¿Sabemos planificar y adquirir vacunas?

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El anunciado retraso en la entrega de las vacunas de Covid-19 de AstraZeneca ha desatado la ira de la Comisión Europea. Es necesario mayor transparencia en la compra de vacunas. No es admisible un retraso de 4 meses en la formalización de la adquisición para negociar precios a la baja. El valor de la vacuna es indiscutible. ¿Aprenderemos a planificar y establecer las necesidades en materia de vacunas en los países?

Los problemas nunca vienen solos. Al retraso anunciado por AstraZeneca en sus entregas le ha seguido una batería de anuncios cuestionables de distintos Gobiernos y de la propia Comisión Europea. Los nacionalismos con la vacunación no son admisibles, porque dejan de lado a los países pobres, cuya miseria crece con la Covid-19.

Según ha informado la Organización Mundial de la Salud, un total de 37 países de occidente (Estados Unidos y Europa, principalmente), estarán vacunados en su mayoría a finales de 2021. Más de 60 países lo estarán en 2022, y un total de 84, la mayoría del continente africano, no se vacunarán hasta 2023.

“Alargar el periodo de vacunación no es sólo olvidarse del principio de solidaridad, sino que las vacunas podrían perder eficacia con nuevas cepas”

Un escenario preocupante, porque alargar el periodo de vacunación no es sólo olvidarse del principio de solidaridad, sino que las vacunas podrían perder eficacia con nuevas cepas de SARS-CoV-2. La falta de solidaridad de los países ricos saldrá muy cara a toda la humanidad. La OMS ha sido muy clara con esta situación: “Estas acciones prolongarán la pandemia, las restricciones y confinamientos y el sufrimiento humano”. Al menos desde la UE, la presidenta Ursula von der Leyen ha afirmado que la UE y 186 países más, conseguirán vacunas para países de bajos ingresos.

Reino Unido ha anunciado que, tras atender sus necesidades de vacunas, ayudará a sus socios europeos”

Reino Unido ha anunciado que, tras atender sus necesidades de vacunas, ayudará a sus socios europeos. Curiosa muestra de solidaridad.

Y la Comisión Europea (CE) amenaza con retener las exportaciones de vacunas, lo que sería otro desastre.

La Unión Europea (UE) no puede impedir el comercio internacional. Va contra los principios que siempre se han defendido en su seno. Un país no tiene fábricas en su territorio para impedir la libre exportación con cualquier pretexto. No se puede subsanar un problema provocando otro por una mala gestión de la compra de vacunas por los funcionarios de la CE.

Bloqueo de las exportaciones:¿Transparencia?

Si el objetivo del bloqueo de las exportaciones es arrojar transparencia, la CE debería hacer públicos los contratos firmados con AstraZeneca.

También debería explicar la Comisión Europea y su Comisaria de Salud, Stella Kyriakides, la razón de retrasar 4 meses los pedidos de vacunas respecto a países como Estados Unidos, Reinuo Unido o Israel. Y si la negociación de precio a la baja merecía la pena.

Resulta incompetente no saber cuándo lo que pagas por una vacuna tiene un valor alto. Regatear no sólo es estúpido sino que va contra el sentido común.

Un retraso predecible: anticipación

Si hablamos de suministrar 14.000 millones de dosis, resulta obvio que los primeros en anticipar el reto se apresuraron a firmar los contratos oportunos. Y más teniendo en cuenta que se necesitan entre 12 y 36 meses para producir una vacuna. El debate de la planificación en la adquisición de vacunas no es nuevo, pero ha tenido poca atención por las autoridades sanitarias en general.

Con la capacidad de producción limitada para cualquier vacuna, es necesario un plan de adquisiciones que incluya asegurar que cada país las adquiere en plazo, forma y precio. Quien quiera atajar sin hacer los deberes, en alguno de estos capítulos, asume la responsabilidad del fracaso de su gestión. Es como cuestionar el precio de una máquina quitanieves con un país colapsado por la nevada. Ahorrar es relevante, pero en lo importante hay que invertir bien y rápido.

Es como si no compramos mascarillas FFP2 hasta que estén a 0,6 € en los fabricantes, como ahora. Quizás aprendamos a tomarnos en serio la planificación vacunal en cada país, la anticipación necesaria y a conocer, de verdad, cómo se fabrica y qué plazos y previsión necesitan las vacunas. Porque van a estar en nuestras vidas durante muchos años, afortunadamente.