La venta de mascarillas se ha disparado por la pandemia de COVID-19 y los diferentes tipos están generando una gran confusión entre los ciudadanos, que no saben cuál es la más adecuada en cada situación. Así, se han publicado en el BOE las nuevas medidas de la Comunidad de Madeid relacionadas con las mascarillas, entre las que se incluye la prohibición de usar aquellas provistas de válvula exhalatoria, salvo para los profesionales, como ya hizo Galicia el pasado mes de junio.

A nivel general, las mascarillas se pueden dividir en tres grandes grupos, mascarillas higiénicas, mascarillas quirúrgicas y EPIs (equipos de protección individual). Cada una de ellas está indicada para ser utilizada preferentemente en una situación concreta. En el caso de la población vulnerable, es recomendable consultar con un médico para saber qué tipo de mascarilla es la más conveniente según su situación concreta.

Uso correcto de las mascarillas

Las mascarillas solo son un medio complementario de protección. Por eso, se deben seguir cumpliendo las demás medidas de prevención y distanciamiento social que indican las autoridades sanitarias.

Madrid recuerda que el uso de mascarilla es obligatorio para mayores de seis años, tanto en el transporte, como en la vía pública, espacios al aire libre y en cualquier lugar cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público. Para los menores de entre tres y cinco años, su utilización es recomendable pero no obligatoria.

En el caso de los espacios abiertos o cerrados, se podrá utilizar cualquier tipo de mascarilla, “preferentemente las higiénicas o quirúrgicas“. Sin embargo, habrá que prescindir de aquellas que lleven válvula exhalatoria, las conocidas como “mascarillas egoístas”, pues tan solo sirven para que las personas que las lleven no se contagien. En esta prohibición tan solo están excluidos los profesionales para los que el uso de este tipo de mascarilla pueda estar recomendado.

Para hacer un uso correcto de la mascarilla, se debe colocar adecuadamente (cubriendo desde parte del tabique nasal hasta la barbilla) y no tocar la tela con los dedos. Hay que usarla durante el tiempo máximo recomendado y desinfectar las manos son necesidades adicionales para que esta cumpla con el nivel de eficacia para el que ha sido fabricada.

Antes de ello, es importante que, a la hora de comprar, se lea el etiquetado, pues ofrece información sobre el tipo de mascarilla que se va a adquirir. También incluye de dónde proviene (el fabricante), la eficacia de filtración bacteriana, si la mascarilla es reutilizable o no, el número máximo de lavados, las instrucciones de colocación o las normas UNE con las que se ha fabricado, que marcan unos estándares de calidad y, en su caso, el Marcado CE.

Mascarillas higiénicas

Están especialmente pensadas para su uso en personas sanas, que no presenten síntomas de enfermedad. Cubren nariz, boca y barbilla y pueden ser reutilizables o no. Se pueden encontrar tres clases diferentes. Este tipo de mascarillas no son un EPI ni un producto sanitario.

Mascarillas quirúrgicas

Están pensadas para ser utilizadas por personas con síntomas o positivos asintomáticos. Su objetivo es evitar que las personas transmitan la enfermedad. Estas mascarillas están diseñadas para filtrar el aire exhalado protegiendo a quienes están alrededor de la persona enferma y evitando la dispersión vírica al estornudar o toser. Debe tener un mecanismo que permita ceñirla a la nariz, barbilla y boca de quien la use. Existen dos tipos de mascarillas según su eficacia de filtración bacteriana de tipo I y tipo II. Se colocan con el lado blanco hacia el interior y el lado de color (que suele ser azul o verde) hacia el exterior.

Equipos de protección individual (EPIs)

Estas mascarillas están indicadas especialmente a los profesionales sanitarios que están en constante contacto con enfermos, así como para personas vulnerables con indicación médica. Su función es filtrar el aire que inhalamos y así evitan que entren partículas contaminantes a nuestro organismo. Por tanto, los EPIs protegen a la persona que los lleva.

¿Cuándo puedo quitarme la mascarilla?

Hay excepciones en las que se puede prescindir de la mascarilla. Solo es posible no llevar mascarilla en las siguientes situaciones:

  • En el momento de realizar actividad deportiva al aire libre siempre que, teniendo en cuenta la posible concurrencia de personas y las dimensiones del lugar, pueda garantizarse el mantenimiento de la distancia de seguridad con otras personas no convivientes.
  • Durante el consumo de bebidas y alimentos.
  • En los espacios de la naturaleza o al aire libre fuera de núcleos de población, siempre y cuando la afluencia de las personas permita mantener la distancia interpersonal de seguridad de, al menos, 1,5 metros.
  • En las piscinas durante el baño y mientras se permanezca en un espacio determinado, sin desplazarse, y siempre que se pueda garantizar el respeto de la distancia de seguridad interpersonal entre todas las personas usuarias no convivientes. En cualquier caso, será obligatorio el uso de mascarilla en los accesos, desplazamientos y paseos que se realicen en estas instalaciones.
  • En los centros de trabajo exclusivamente cuando los trabajadores permanezcan sentados en su puesto de trabajo siempre que se pueda garantizar la distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros con otros trabajadores y/o usuarios de las instalaciones.
  • Durante el consumo de tabaco, cigarrillos electrónicos o cualquier otro dispositivo de inhalación de tabaco, pipas de agua, cachimbas y asimilados en aquellos lugares en los que esté permitido de acuerdo a la normativa específica, siempre que pueda garantizarse el mantenimiento, en todo momento, de la distancia de, al menos, 2 metros con otras personas.
  • Durante las intervenciones de las partes en toda clase de procesos judiciales siempre que se pueda garantizar la distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros con otras personas o, en su defecto, se disponga de mamparas separadoras de protección.

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