En el marco del 23º Congreso Nacional Farmacéutico, Farmamundi ha abierto las puertas de su sede central, ubicada en Paterna, con el objetivo de que los diferentes Colegios Oficiales de Farmacéuticos (COFs) de España conozcan su almacén de suministro de medicamentos, el primer almacén de distribución farmacéutica no lucrativa de España, y la labor humanitaria que realizan en la gestión de los envíos de medicamentos en emergencias.

A las instalaciones han acudido miembros de la Junta Directiva del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) junto a los presidentes de los COFs de Valencia, Sevilla, Cánceres, Cuenca, Las Palmas, Guadalajara, Tarragona, Murcia, Tenerife, Cantabria, A Coruña, Zamora y Ceuta.

Instalaciones del almacén de Farmamundi.

En palabras de Jesus Aguilar, presidente del CGCOF, «la labor de Farmamundi es imprescindible, es una expresión de vocación y entrega. ‘Farmacéutico’ y ‘mundi’ son dos binomios inseparables, sois unos aliados fundamentales de la responsabilidad social de la profesión».

La presidenta de Farmamundi, Sara Valverde, ha recalcado que han estado trabajando durante 30 años para hacer Farmamundi y, en su discurso, ha animado a los COFs de que sean partícipes de este proyecto. «Nosotros creemos, como farmacéuticos, que esto también es profesión farmacéutica», ha reiterado.

Donación de medicamentos de forma responsable

En 2001 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio unas directrices muy claras de cómo se tenían que hacer las donaciones de medicamentos, dado que si no se hacen extremando las precauciones puede tener unas consecuencias devastadoras sobre la salud de población que los recibe. «Nosotros las hemos integrado en nuestro sistema y gracias a eso, después de 30 años, hemos obtenido este almacén», ha asegurado Valverde.

«La distribución de medicamentos humanitaria tiene que tener las mismas calidades que tenemos nosotros»

Sara Valverde, presidenta de Farmamundi.

«Queremos hacer donación de medicamentos, pero de una manera farmacéutica, clara, con una trazabilidad total como lo hacemos en nuestras farmacias, con el mismo rigor», ha hecho hincapié la presidenta de Farmamundi. «La distribución de medicamentos humanitaria tiene que tener las mismas calidades que tenemos nosotros, porque sea una donación o porque sea a unos países que carecen de unos sistemas de calidad como los nuestros no tiene que tener menos calidad», ha añadido.

Luis Montero explicando la labor que desempeñan desde el almacén.

Luis Montero, director técnico farmacéutico del área logística humanitaria, y María Blázquez, responsable de garantía de calidad, han hecho un recorrido por los 700 metros cuadrados del almacén de la ONGD.

Montero, en el trascurso de la visita, ha afirmado que cuentan con un sistema informático ajustado para esta actividad en concreto. «Está todo automatizado muy bien trazado, ajustado a las temperaturas», ha incidido. Además, ha insistido en que «se pretende que el medicamento que se destina a ayudas humanitarias y emergencias sea de la misma calidad, seguridad y eficacia que el que consumimos aquí».

Con respecto al almacén aduanero, Montero ha recalcado que los formatos para el envío de medicamentos van en tres idiomas, deben ser compactos para ahorrar el máximo costo y, sobre todo, deben estar validados y certificados. «La precalificación se produce producto a producto y resulta caro y complejo», ha asegurado.

Kits de emergencia

A parte de medicamentos y productos sanitarios el almacén también suministra kits, sobre todo de emergencias. «Se hacen kits de higiene, sanitarios… hay uno que está estandarizado que es el kit sanitario interinstitucional de emergencias (IEHK) que tiene 7.000 referencias, que vienen a ser unas 70 u 80.000 dosis, con unos 5.000 productos sanitarios, este es el principal que hemos estado mandando a Ucrania», ha indicado Montero. También ha señalado que trabajan como centro de aprovisionamiento de confianza para la Unión Europea y luego trabajan en situaciones de emergencias, como catástrofes naturales, guerras…

Con respecto a los kits IEHK, la unidad básica contiene medicamentos esenciales y productos sanitarios para agentes de atención primaria de salud con formación limitada; por ello se incluyen directrices terapéuticas basadas en los síntomas (para que puedan utilizar los medicamentos como corresponde) y sólo se dispone de medicamentos que se administran por vía oral o tópica, ninguno es inyectable. Además hay una unidad de malaria con medicamentos antipalúdicos orales y pruebas de diagnóstico rápido.

Por su parte, el módulo complementario está diseñado para ser usado por médicos y otros profesionales sanitarios especializados con el objetivo de cubrir las necesidades de atención primaria y atención hospitalaria básica. Contiene medicamentos y dispositivos médicos, así como una unidad de malaria para el tratamiento de la malaria grave y una unidad de profilaxis post exposición.

Un kit IEHK sirve para atender a 10.000 personas durante tres meses

Joan Peris, director general de Farmamundi, ha señalado que un kit IEHK cuesta unos 30.000 euros, se compone de siete palés, tres de medicamentos y cuatro de material sanitario, y sirve para atender a 10.000 personas durante tres meses. «Luego se adaptan en función de la emergencia. Si a veces, por ejemplo, se necesita potabilizar agua, cuando han habido terremotos y el agua se ha quedado inservible…», ha hecho hincapié.

Por su parte, Valverde, ha añadido que la ventaja es tenerlo preparado todo para, en el momento preciso en el que se produce la emergencia, poder enviarlo con la mayor celeridad posible. «En el momento que se notifica la emergencia, en 24 o 48 horas está listo para salir desde Torrejón. Hemos atendido las principales emergencias que se han producido en el mundo», ha recalcado. Además, la presidenta de Farmamundi ha insistido que la principal ventaja de estos kits es que los sanitarios pueden atender la emergencia rápidamente porque saben lo que tienen estos kits y no tienen que estar haciendo pedidos. «Luego hay una segunda fase en la que los países sí que pueden alertar de necesidades concretas y es bajo pedido», ha añadido.

La conservación de fármacos, todo un reto

Con respecto a la conservación y distribución del medicamentos internacional, Farmamundi carece de flota propia de transporte para hacer todos estos envíos. No obstante, trabajan con operadores de transporte a los que validan y auditan en el departamento de calidad y logística. «Es complejo. Técnicamente la conservación es un problema porque se trabaja con compañías marítimas y aéreas y, en ocasiones, hay que recurrir a sistemas pasivos de control de temperatura con acumuladores de frío que llevan sustancias de cambio de fase para que, posteriormente, se pueda validar la caja», ha alegado Montero.

En esta línea, ha continuado hablando de unos dispositivos, a los que coloquialmente llaman «chivatos», que alertan de incidencias en la ruta que no se han declarado, que realizan informes de temperatura o que avisan de que la mercancía ha llegado a su destino. «Nos ha pasado que una ruta se para en mitad de África a hacer una escala que no estaba declarada y se quedan los medicamentos a temperatura ambiente, sin refrigerar, y continúan el viaje», ha lamentado el director técnico farmacéutico del área logística humanitaria.

En los últimos 30 años, Farmamundi ha facilitado atención sanitaria a 30 millones de personas en 70 países y ha suministrado más de 2.700 toneladas de medicamentos y material sanitario.


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