| viernes, 03 de junio de 2011 h |

Santiago de Quiroga

No hubo necesidad de levantarse y juntarse, ya que cabían todos los consejeros de sanidad sentados. La foto de familia del CISNS volvió a ser la del boicot, en este caso a Leire Pajín, por parte del PP. “Improcedente”, “inoportuna” e “inoperante”, fueron algunos de los calificativos a una reunión carente de contenido, o del contenido que querían los consejeros de las comunidades gobernadas por los populares.

En el orden del día deberían figurar los recortes catalanes, dicen desde el PP, y la sostenibilidad. La ministra solamente ha convocado un Interterritorial desde que fue nombrada en octubre pasado. No tiene mucho sentido que la urgencia de la reunión sea que hay gobiernos interinos de distinto signo político, o lo tiene, pero en un sentido partidista. Si se trata de revisar temas de interés, como el relacionado con la muerte asistida, ¿no es oportuno que opinen los que tienen el mandato legítimo de los electores? Está bien pedir la opinión a consejeros, pero no a los que están recogiendo sus cosas del despacho. Su opinión ahora es poco relevante, ya que no tienen legitimidad popular, por haber hablado las urnas recientemente.

Si se trata de poner sobre la mesa los problemas de la sanidad que afectan a nuestra sociedad, se deben preparar mejor las reuniones del máximo órgano coordinador e improvisar menos.