El número de farmacéuticos que se gradúan y se decantan por desempeñar su carrera profesional fuera del ámbito de la Farmacia Comunitaria es cada vez mayor. Pese a que, por el momento, no está teniendo un impacto directo sobre la capacidad asistencial de las oficinas de farmacia, sí que es un déficit que está presente en el sector y que empieza a preocupar. Motivo de ello, detectada esta problemática, se está trabajando en evitar que, en un futuro no muy lejano, esto se convierta en un verdadero problema para el correcto ejercicio de la profesión y la correcta atención sanitaria a los pacientes.

Para profundizar sobre esta cuestión, EG ha entrevistado a Raquel Martínez, secretaria general del Consejo Oficial de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF), quien relata que son “conocedores y sensibles al problema”. Además, indica que están trabajando intensamente tanto en averiguar como en analizar cuáles pueden ser los motivos, “está siendo objetivo de trabajo dentro de la organización colegial”, sostiene.

El grado es una licenciatura con un amplio abanico de conocimientos que, a su vez, tiene sus correspondientes salidas profesionales. Se están graduando unos 3.000 egresados en Farmacia y el paro es prácticamente inexistente en la profesión. Según las estadísticas colegiales, en las últimas tres décadas, casi se ha duplicado el número de colegiados, pasando de en torno a 40.000 a 80.000 en el año 2022. No obstante, indica que, a su vez, se está observando un envejecimiento progresivo de la profesión, “en el 2010 aproximadamente uno de cada cuatro colegiados era mayor de 55 años, es decir, el 25 por ciento, cifra que, a día de hoy, se sitúa en un 35 por ciento”.

Falta de vocación y nuevas demandas

El 89 por ciento de los farmacéuticos que se colegian ejerce su actividad profesional en las oficinas de farmacia. Sin embargo, hay una parcela de los licenciados que optan por formarse y adquirir más competencias profesionales en vez de incorporarse al mercado laboral. “El problema existe. Nos cuesta encontrar farmacéuticos con vocación hacia la modalidad de comunitaria”, sostiene la secretaria general del CGCOF. “A pesar de que el número de farmacéuticos que se licencian sí que consideramos que son suficientes como para cubrir la demanda profesional, lo que vemos es que en el mayor volumen de farmacéuticos se están dirigiendo a otras salidas profesionales”, alega.

Raquel Martínez, secretaria general del CGCOF.

Demandas de los “nuevos” farmacéuticos

Martínez también incide en que se han dado cuenta de que ahora se valoran otras cosas de cara a optar por unas u otras salidas profesionales. De hecho, recalca que antes se valoraba más el compromiso o el salario, en cambio, ahora se priorizan otros aspectos como la flexibilidad, la conciliación, el crecimiento profesional y el reconocimiento. “En FC, a nivel de horarios y conciliaciones nos están demandando otras cosas”, afirma. “Una oficina de farmacia al uso, que tiene su horario de mañana y tarde, no les seduce tanto como otros trabajos ligados por ejemplo a la Administración Pública o a la industria, es decir, que tengan más flexibilidad laboral, e incluso que incorporen la opción del teletrabajo”, añade. Además, indica que es más fácil encontrar farmacéuticos comunitarios en la capital que en las zonas rurales por la conciliación o la calidad de vida.

Por su parte, Ana María Mitroi, presidenta de la Federación Española de Estudiantes de Farmacia (FEEF), alega que “no es falta de vocación, simplemente es que, a día de hoy, hay muchísimas salidas profesionales que hace 20 años igual ni existían”. Al respecto, hace alusión a una encuesta que realizaron desde la FEEF, en la que 279 alumnos de 17 facultades de farmacia de España afirmaron que en el top tres de salidas profesionales más demandada se encuentran la industria farmacéutica, la oficina de farmacia y los análisis clínicos. A la cola se sitúan la industria alimentaria, la docencia y la sanidad ambiental.

Ana María Mitroi, presidenta de la FEEF.

Según la mencionada encuesta, los motivos que hacen decantarse a los estudiantes por una u otra opción son la vocación, el sueldo, las oportunidades de crecimiento profesional y personal, las posibilidades de proyección internacional, la cercanía al lugar de residencia y la propiedad de una oficina de farmacia en la familia. “Los estudiantes también suelen alegar que el trabajo es muy monótono o que les impide demostrar todo lo que han aprendido”, indica Mitroi.

Mitroi alega que si se les diera más responsabilidad a los adjuntos y se les valorase más el panorama cambiaría. En esta línea, destaca el desempeño de labores como la elaboración de SPD, la formación o cualquier otra función que se salga de la mera dispensación de medicamentos. “Esto es al final lo que llama a los adjuntos a trabajar en una oficina de farmacia”, asegura. Al respecto, añade que “si te gusta mucho tratar con personas sí es una salida atractiva, pero hay que tener vocación”.

Objetivo: desarrollar una carrera profesional continua

Poniendo el foco en las medidas concretas que se deberían aplicar para potenciar la figura del farmacéutico comunitario y recuperar ese sentimiento vocacional, Martínez afirma que hay que trabajar en el desarrollo de una carrera profesional continua. “Si nos pudiéramos enfocar más en ello y generar una serie de servicios asociados a los farmacéuticos en su conjunto, pero más en particular a los farmacéuticos adjuntos, daría lugar a ese desarrollo profesional continuo que nos están demandando”, garantiza.

Raquel Martínez, secretaria general del CGCOF.

Dentro del CGCOF en la actualidad están trabajando en la recertificación continua del farmacéutico. “Estamos persiguiendo ese reconocimiento periódico de la actividad profesional, formativa e investigadora llevada a cabo por el farmacéutico”, asegura Martínez. Además, añade que lograrlo ayudaría a clasificar a los profesionales en función de su grado de conocimiento. En esta línea, afirma que “es muy importante trabajar con las universidades en la propia formación del grado para que potencien el lado más asistencial del farmacéutico y se muestre como una opción más atractiva la salida comunitaria”, recalca. Al respecto, se refiere al Foro de Atención Farmacéutica de Farmacia Comunitaria desde donde ya están detectando este problema y desde donde están intentando aportar soluciones.

La primeros puntos de contacto sanitario se debilitan

La Atención Primaria (AP) también lleva años atravesando un déficit crónico de profesionales. Se está “debilitando” la vocación por puestos ligados a los primeros puntos de contacto sanitario. Pese a que el motivo de que esto esté sucediendo es incierto, la secretaria general alude a que la pandemia ha pasado factura. “Quizás la excesiva carga o presión asistencial a la que se le está sometiendo en los últimos años sumado a lo acontecido en la pandemia pueden ser algunas de las causas de que se esté generando esa desafección de esos primeros puntos de encuentro sanitario del ciudadano”, sostiene.

De hecho, la secretaria general del CGCOF resalta que “lo que se vivió fue muy duro y acrecentó esa desafección de la Atención Primaria en todo el sistema sanitario”. Fruto de ello, “se está perdiendo esa vocación de servicio público, aunque no en todos los casos”, asegura. Por ello, recalca que “hay que recuperar esa vocación, debemos potenciar ese desarrollo profesional ya desde el grado, se sebe fomentar la parte más asistencial del propio farmacéutico”.

El papel de las facultades

Con respecto a si se potencia o no esta salida profesional desde las facultades pertinentes hay cierta disparidad de opiniones. Por una parte, Martínez incide en que “ni desde los grados ni desde la autoridad sanitaria se está potenciando esta salida profesional como se debería”. Pese a ello, confirma que sí es un tema que está sobre la mesa. De hecho, Martínez forma parte de una estructura que trabaja dentro del Ministerio de Sanidad en el marco estratégico de AP para buscar soluciones a estas problemáticas.

Raquel Martínez, secretaria general del CGCOF.

En cambio, la presidenta de la FEEF considera que sí que se potencia lo suficiente esta salida profesional desde las universidades, aunque depende de la zona geográfica y de las plazas que estas oferten. “En la carrera se potencia sobre todo farmacia comunitaria y hospitalaria”. De hecho, resalta que, en muchas de las facultades de España han implantado el show room de farmacia. “Es una oficina de farmacia al uso y tienes que hacer un role play que consiste en resolver casos prácticos del día a día que puedan surgir, es decir, haciendo la dispensación, utilizando los programas que se usan habitualmente…”, asegura.

Una salida profesional “gratificante”

Los puntos fuertes de la FC en el desarrollo profesional son múltiples. Martínez destaca desde la gratificación personal. “Sentimos una compensación emocional tremenda cuando ayudamos a esas personas; cuando podemos fomentar su mayor conocimiento del uso del propio medicamento; cuando podemos solucionarles problemas del día a día vinculados a su propia patología y observamos, de primera mano, cómo imprimimos esa mejora de su calidad de vida e, incluso, cómo propiciamos que se empoderen en sus propias patologías haciendo que tengan menos ingresos hospitalarios, menos recaídas o incluso que se mantengan mayor tiempo sanos”, alega.

La secretaria general del CGCOF insiste en que desde la Farmacia hay que trabajar más en la prevención, en los pacientes sanos, para también evitar la saturación y el colapso de las especialidades. “Hay que potenciar e invertir en la primaria para que el sistema sanitario sea más eficiente”, reivindica.

Integración en AP y voluntad política

Uno de los mensajes más repetidos en el 23º Congreso Nacional Farmacéutico fue la necesidad de que la FC esté integrada en el SNS, una necesidad cada vez más latente. Al respecto, Martínez afirma que, pese a que la responsabilidad es compartida, la Administración también tiene responsabilidad de que se esté produciendo este “desencanto” con la FC por parte de los estudiantes. Ya que ni la propia Administración le da su lugar y la considera como un agente sanitario “de apoyo”, cuando es uno de los primeros puntos de contacto del paciente. “La responsabilidad es compartida, se debe trabajar en inyectar valor en esta salida profesional para que estos quieran optar por la Atención Primaria y no prioricen siempre la especializada”. Además, recalca que la Farmacia “debe estar incorporada de una manera definitiva y sólida tanto en el SNS como en la AP”.

Raquel Martínez, secretaria general del CGCOF.

Para el desarrollo profesional del farmacéutico ha incidido en que es necesario que se desarrollen Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales (SPFA) y que estos cada vez estén más incorporados en AP. “Para ello, es muy importante que exista una concertación de servicios y una remuneración a ese trabajo. Esto generaría un win win, una sostenibilidad al modelo español de Farmacia, una mejor atención a los ciudadanos y una mejor gestión de la primaria”, incide. No obstante, alega que “queda trabajo por hacer y la voluntad política es necesaria”.

“Estamos ante una paradoja porque cuando estamos en un momento histórico en el que hay un reconocimiento social del farmacéutico comunitario mayor como ese eje vertebrador del sistema, nos enfrentamos al reto de promover un mayor interés entre los jóvenes y los estudiantes de farmacia hacia esta salida profesional. Tenemos un desafío colectivo por delante”, concluye la secretaria general del CGCOF.


También te puede interesar…