Alberto Cornejo Barcelona | viernes, 22 de marzo de 2019 h |

En lo que fue definida por Emili Esteve, director técnico de la patronal Farmaindustria, como “la semana de la catarsis” en torno a los desabastecimientos de los medicamentos —por su salto a los medios de comunicación generalistas y, por ende, a la opinión pública—, una mesa de Infarma Barcelona 2019, celebrada en la jornada del 20 de marzo, juntó a industria, distribución y farmacia para analizar esta cuestión.

Primero de todo, y aún reconociendo la preocupación por la existencia de estas faltas, los representantes del sector apostaron por un llamamiento a la calma. “Los desabastecimientos, en lo que respecta a España, no son un problema sanitario, sino mediático”, indicó Esteve. “Hay que apostar por una comunicación tranquilizadora a la sociedad y decir que no es un problema sanitario grave”, añadió por su parte Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de la patronal de la industria del medicamento genérico (Aeseg).

Por parte del ámbito de la farmacia comunitaria, se apuesta por impulsar herramientas (como es el caso del Centro de Información del Suministro de Medicamentos) que permitan disponer de información a tiempo real. “Para informar a las autoridades, primero hay que tener datos”, expuso Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del CGCOF. En este sentido, el presidente de la patronal de la distribución farmacéutica (Fedifar), Eladio González, recordó que “el primer agente de la cadena que nota que existe un problema de abastecimiento es la distribución”. Por su parte, Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de COF, recuerda que esta situación provoca situaciones indeseables de “competencia” entre farmacias “para ver quien lo tiene y quién no”. Tampoco la distribución selectiva ayuda, a su juicio.

Respecto a las causas, para Rísquez “están claras, pero las soluciones son difíciles”. En esas causas se encontrarían la irrentabilidad por el desplome de algunos precios, escasez de materias primas, problemas logísticos en las plantas de producción, etc. “Habitualmente, se puede intuir con antelación cuando va a ver un problema de desabastecimiento y en España están bastante monitorizados”, defendió Esteve.