Sin duda, la pandemia de COVID-19 ha sido el tema sanitario que ha copado 2020. No sólo por la pandemia en sí misma, sino por las debilidades que ha dejado al descubierto en términos de investigación y sanidad. En este recién estrenado 2021, además de continuar con la lucha contra la pandemia, todos los países a nivel mundial tienen como reto fortalecer sus sistemas sanitarios para garantizar que los ciudadanos reciben una atención sanitaria adecuada, tanto en relación al coronavirus como con otras patologías.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), instan a la unión entre territorios para ofrecer una buena respuesta ante pandemias y otras emergencias sanitarias. Para ello, ponen 10 retos en el horizonte de los próximos 12 meses.

Apuesta por la cooperación transfronteriza

La OMS asegura que trabajará codo con codo con los países, para garantizar que refuerzan su preparación ante pandemias y emergencias sanitarias. De la misma manera, instan a reforzar los sistemas sanitarios para poder proteger mejor a las comunidades más vulnerables, independientemente del entorno. Para lograrlo, consideran que se han de aprovechar tanto las alianzas existentes como crear otras nuevas que sean capaz de impulsar una asistencia sanitaria global, estandarizando la salud pública.

Asimismo, abogan por la creación de un ‘biobanco’; se trata de un sistema mundial en el que compartir materiales patógenos y muestras clínicas que facilite el desarrollo de vacunas y tratamientos seguros y eficaces.

Por otra parte, desde la OMS señalan la necesidad de mejorar la formación e información sobre temas sanitarios con el fin de combatir la infodemia.

Acelerar el acceso de test, medicamentos y vacunas contra la COVID-19

Además de la necesidad de actuar de manera global contra la COVID-19, es preciso contar con herramientas que ayuden en esta misión. En este contexto, contar con métodos diagnósticos, vacunas y tratamientos que ayuden a luchar contra la pandemia de SARS-CoV-2, se torna fundamental para acabar con esta fase aguda de la pandemia.

En estos momentos ya hay herramientas prometedoras, fruto de un proceso de investigación sin precedentes. Ahora, hay que obtener los recursos necesarios para que lleguen a todos los puntos donde se necesitan. Aquí, la OMS cuenta con la herramienta ACT-Accelerator, plataforma cuya misión es mejorar el acceso; en concreto, para 2021, tiene como objetivos distribuir 2.000 millones de vacunas; 245.000 millones de tratamientos; impulsar pruebas para 500 millones de personas en países de ingresos medios y bajos; y, por último, fortalecer los sistemas de salud necesarios para apoyarlos.

Mejora de la salud global

Contar con sistemas sanitarios fuertes es crucial para afrontar emergencias sanitarias inesperadas. Por ello, la OMS trabajará este año con socios de todo el mundo para conseguir este objetivo. En este marco, la organización llevará a cabo dos iniciativas importantes: implementar el nuevo programa de atención primaria de salud de la OMS y su programa de sanidad universal (UHC Compendium). Con esto se pretende detectar cuáles son las necesidades esenciales en cada territorio para cubrirlas.

También con este punto como base, la OMS indica que liderará una campaña mundial para fortalecer la fuerza laboral en materia de sanidad, al coincidir 2021 con el Año del Trabajador de la Salud y el Cuidado.

Acabar con la inequidad entre territorios

Uno de los aspectos que la pandemia ha puesto de manifiesto es la necesidad de acabar con las disparidades entre territorios en materia sanitaria. Con esta crisis, algunas de ellas se han acrecentado y corren el riesgo de seguir empeorando. Por ello, basándose en los datos más recientes, la OMS pretende monitorizar aquellos temas que provocan esta inequidad para definir cómo solventarlos y asegurar unas condiciones sanitarias adecuadas en aquellas áreas menos favorecidas.

Como acción concreta, el 7 de abril de 2021, la OMS hará un llamamiento a la acción mundial para transmitir la necesidad de acabar con estas inequidades.

Más liderazgo en ciencia y datos

Desde la OMS van a monitorizar los avances científicos relativos a la COVID-19, tratando de aprovecharlos para mejorar la situación a nivel mundial. Asimismo, plantean que fortalecerán sus funciones técnicas básicas para dar las mejores recomendaciones basadas en evidencia para la salud pública en numerosas enfermedades.

La Organización cuenta con el Paquete Técnico SCORE, con el que pretenden ayudar a los países a fortalecer la capacidad de sus sitemas de información y datos de salud para informar sobre el progreso respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud.

Avanzar en la lucha contra las enfermedades transmisibles

La polio, el VOH, la tuberculosis, la malaria… Durante las últimas décadas tanto la OMS como autoridades sanitarias de todo el mundo han trabajado para evitar nuevos brotes y epidemias de enfermedades transmisibles. Como consecuencia de la irrupción de la COVID-19, en muchos casos se ha detenido la inmunización en muchas de estas enfermedades; pero, una de las prioridades de la entidad pasa ahora por recuperar las vacunaciones perdidas. Una de las medidas concretas que se propone es la de mejorar el acceso a la vacuna contra el VPH.

En los próximos diez años, se plantea la necesidad de implementar la Hoja de Ruta para las Enfermedaes Tropicales Desatendidas, con la que se pretende llegar a controlar, eliminar y erradicar hasta 20 patologías diferentes. También, maximizar los esfuerzos para tratar de terminar con el sida, la tuberculosis, la malaria y la eliminación de la hepatitis viral en 2030.

Acabar con las resistencias a medicamentos

Unir a todos los agentes implicados es fundamental para acabar las enfermedades infecciosas. En esta línea, uno de los puntos críticos es la lucha contra las resistencias microbianas. Para lograrlo, la OMS pretende aunar a sus socios de One Health, la Organización para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y al resto de stakeholders para impulsar el trabajo en esta materia.

Simultáneamente, la OMS seguirá controlando los planes de acción nacionales, reforzando los relacionados con las resistencias microbianas y los planes de emergencias en salud.

Abordaje de enfermedades no transmisibles y mentales

Según las últimas estimaciones de la OMS, las enfermedades no transmisibles fueron responsables de 7 de cada 10 de las principales causas de muerte en 2019. También la crisis de COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de reforzar los programas de detección y tratamiento de afecciones como el cáncer, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.

Además, la situación vivida durante los meses de pandemia ha sacado a la luz la necesidad de reforzar los recursos para dar una atención adecuada a la salud mental. Por ello la OMS afirma que en 2021 impulsará aquellos esfuerzos encaminados a ampliar estos servicios, para atender a los desafíos pendientes en esta área.

Mejoras en reconstrucción

Identificando aquellas mejoras que se puedan llevar a cabo para la reconstrucción tras la crisis, optar por un modelo más verde y saludable es imprescindible para la OMS. Así lo reflejan en su Manifiesto para una recuperación saludable de la pandemia, abordando el cambio climático y sus consecuencias en la salud, atendiendo a aspectos de tal importancia como la mejora de la calidad del aire.

En junio de 2021 se celebrará una conferencia centrada en el apoyo a la salud en los estados en desarrollo. Al mismo tiempo, recopilarán las recomendaciones de la Comisión de la OMS, Unicef y The lancet para asegurar un planeta más sostenible en el futuro. En este punto, quieren dar cabida a una mejora de los sistemas de nutrición y alimentación en el mundo, sobre todo en aquellas áreas con menos recursos.

Actuar de manera solidaria

Con este punto, la OMS se refiere a que mostrando una mayor solidaridad entre naciones y/o entidades es de gran ayuda para asumir los grandes retos globales existentes en salud. Por este motivo, instan a cerrar con las brechas existentes.

Durante el transcurso de 2021, la entidad aboga por aumentar la solidaridad entre los Estados miembro de la OMS, y generar nuevas iniciativas; entre ellas, la creación de nuevos grupos, el fortalecimiento de las alianzas con la sociedad civil y el sector privado, o la asociación con la nueva Fundación OMS. Siguiendo esta metodología consideran que se dará un impulso importante a su capacidad institucional.


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