La escasez de medicamentos o los desabastecimientos son un problema muy importante y creciente, no solo a nivel nacional, sino también global, tal y como se ha puesto de manifiesto en Infarma 2024, donde se han analizado las principales causas de las faltas de suministro que en los últimos tiempos condicionan el acceso a los medicamentos y cómo se pueden abordar desde la farmacia, la industria o la administración.

Luis Panadero Carlavilla, tesorero del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), ha señalado que los problemas de suministro generan “desconfianza” hacia los profesionales. “Hacia el médico que prescribe algo que no está en el mercado y hacia el farmacéutico, que no encuentra un medicamento que pide el paciente”, ha aclarado Panadero, quien ha apuntado a la formulación magistral, como una de las posibles soluciones desde la farmacia.

En este punto ha coincidido Emili Esteve Sala, director técnico de Farmaindustria, quien ha añadido que también se trata de un problema importante para el sector de la distribución y para la propia compañía farmacéutica, por una cuestión de “imagen de marca”.

A problemas, soluciones

Según Esteve, para encontrar solución al problema de la falta de suministro, se debe analizar desde tres vertientes muy claras. De este modo, ha dividido los problemas en tres (estructurales, administrativos y económicos), aportando posibles soluciones.

  • Problemas estructurales. “La producción del medicamento es un eslabón de una cadena que tiene suministradores que pueden fallar en un momento determinado, porque proceden de terceros países o los cálculos y previsiones de las compañías no se han realizado adecuadamente”, ha explicado el director técnico de Farmaindustria. También, ha añadido, existen otras causas impredecibles por circuitos de logística. “Estos problemas estructurales existen y continuarán existiendo, pero se deben minimizar”, ha indicado. Y para resolverlos, Esteve ha apuntado a los planes de prevención de la escasez.
  • Problemas administrativos. Son los “derivados de la situación de regulación del medicamento”. Y es que los fármacos son productos que requieren autorizaciones, por lo que “las compañías unilateralmente no pueden hacer prácticamente nada”, ha señalado Esteve. De este modo, en el caso de la industria, cualquier modificación de cualquier componente, requiere una autorización por parte de la administración, que “tiene que tomar sus garantías”. Así, en este caso, lo más importante es “tener una estimación de la demanda”, que, aunque no resolverá el problema de suministro, “favorece mucho a las compañías”, ha asegurado.
  • Problemas económicos. “Hay gran número de productos atrapados por el sistema de precios de referencia”, ha afirmado el experto de Farmaindustria. “Tienen un precio intervenido y no se puede modificar, por lo que estos productos son mucho más vulnerables por una razón económica”, ha expuesto. En este sentido, Esteve ha aclarado que “el SPR tiene presentaciones que la administración quiere proteger, porque son medicamentos esenciales que van a generar problemas de suministro y solo pueden congelar el precio, mientras que las presentaciones únicas que no están dentro del sistema, se ha podido revisar el precio al alza y les proteger de esa vulnerabilidad de cara al exterior”. “Eso hay que cambiarlo de forma urgente”, ha instado.

La visión de la AEMPS

Por su parte, Esther Cobo García, jefa de Área de Control de Medicamentos del Departamento de Inspección y Control de Medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha indicado que, actualmente, hay 897 problemas de suministro publicados en la página web de la AEMPS. Eso sí, esto “no quiere decir que sea un problema para el paciente”, ha aclarado.

Y es que la falta de suministro no quiere decir lo mismo que desabastecimiento. “Hablamos de desabastecimiento cuando no hay unidades, pero lo normal es que haya escasez de medicamentos, es decir, una situación en la que el suministro de un medicamento es inferior a la demanda y las necesidades estimadas de su consumo nacional”, ha explicado Cobo.

En este sentido, todos los 897 problemas detectados “tienen un medicamento alternativo y se pueden dispensar en las oficinas de farmacia para que el paciente pueda irse con el tratamiento a casa”.

Asimismo, Cobo ha mencionado la publicación del informe semestral de problemas de suministro de la AEMPS, del que se ha hecho eco El Global. “Es la primera vez desde 2020 en que el número de problemas de suministro baja”, ha asegurado. Sin embargo, ha apuntado a la prudencia porque “no sabemos qué pasará el próximo semestre”.

“Tenemos más de 15.000 medicamentos autorizados y comercializados en España, y de estos el 0,35 por ciento han supuesto un problema para el paciente. El resto (95, 65 por ciento) no tiene problema de suministro”, ha reseñado la experta de la AEMPS. “La mayoría de problemas de suministros son medicamentos que se pueden sustituir y no crean un problema en el tratamiento del paciente”, ha añadido.

En sus informes semestrales, la AEMPS analiza la duración de los problemas de suministro. Los últimos datos apuntan que “los más numerosos son los de menor impacto”. También clasifica los medicamentos por tipo de prescripción: los que más problemas acarrean son los de las oficinas de farmacia (973 el pasado semestre), seguidos de los de uso hospitalario (379). Y, además, analizan por grupo terapéutico (el sistema nervioso ha sido el más numeroso).

En este contexto, Cobo ha señalado que los problemas de suministro pueden dar lugar al incumplimiento de prescripciones, derivar en un uso inapropiado de medicamentos y, en el caso de los antibióticos, es un problema más grave aún. Por ello, se debe “gestionar y mitigar” de la mejor manera posible. Y, entre otras medidas, ha mencionado los planes de prevención de la industria, inspecciones focalizadas, planes de control de mercado o etiquetados multilingües.

También ha apuntado a la necesidad de informar adecuadamente para no generar alarma y ha abogado por la “coordinación transversal entre todos los agentes de la cadena de suministro, dispensación y autorización de los medicamentos”. Así, ha señalado que el laboratorio, por normativa, tiene que “notificar precozmente su problema de suministro” a la AEMPS. Pero también pueden ser notificados por CISMED, las comunidades autónomas, etc. y “siempre que llega notificación que no es del titular, tenemos que confirmarlo con este”, ha señalado Cobo.

Precisamente, a nivel europeo, se está revisando una nueva propuesta de normativa “encaminada a prevenir y mejorar la coordinación”. Se trata del Reglamento 2022/123 relativo al papel reforzado de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y gestión de crisis con respecto a los medicamentos y productos sanitarios.