencia hasta junio

La situación presenta más ramificaciones, con mayor enjundia en las comunidades autónomas que mantienen políticas de prescripción por principio activo. Podrán seguir manteniendo el criterio de dispensar el medicamento de menor precio, salvo que en muchos casos el listado con estas cantidades dejará de tener importancia, ya que muchas moléculas se regirán por el precio de referencia. La situación se mantendrá hasta que se actualice el listado de precios menores, que por fuerza debería hacerse en junio.

Otra incógnita ronda a las comunidades en las que se prescribe por DOE, y es lo que ocurrirá desde ahora y hasta la fecha en que entren en vigor de forma efectiva los precios de referencia, el 1 de marzo.

Las compañías de genéricos han anunciado ya la ejecución de los nuevos precios sin esperar hasta esta fecha, pero puede que las compañías innovadoras no hagan lo mismo y esperen hasta el plazo que les marca la orden, caso en el que en las prescripciones por DCI se podrá dispensar a un precio superior al de muchos medicamentos de su mismo conjunto.

Los agentes del sector no se cansan de denunciar la “incongruencia” del método de cálculo, que provocará que el listado de precios menores no incluya de hecho ninguno de los precios menores de 242 conjuntos, un total de 2.109 presentaciones. Y aunque la decisión de las compañías ha evitado tener que rectificar la orden y no se esperan consecuencias similares en la revisión semestral de la orden de precios, el caos se repetirá, sin duda, en el futuro.

C. Rodríguez/ J.m López

Madrid

El método de cálculo utilizado para obtener los precios de referencia en base a las dosis diarias definidas (DDD) ha provocado un caos de monumentales consecuencias que pone en evidencia la metodología de este sistema. ¿La consecuencia? Que hasta 2.109 presentaciones de medicamentos correspondientes a unos 242 conjuntos, según un análisis de EG en base a los datos publicados el 31 de diciembre en los anexos de la Orden de Precios, tenían un precio menor que se situaba por encima del de referencia y estaban, por tanto, excluidas de la financiación pública.

La distorsión no era baladí. En algún caso la diferencia era hasta de 40 euros. Tomemos como ejemplo la risperidona 4 mg 60 comprimidos. En 2008 su precio de referencia era de 102,60 euros. La nueva Orden de Precios, que entró en vigor con el nuevo año, rebaja esta cifra hasta los 63,99 euros, 38 euros menos que el precio menor fijado en el nomenclátor también a 1 de enero: 102,59 euros. Lejos de acabar ahí, la cosa se complicó, pues en estos 242 grupos afectados no existía ninguna presentación con un precio igual o inferior al de referencia: todas eran más caras.

El origen

Un fallo metodológico es el origen de la distorsión. Para entenderlo, hay que situarse en el punto de cálculo de los precios de referencia, en base a las DDD de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se establecen como el coste/tratamiento/día de los tres fármacos más baratos del mercado. Ahora bien, las DDD, como ha puesto de manifiesto la propia OMS, fueron ideadas a modo de orientación, para que los médicos que ejercen su labor en países del Tercer Mundo tuvieran presente lo mínimo que se debe aplicar a un paciente. Esta característica hacía de las DDD un modelo inadecuado, incluso para la OMS, para calcular los precios de referencia, que en países desarrollados parten de una dosificación mayor y de diferentes dosificaciones en función de las distintas indicaciones.

Esta realidad no ha pasado desapercibida a los agentes del sector farmacéutico español, que llevan años solicitando, sin éxito, que el cálculo de los precios de referencia se realice en base a presentaciones y no a principios activos y menos en función de DDD. En todas las ocasiones han subrayado dos posibles consecuencias. Por un lado, que desaparecieran del mercado algunas presentaciones de medicamentos, cuya fabricación dejaría de ser rentable para las compañías. Por otro, que se incidiera en un error de cálculo que provocaría esta distorsión: que salieran precios de referencia imposibles, inexistentes en el mercado.

El agravante

No se trata de algo nuevo. Ocurrió ya en anteriores órdenes de precios, salvo que la magnitud ha sido mucho mayor en 2009 debido a un proceso cíclico de reajuste de precios de distintas dosificaciones en función del precio por DDD. Isabel Vallejo, presidenta de FEFE, lo califica de “perversión del sistema por la aplicación sucesiva de los cálculos en función de las DDD”. Probablemente, en 2010 la distorsión por el método de cálculo será mucho menor, aunque seguirá existiendo mientras no se modifique el procedimiento, porque las miles de presentaciones afectadas este año están ya todas situadas en el mismo precio por DDD.

Consultado por Aeseg, la respuesta de Sanidad, según Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de la patronal, ha sido la ya manifestada en otras ocasiones: que los precios menores son sólo informativos y que lo único legal son los de referencia. Por lo tanto, solicitó a los fabricantes de genéricos que bajaran este último hasta el nivel de referencia.

La reducción a la que se refiere Sanidad no es otra que la ‘tercera bajada de precios’ que FEFE mencionaba en sus alegaciones a la orden. Como confirma la propia Isabel Vallejo a EG, esta situación no deja a los genéricos otra posibilidad que bajar su precio hasta el nivel de referencia.

El texto de la orden ministerial daba hasta el 15 de enero a los laboratorios para ajustar sus precios. Sigamos con el ejemplo de risperidona. Al cierre de esta edición, las aplicaciones informáticas de las farmacias le atribuían un erróneo precio de referencia de 102,59 euros, es decir, el precio menor. Otra situación que deberá cambiar en los próximos días, pues Aeseg y diversas compañías de genéricos consultadas por este periódico aseguran que todas han solicitado la bajada, obligadas por la ley, y ajustado ya sus precios.