redacción Madrid “El observatorio Zeltia nació de la inquietud para que la sociedad adquiera conciencia y sea responsable y también para transmitir el conocimiento”. Con estas palabras presentó Fernando Mugarza, director de Comunicación del Grupo Zeltia, los resultados del proyecto ‘Innovación Sostenible’, que realiza junto a Philips y Forética y con la colaboración de RDiPress. El estudio establece que la Comisión Europea (CE) ha identificado como principales retos para la competitividad el estímulo de la innovación para las energías renovables, el fomento de la sociedad digital en los desarrollos de las empresas, y la contribución de la innovación a la mitigación de los efectos del cambio climático. Otro de los ejes del proyecto es el libro ‘Innovación y responsabilidad social: Tándem de la Competitividad’, elaborado por Carlos de la Torre e Itziar Maruri Palacín. La obra recoge casos de éxito de empresas inteligentes que han innovado de manera rentable, y se exponen una serie de recomendaciones que las compañías deberían tener en cuenta para conseguir un buen equilibrio entre innovación y Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Según manifestó Mugarza, los pilares de los que parte Zeltia son “la innovación entroncada con la responsabilidad social”, que se pone de manifiesto en las empresas que contemplan la innovación con el fin de mejorar la sociedad, “y el hecho de que los encargados de innovar son todos los miembros de la empresa”, y en especial los gestores de los distintos departamentos. Asimismo, el director de comunicación del Grupo Zeltia afirmó que “la Administración pública es determinante en el apoyo a la I+D+i”, y debe adelantar las ayudas a la empresas que la realicen”. Esta es la primera fase de un proyecto a tres años que se inició en 2010 con el objetivo de impulsar la innovación vinculada a la RSE como factores clave para la productividad y la competitividad empresarial. El objetivo de esta iniciativa es incorporar en las organizaciones una cultura de innovación basada en la sostenibilidad. Según los resultados del European Innovation Scoreboard, España se sitúa en el puesto 20 de las economías innovadoras. Su potencial se centra en sectores tradicionales y en abrir nuevos nichos de mercado en sectores emergentes. | viernes, 28 de octubre de 2011 h |