La consultora AT Kearney presentó un informe con sus fórmulas para lograr que el sistema sanitario español logre ser sostenible
Entre las medidas, se plantearon el control de la demanda, la necesidad de un marco estable y la búsqueda de métodos de financiación
Arturo Díaz del Campo
Madrid
La vicepresidenta de la consultora AT Kearney y responsable del área de Pharma&Healthcare, María Eugenia Fanjul, avisó de las consecuencias que puede tener el crecimiento del déficit sanitario en nuestro país durante la presentación del informe, “La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud: ¿Ha dejado la sanidad de ser una prioridad social?”, elaborado por la consultora. Así, durante esta presentación, en la que se plantearon distintas alternativas para hacer más sostenible el sistema sanitario español, Fanjul alertó de que “el gasto sanitario no crece porque estamos despilfarrando el dinero”.
En este sentido, otro de los participantes en el encuentro, el ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales Manuel Pimentel, consideró que ha llegado el momento de “los nuevos consensos de Estado”. El objetivo, según él, sería mejorar la viabilidad de un sistema sanitario que se encontraría “en una crisis de incierto desenlace” si no se toman decisiones.
Estas actuaciones, tal y como recoge el informe de AT Kearney, podrían llegar de distintas maneras. Por un lado, las basadas en una mejora de la utilización de los recursos disponibles. Por otro, la búsqueda de nuevos métodos y vías de financiación que sirvan para reducir el déficit sanitario que tienen las comunidades autónomas. Con estas acciones, según Fanjul, el Sistema Nacional de Salud podría salir de la situación de “encrucijada” en la que se encuentra. “Hemos intentado ofrecer un abanico de líneas de acción que no son incompatibles”, explicó.
En el primer apartado de las propuestas de AT Kearney se encuentra la gestión de la demanda. “Es importante implicar al paciente para que se corresponsabilice con el servicio que se le está prestando”, afirmó Fanjul. Entre las posibilidades, se mencionó la posibilidad de establecer distintos tipos de copago. ¿El ejemplo a seguir? Los gastos compartidos en el sistema sanitario francés. Igualmente, la inversión en campañas de salud pública es otro de los puntos destacados en el informe para ayudar a controlar la demanda.
En segundo lugar, la consultora mencionó la necesidad de cambiar la concepción del sistema sanitario, que en la actualidad se orienta a tratamientos para patologías agudas. Y es que, el envejecimiento de la población y los nuevos medicamentos hacen que las enfermedades crónicas se conviertan en una característica cada vez más representativa en España.
Asimismo, el informe estima que en nuestro país sería necesaria una transformación del modelo retributivo del personal sanitario, y recomienda la flexibilización de los mecanismos de contratación y cese de personal, así como la introducción de remuneraciones variables. La utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y un marco estable que permita implementar todas las medidas anteriormente expuestas son las dos últimas directrices incluidas en el estudio de AT Kearney.
Todas estas propuestas fueron calificadas por el presidente de Analistas Financieros Internacionales, Emilio Ontiveros, como “recomendaciones importantes pero posibles”. Por otro lado, Ontiveros también reclamó una coordinación “más estrecha” entre las distintas comunidades autónomas a la hora de implementar acciones encaminadas a reducir el gasto y, por tanto, el déficit sanitario. Asimismo, aseguró que había que establecer una serie de prioridades para iniciar estas acciones según los efectos económicos que puedan tener en el Sistema Nacional de Salud, de ahí que recomendase dar mayor importancia a la búsqueda de nuevos métodos de financiación.
Nuevas vías de financiación
En esa misma línea, aunque destinadas a incrementar los ingresos del Sistema Nacional de Salud, otro de los capítulos del informe de AT Kearney expone varias soluciones económicas. Sobre este particular, Fanjul aseguró que han de buscarse alternativas de generación de ingresos de carácter privado. En este apartado, mencionó la recaudación de máquinas expendedoras o cafeterías en los hospitales.
Asimismo, reclamó un mayor número de ensayos clínicos en los centros sanitarios para aportar fondos al sistema. En el plano tributario, se tiene contemplado un incremento de los impuestos, aunque como matizó Fanjul, “es un tema muy complicado” y, por ello, AT Kearney no cree conveniente apostar por una “subida generalizada”. Eso sí, señaló que actuar sobre la economía sumergida sería clave por la gran cantidad de dinero que mueve esta actividad. Si bien una subida tributaria general parece inviable, se podrían buscar incrementos en impuestos específicos o en algunas tasas.
Sin embargo, a pesar de la enumeración de todas estas propuestas, varios de los asistentes a la presentación hicieron referencia a la necesidad de que la Sanidad se lleve “una mayor parte de la tarta”. Eso sí, Fanjul aseguró que todos los agentes entienden que es muy complicado incrementar la partida sanitaria en los presupuestos estatales, por lo que planteó la posibilidad de “priorizar la sanidad frente a otras partidas menos esenciales en el corto plazo”.
Del mismo modo, Pimentel también mencionó el plano presupuestario para la sanidad española. “Si el déficit no baja, bajará el presupuesto”, afirmó el ex ministro para argumentar que si el presupuesto es inferior, “bajará la calidad asistencial”. Por lo tanto, concluyó que “hay que hablar de dinero, y si no lo tenemos, hay que hablar de prioridad y de alternativas”. Eso sí, reconoció que, aunque había todavía campo para mejorar, “el sistema lleva ya años haciendo esfuerzos”.