Los modelos retributivos en la dispensación de nuevos fármacos y servicios es un tema cada vez más candente y más presente en el ámbito farmacéutico. Por ello, es fundamental que estas estrategias de dispensación y retribución estén actualizadas a las necesidades que presenta el sector. Por ello, las oficinas de farmacia comunitaria están implantando cada vez más  servicios profesionales que hacen que su actividad vaya más allá de la dispensación farmacológica.

En esta línea se desarrolló la mesa ‘Modelos retributivos en la dispensación de nuevos fármacos y servicios’. Los expertos remarcaron la necesidad de integrar estos servicios en el sistema sanitario por el valor que suponen para los paciente.

La mesa estuvo moderada por Jordi Casas Sánchez, presidente del COF de Barcelona y presidente del Consell de Collegis farmacèutics de Catalunya, ha contado con la presencia de Monserrat Girones Saderra, Secretaria Collegis farmacèutics de Catalunya; Caridad Pontes García, gerente del medicamento del Servei Catalá de la Salut de la Generalitat de Catalunya; José Manuel Ventura Cerdá, director general de Farmacia y Productos sanitarios de la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana y David Pardo Polo, director general de Fedefarma.

Paciente en el centro de la atención

Caridad Pontes fue la encargada de inaugurar la mesa abordando los procesos que se han llevado a cabo en Cataluña para desarrollar e implementar estos servicios profesionales en las farmacias comunitarias, poniendo en valor el trabajo realizado los últimos años. Pontes ha destacado la oportunidad de aprovechar la proximidad que ofrece la capilaridad de la red de oficinas de farmacia comunitaria para ubicar al paciente en el centro de la atención.

Para ello, es fundamental la colaboración con las administraciones públicas para garantizar la equidad en el acceso. En este sentido, José Manuel Ventura ensalzo las ventajas que estos proyectos aportan a los pacientes. “Gracias a estos programas es posible adaptarse mejor a las necesidades de los pacientes, fomentando su autonomía”. Además, ha añadido que esta labor consigue una mejor percepción del paciente y se obtiene una mayor y mejor atención.

“Gracias a estos programas es posible adaptarse mejor a las necesidades de los pacientes, fomentando su autonomía”

José Manuel Ventura, director general de Farmacia y Productos sanitarios de la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana

No obstante, se señalaron algunas trabas que complican la implantación de estos servicios: la protección de los datos y la interconexión de los sistemas. Ponte ha asegurado que tanto la protección de datos así como los modelos de retribución “son complicados”, lo que hace necesario una correcta justificación de los beneficios que aporta a la ciudadanía, cada vez que se propone un nuevo servicio. Por su parte, Ventura ha apuntado que “la interlocución acaba siendo difícil cuando es necesario incorporar a otros profesionales más allá de los farmacéuticos”.

Sostenibilidad

Por otro lado, Monserrat Gironès puso en valor la trascendencia de la sostenibilidad en el sector farmacéutico. “El futuro de la oficina de farmacia pasa por ir más allá de la dispensación de fármacos y podemos aportar mucho al sistema sanitario, sobre todo en la prevención de enfermedades. Pero esta prestación de servicios tiene que ser remunerada y la farmacia tiene que ser sostenible”, ha aseverado Gironès.

El futuro de la oficina de farmacia pasa por ir más allá de la dispensación de fármacos

Monserrat Gironès, Secretaria Collegis farmacèutics de Catalunya

Asimismo, la Secretaria ha explicado las diferentes formas de retribución que existen, cada una con sus ventajas e inconvenientes. A este respecto Pardo ha subrayado la necesidad de encontrar una solución entre todos los actores del sistema para poder buscar un modelo que cubra los costes marginales sin colapsar los hospitales. “Es importante para eso buscar la confianza de la administración y que tengan la seguridad de trabajar con nosotros. Es la única forma de conseguir hacer sostenible el sistema y frenar otros modelos no tan sociales de otras empresas que quieren introducirse en la distribución de fármacos”.

Además ha añadido que la dispensación de fármacos hospitalarios en las farmacias comunitarias se desarrolló a raíz de la pandemia para evitar que los pacientes más vulnerables tuvieran que acudir a por su medicación a los hospitales. “En ese momento nos estábamos jugando la verdadera razón de la sanidad pública, al no exponer a las personas vulnerables. Así empezó este proyecto y desde entonces hemos hecho más de 88.000 entregas y dado servicio a más de 11.000 pacientes. Esto ha supuesto un gasto elevado que hemos asumido nosotros mismos, pero hemos de buscar una solución”.


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