Las comisiones del Congreso de los Diputados son, generalmente, los lugares donde se ‘cocina’ el marco regulatorio que regirá al conjunto del país, como mínimo, durante el tiempo que dure la legislatura. En concreto, la de Sanidad –en la XV Legislatura separada por primera vez de Consumo– tiene carácter permanente, legislativo y cuenta con una homóloga en el Senado.

Según el Reglamento del hemiciclo, una comisión es el órgano formado por “los miembros que designen los Grupos Parlamentarios en el número que, respecto de cada uno, indique la Mesa del Congreso, oída la Junta de Portavoces, y en proporción a la importancia numérica de aquéllos en la Cámara” y que, en materia de competencias, aborda los asuntos relacionados, en este caso, con la salud y sus estructuras en el conjunto nacional.

Y en concreto, en la presente legislatura se ha acordado que las comisiones cuenten con 37 miembros, en Sanidad repartidos en 14 para el Partido Popular, 12 para el PSOE, tres para VOX, tres para SUMAR y uno respectivamente para Partido Nacionalista Vasco (PNV), Euskalerria Bildu (EH Bildu), Junts per Catalunya (JxCat), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el Grupo Mixto (GM), en este caso, representado por Unión del Pueblo Navarro (UPN).

Asimismo, los acuerdos que salen adelante corresponden a los que una mayoría simple apruebe, algo que, tras la conformación del presente Gobierno de coalición –en cuya investidura han participado una decena de fuerzas políticas de diferente signo– aboca necesariamente al diálogo multicolor. 

En este caso, la aritmética tras la sesión de conformación del pasado 4 de diciembre inaugura múltiples escenarios. Entre ellos, se encuentra la posibilidad de obtención de mayorías por parte del Partido Popular. Es sencillo: basta con la abstención de las formaciones independentistas y el voto favorable de VOX para que los de Alberto Núñez Feijóo lo logren. O en su defecto, la abstención de la derecha independentista (PNV y JxCat) abocaría a que el Grupo Mixto, capitaneado por UPN –quien ya brindó su apoyo a la investidura de Feijóo–, decantara la balanza ante el empate técnico entre el eje izquierda/derecha.

Al respecto de los antecedentes en materia sanitaria, una situación plausible en tanto el proceder habitual de las autonomías vasca y catalana, que rigen bajo sus códigos particulares la gestión de la salud sin grandes evidencias de coordinación, siquiera, con el Ministerio competente. O por lo menos hasta la fecha, siendo habitual que sus representantes políticos rechacen, incluso, acatar algunas medidas acordadas en el Consejo Interterritorial de Salud como ya pasó en la gestión de la pandemia. 

Las sumas de la comisión

En todo caso, el reparto final de las presidencias de las comisiones deja entrever algunos esbozos de cómo echa a andar la actual legislatura. Como premisa, la existencia de un pacto entre las dos grandes formaciones presentes en el parlamento nacional (PP y PSOE) ha dejado en manos de los populares 12 de las 31 comisiones aprobadas en la sesión plenaria del 28 de noviembre. Una quiniela de la que VOX se ha quedado fuera y cuyo líder, Santiago Abascal, no ha tardado en afear.

Esta escenificación de ruptura entre PP y VOX se ha materializado en las votaciones para los representantes de la Mesa. En Sanidad, VOX ha propuesto para la presidencia a David García Gomís, el que será su portavoz en la comisión, así como a Tomás Fernández para la vicepresidencia.

Quienes sí han mantenido la unidad de voto han sido PODEMOS y SUMAR, coincidiendo en sus pronunciaciones para controlar la Mesa tanto Javier Sánchez Serna, diputado de los morados, como Rafael Cofiño o el propio Agustín Santos, ya presidente. Una tónica compartida con su principal socio, el PSOE, y el resto de formaciones que han participado del acuerdo de gobierno e investidura.

Sin embargo, aunque se haya respetado el sentido de voto del pacto de investidura, la derecha política podría llegar a contar hasta con un total de 20 votos en un escenario en el que JxCat, PNV, VOX y UPN, aunque asista en calidad de portavoz del Grupo Mixto en el que se encuentra también Coalición Canaria (CC) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), se pusieran de acuerdo. Una cifra superior a los 15 que suman PSOE y SUMAR, o los 17 en caso de que apoyaran ERC y EH Bildu.


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