Esther Martín del Campo Env. especial a Santander | viernes, 13 de septiembre de 2019 h |

Recuperar el papel de la atención primaria en materia de salud pública e incorporar la voz de los clínicos en los procesos de toma de decisiones en este terreno son dos recetas para hacer frente a los nuevos desafíos que parten de la experiencia en el ámbito de la gestión. Dos ideas que se han puesto sobre la mesa en el marco del curso “En un mundo global… las vacunas cuentan”, organizado esta semana en Santander por la Universidad Internacional Menendez Pelayo y la compañía MSD.

El ex consejero de Salud de Andalucía, Aquilino Alonso, y la gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez, pusieron un especial énfasis en ello. Alonso recordó que con la reforma del Sistema Nacional de Salud y de la atención primaria todos los agentes tuvieron claro que la salud pública constituía una parte importante en este primer nivel, aunque admitió que muy pronto desde el ámbito asistencial se olvidó esa parte de la salud pública en materia de prevención y promoción de la salud. “Tenemos que ser capaces de recuperarlo”, invitó. “Hay que darle una vuelta a la atención primaria y reforzar su papel en la salud pública. Hay camino por delante”, defendió el ex consejero.

Alonso admitió que en muchas ocasiones se olvida la promoción de la salud que se hace desde primaria y no se invierte lo suficiente, de igual modo que escasea la inversión en las estructuras propias de los servicios de salud pública, que resultan solo visibles en momentos de crisis en los que su actuación resulta fundamental, lamentó el gestor. En la misma línea, Celia Gómez abogó por recuperar la esencia de la reforma sanitaria en los años 80 y el papel de AP y de los servicios asistenciales. “Hay que aprovechar los momentos de crisis para ponerlo encima de la mesa”, incitó.

Pero recuperar el peso de la primaria en la salud pública no será factible sin otros cambios de calado, que pasan por incorporar a los profesionales en los procesos de toma de decisiones. Javier Castrodeza, ex secretario general de Sanidad, lo ve claro. “La toma de decisiones en salud pública debe estar muy unida a la actuación de los servicios asistenciales. Hay que avanzar para que la toma de decisiones no sea un territorio competencial del ámbito de la gestión y se pueda dar cabida a otros profesionales que tienen que desarrollar las tareas asistenciales”, expuso.

Desde el ministerio, María Luisa Carcedo reconoció el mérito de los profesionales sanitarios tanto en las altas tasas de coberturas vacunales, con un 95 por ciento de la población infantil, como en la difusión del mensaje sobre la efectividad de las vacunas, que ha calado en la sociedad. “Médicos, pediatras y enfermería de atención primaria están convencidos de los beneficios de las vacunas y comprometidos con ello”, subrayó.