España ha sido designada como ponente para la evaluación europea de las vacunas para la COVID-19. Así lo ha asegurado la directora general de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps) ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados. Para María Jesús Lamas, esto demuestra “el elevado nivel científico técnico” de los evaluadores españoles.

María Jesús Lamas, directora de la Aemps, durante la Comisión de Sanidad en el Congreso de los Diputados

Disponer de vacunas eficaces y seguras ha sido uno de los leit motiv de la Aemps frente a la crisis. Gracias al trabajo conjunto de la comunidad científica, la industria y los reguladores, Lamas ha asegurado que será posible disponer de vacunas en tiempo récord. Frente a un período medio de desarrollo de 10 años, “la vacuna eficaz y segura contra la COVID-19 podría estar antes de dos”, ha subrayado. Alguna de estas “candidatas prometedoras” en cuya evaluación España participará como ponente, han sido presentadas ya a la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Que España haya sido designada como ponente para la evaluación europea de las vacunas demuestra que la Aemps ha aumentado su ya relevante peso internacional durante la crisis. No hace mucho se anunció que España también participará en el Comité Directivo que adoptará decisiones en los procesos de compra anticipada de vacunas a nivel europeo. En este caso será César Hernández, jefe del Departamento de uso Humano de la Aemps, el encargado de representar a nuestro país en un equipo formado por Francia, Alemania, Holanda, Suecia, Polonia y España.

La fabricación y el envasado de las vacunas para la COVID-19

Si bien la investigación y evaluación de proyectos de vacunas es importante, no es el único reto. También será necesario, según ha destacado la directora de la Agencia, “escalar la producción a un nivel nunca visto“.

En esta tarea están inmersas compañías de toda Europa, y también españolas. “Somos una potencia de fabricación de vacunas veterinarias, que utilizan plataformas similares a las vacunas de uso humano”, ha apuntado Lamas. Después de explorar cómo ampliar sus capacidades de producción, la Aemps confía en que España pueda hacer “una contribución significativa” al respecto.

Pero tampoco bastará con poder fabricar. El envasado es otra parte crítica de una vacuna, que podría ser limitante para su disponibilidad. De nuevo, según la Aemps, España dispone de plantas farmacéuticas con capacidad en el llenado desde el granel a las formas últimas de distribución (viales o jeringas precargadas). Lamas ha asegurado que “ya se ha demostrado esta capacidad en las campañas de gripe común”.


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