M.R. / J.R-T El Global | viernes, 16 de noviembre de 2018 h |


Carcedo asegura que el desarrollo de CAR-T públicos ofrecerá formas más favorables de negociación


Las negociaciones del Ministerio de Sanidad con la industria para fijar el precio de las nuevas terapias CAR-T se auguran más duras de lo normal. La aprobación por parte del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) del Plan Nacional de Terapias Avanzadas plantea ciertas cuestiones en torno a la financiación de estas innovaciones. En la presentación de esta estrategia, la directora general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia, Patricia Lacruz, aseguraba que su departamento se encuentra actualmente “en fase de negociación con la industria dentro de la Comisión Interministerial de Precios”. No obstante, el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, remarcó que el proceso será “colaborativo con la industria”, pero recordó: “Desde el sector público seremos capaces de lanzar CARs y eso repercutirá en los costes”.

La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, también insistió, en la rueda de prensa tras el CISNS, en que el sistema podrá “negociar de forma más favorable con la industria” gracias a la existencia de esta terapia “pública”. En concreto, Sanidad se refiere al CAR-T ARI001, que en 2019 iniciará un ensayo clínico fase II en el que el Hospital Clínic hará de coordinador y en el que participarán 11 hospitales españoles. La intención de las autoridades es, en primer lugar, intentar que se apruebe por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) por lo que se denomina “exención hospitalaria” para, más adelante, conseguir el visto bueno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Esta terapia académica estará aprobada, previsiblemente, tal y como aseguró Lacruz, para todas las indicaciones de los CAR-T industriales ya aprobados: Kymriah (tisagenlecleucel), de Novartis, indicado para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda (ALL) y para el linfoma difuso de células B grandes (DLBCL); y Yescarta (axicabtagene ciloleucel), de Gilead, para el tratamiento del linfoma difuso de células B grandes (DLBCL).

En cuanto a cómo se dará acceso a estas terapias, el plan establece la creación de un grupo de expertos que, junto al Ministerio y las comunidades autónomas, decidirán los centros de referencia donde se podrán administrar estas innovaciones.

Más financiación

Una de las cuestiones más debatidas en la reunión entre las consejerías y el Ministerio fue la de cómo y quién asumirá los costes de estos tratamientos. En este sentido, muchas consejerías mostraron su preocupación, al tratarse de terapias con un elevado coste, ante la falta de financiación.

Así, el consejero de Sanidad de Galicia, Jesús Vázquez, fue uno de los primeros en solicitar financiación para poder abordar el Plan de Terapias Avanzadas. “Estimamos que una terapia puede costar medio millón de euros”, dijo Vázquez al tiempo que aseguró que “la necesidad de financiación es algo común a todas las comunidades, no sólo las del Partido Popular”. Vázquez también señaló que Galicia se postula como una de las comunidades que puede ofrecer un centro especializado para poder realizar el abordaje de estas innovaciones.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, por su parte, solicitó al Ministerio de Sanidad una regulación “mucho más profunda” que la establecida en Plan Estratégico, tanto a nivel de cómo se van a financiar como de la forma en la que se van a derivar los pacientes a los centros de referencia (CSUR).

Ruiz Escudero aseguró que su comunidad será una de las regiones receptoras de pacientes porque, “con bastante probabilidad”, tendrán tres centros acreditados. Sin embargo, criticó que el Plan vea la luz antes de tener las unidades de referencia acreditadas.

También centró su crítica en la financiación. “Estos medicamentos tienen alto impacto económico y queremos saber la financiación”, dijo. Asimismo, aseguró que el fondo de cohesión se ha mostrado insuficiente, sobre todo para esto. “Hay que buscar una fórmula más adecuada. Tenemos que olvidarnos de la manera de tratar hasta ahora porque estas terapias también implican modelos organizativos distintos”, indicó.

La consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Ana Barceló, también envió un aviso al Ministerio: “Viene un proceso de acreditación de centros de referencia y tenemos que ver cómo serán y cómo se financiarán, porque sin la financiación no vamos a poder llevar estos tratamientos”, comentó.

Medir resultados

Otro de los ejes de este plan, tal y como aseguró María Luisa García Vaquero, subdirectora adjunta de la Subdirección General de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios durante la Jornada sobre Medicina Personalizada y Genómica en los ciclos Rethink the Future, será la medición de resultados. ”Los centros deberán establecer equipos multidisciplinares que evalúen estas prácticas y los resultados en salud”, dijo. Estas unidades deberán estar compuestas por profesionales de distintas especialidades, así como con la colaboración de las compañías farmacéuticas.

En definitiva, se trata de un plan que, aunque necesita más desarrollo, cuenta con el apoyo de la mayoría de agentes del sector. Desde la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), su presidente Jorge Sierra, celebró que el plan contase desde un primer momento con la opinión de los profesionales y destacó el hecho de que el ministerio valore la importancia del desarrollo de CARs académicos.


Las comunidades autónomas demandan financiación para poder dar acceso a estas terapias innovadoras