Tras el rechazo del Congreso de los Diputados a la regulación integral del cannabis para su uso terapéutico y recreativo el pasado mes de febrero, la Sociedad Española del Dolor (SED) se postula como defensora de una Ley del Cannabis que contemple su indicación para el tratamiento del dolor crónico neuropático refractario y oncológico.

En el XIX Congreso Nacional de esta sociedad científica, los expertos en dolor han reivindicado esta regulación para España que garantice la seguridad, eficacia y acceso a los pacientes que lo necesiten para el tratamiento de su dolor.

Para la SED, la Ley de Cannabis debe establecer las indicaciones específicas para su uso terapéutico, la forma de administración en la que se han de realizar los tratamientos, quiénes son los prescriptores, dónde puede dispensarse la medicación y regular la calidad y la pureza del cannabis que se utiliza con fines médicos.

Jesús De Santiago Moraga, coordinador del Grupo de Cannabinoides de la SED, indica que es “importante” que el uso del cannabis con fines terapéuticos sea “supervisado por profesionales de la salud especializados en tratamiento del dolor y que los pacientes reciban la información adecuada sobre los posibles efectos secundarios y riesgos asociados al uso de cannabis”.

El especialista insiste en que la legislación debería incluir la necesidad de la educación y formación de los profesionales sanitarios y de otros sectores que pueden estar relacionados con el empleo del cannabis medicinal, como farmacéuticos y cuidadores.

Además de la indicación para el dolor oncológico y neuropático, De Santiago puntualiza que el cannabis también estaría indicado en otros tipos de dolor crónico refractarios, como el presente en la fibromialgia o en el dolor crónico visceral primario, “pero las guías clínicas sólo recomiendan su uso realizando ensayos terapéuticos individuales y no de forma generalizada”.

Antes de la PL

Antes de que pueda darse la proposición de ley, la Agencia Española del Medicamento (Aemps) debe publicar las recomendaciones realizadas por la subcomisión del Ministerio de Sanidad en relación con el cannabis medicinal, subcomisión que salió a relucir en el Congreso de los Diputados en el estreno de José Miñones como ministro de Sanidad.

Durante la primera toma de contacto del titular de la cartera de Sanidad, la diputada Josune Gorospe Elezcano, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), inquirió al ministro sobre el tiempo que tardará el Gobierno en cumplir el mandato del Congreso para aprobar el uso médico del cannabis.

“En la actualidad existen ciertos medicamentos que ya contienen derivados de cannabis, debidamente autorizados y por tanto accesibles para pacientes y profesionales de la salud, como, por ejemplo, los utilizados para el tratamiento de la esclerosis múltiple o la epilepsia”, explicó el ministro.

En este sentido, Miñones aclaró que la información es “insuficiente”. “No podemos recomendar su uso y por lo tanto debemos ir de la mano de la evidencia científica para asegurar ese balance positivo beneficio-riesgo”, señaló.

El ministro aseguró que el marco normativo establece que la fabricación, exportación e importación, así como el comercio, distribución y uso de estupefacientes debe restringirse a la utilización terapéutica y médica. “Forma parte de nuestro ordenamiento jurídico y por tanto es de obligado cumplimiento”, recordó.

La diputada del PNV reaccionó con sorpresa espetando que cómo podía decir el responsable de la cartera de Sanidad que no hay ninguna información ni evidencia científica.

“Pónganos en la misma situación en la que están otros países europeos”, esgrimió la diputada, a lo que el ministro de Sanidad respondió que el mandato que tiene la Subcomisión, que es el de reunir evidencia científica, está siendo utilizado por la Aemps para “trabajar en la información que permite establecer cuál es el encaje normativo más adecuado con dos objetivos: la seguridad y la eficacia”.


También te puede interesar…