Desabastecimientos de medicamentos: Europa busca su Cismed”. Este titular podía leerse en las páginas de EG el pasado mes de noviembre, como encabezado de un artículo que informaba del inicio de los trabajos para desarrollar un sistema coordinado de comunicación de faltas de fármacos entre países basándose en la herramienta con esa nombre desarrollada en España por el Consejo General de Farmacéuticos (CGCOF).

Pues bien, Europa —o parte de ella— ya tiene su Cismed. España, Francia, Italia y Portugal, a través de sus corporaciones farmacéuticas y el apoyo de las agencias de medicamentos, han diseñado un sistema común de detección y notificación de incidencias en el suministro de medicamentos a través de las farmacias.

En concreto, el Consejo General de Farmacéuticos de España, la Orden de Farmacéuticos de Francia, la Asociación Nacional de Farmacias de Portugal y la Federación de Farmacéuticos Titulares de Italia han consensuado aspectos básicos para facilitar la cooperación internacional a través del intercambio de información sobre desabastecimientos de medicamentos a nivel europeo.

El proyecto ha sido financiado por la Comisión Europea en el marco del programa Digital Health Europe y se ha basado en el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), sistema implantado en las farmacias españolas y a través de la cual más de 9.000 boticas ofrecen información a tiempo real sobre posibles faltas.

Objetivos y retos a salvar

El objetivo de esta iniciativa que se ha desarrollado a lo largo de 2020 ha sido presentar Cismed como práctica innovadora y explorar la viabilidad y la utilidad de intercambiar información comparable sobre desabastecimientos a nivel supranacional.

Las instituciones participantes han trabajado para salvar los retos existentes como son la ausencia de una identificación unívoca armonizada del medicamento en Europa, la falta de un protocolo común de notificación así como las diferentes definiciones nacionales de desabastecimiento, que normalmente no recogen parámetros que permitan cuantificar el problema de suministro.

Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos, destaca que “tras doce meses de trabajo, y en época de pandemia, se ha puesto de manifiesto que el intercambio de información entre las organizaciones farmacéuticas de los países participantes genera un conocimiento muy valioso para las autoridades sanitarias.”

Además, Aguilar señala que los resultados han desvelado que “la información que facilitan las farmacias tiene un potencial enorme para avanzar en la detección precoz de los problemas de suministro y facilitar una cooperación internacional efectiva para mitigar su impacto”, expone. “Por ello estamos convencidos de que este proyecto contribuirá de forma muy significativa al futuro Sistema Europeo de Detección y Notificación de Desabastecimientos” prosigue el presidente de los farmacéuticos españoles.

Conclusiones

El proyecto concluye que los sistemas de notificación de las farmacias son clave para ofrecer un conocimiento de la situación real y permiten tener capacidad de predicción y adelantarse a la ocurrencia de un problema de suministro.

Además, se aconseja que estos sistemas incluyan la funcionalidad de reporte automático desde las farmacias y en tiempo real para facilitar la adopción de medidas tempranas y eficaces. Con el fin de salvar las diferencias sobre denominación del medicamento, se propone utilizar estándares internacionales de clasificación, como SNOMED, para normalizar el intercambio de información.


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