| viernes, 10 de enero de 2014 h |

En 2007 Grecia comenzó de manera prematura a sentir el efecto de una economía ficticia, de más funcionarios y jardineros de los que hacía falta, y de vivir a cuenta de la UE. En el año 2010 contaba con un presupuesto en medicamentos con cargo a fondos públicos de 5.600 millones de euros. Con algo más de 11 millones de habitantes, parece que lo lógico sería tener una cuarta parte del presupuesto que tiene España, grosso modo. Pero no era así, de lejos.

Grecia ha anunciado un presupuesto en 2014 de 2.000 millones de euros y, para conseguir una nueva reducción del gasto en medicamentos, ha impulsado una reforma del sistema de precios y reembolsos que va a enrarecer aún más el ambiente que respira el sector farmacéutico. Grecia quiere impulsar la Directiva de Transparencia al tiempo que aprueba una Ley que afecta a los precios a escala mundial. La tendencia es clara: un análisis que compara 2007 con un periodo de tres años anterior (2000 y 2003) muestra que cada vez tardan más los países en la aprobación de medicamentos e incorporan un menor número. Una tendencia que era manifiesta en 2007, cuando tan sólo Grecia había encendido la señal de alarma de la crisis que se avecinaba. España tuvo los primeros ajustes duros en 2010. Que los ánimos de los griegos no están para más alegrías lo demuestra la imposibilidad de imponer un pago de 25 euros por hospitalización, ya que el Gobierno de Antonis Samaras ha tenido que dar marcha atrás con la medida a aplicar en Enero de este año, y cargar con impuestos al tabaco el menor ingreso esperado por las arcas helenas.

Una de las prioridades en materia legislativa de la presidencia griega será también, cómo no, la eterna Directiva de Transparencia. Desde luego, no resulta el país más apropiado para preocuparse por un asunto que ataca la línea de flotación de la I+D+i de la UE. Entre otras cosas, porque el 20 por ciento de la facturación de las compañías se destina a investigar, por lo menos hasta ahora. Sin mencionar el empleo generado por el sector, también afectado en estos momentos.

Parece razonable que los países miren a su alrededor y comparen precios, los expertos no dicen que haya que ir hasta el paso de las Termópilas o hasta Lituania, economías alejadas de la española, para establecer comparaciones. No parece tampoco que ese vaya a ser nuestro caso. Sería pues razonable que los precios helenos no pudieran ser utilizados como referencia. Grecia tiene seis meses y 14 consejos de ministros para ejercer su liderazgo y no dejar que sus finanzas dejen al sector farmacéutico europeo en la UCI.

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¿Hasta qué cifra bajará Grecia su presupuesto en medicamentos? ¿Y el precio de los mismos? No parece que deba ser referencia para otros países.

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