C. R. Madrid | lunes, 18 de noviembre de 2019 h |

Hace años que la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta el enfoque One Health como la única solución viable para hacer frente a las resistencias antimicrobianas. En el arranque de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, lo cierto es que este enfoque presenta avances desiguales en todo el mundo. En el territorio europeo, el trabajo en planeas multisectoriales y sistemas de vigilancia ha sido significativo, pero este enfoque tiene mucho camino por recorrer, motivo por el que la OMS insiste: el One Health no es una opción, sino una necesidad.

Actualmente, todos los países de la región europea tienen o están desarrollando planes de acción nacional para las resistencias antimicrobianas que incluyen una amplia gama de medidas para ayudar a detener o al menos frenar esta amenaza. Al desarrollar sus planes de acción, se anima a los países a utilizar el enfoque One Health como un principio rector general, un enfoque que facilita la coordinación intersectorial en línea con los planes y políticas nacionales para, por ejemplo, reducir la prescripción y el consumo innecesarios de antibióticos tanto en el sector humano como en el veterinario; o evitar infecciones en ambos campos.

Según el informe de monitorización de los progresos globales en el tratamiento de la resistencia a los antimicrobianos, elaborado por la Región Europea de la OMS, el 32 por ciento de los países se sitúan en la categoría más alta, es decir, aquella en la que todas las actividades se implementan y funcionan a escala nacional, con planes supervisados y actualizados activamente. A nivel mundial, solo el 19 por ciento de los países se sitúan en esa categoría.

La importancia del abordaje conjunto

Desde el Programa de Resistencias de la Organización Mundial de la Salud en Europa, que trabaja para implementar el enfoque One Health dentro de sus 53 Estados miembro, la valoración es clara: “La Región Europea merece un aplauso: la mayoría de los países están haciendo grandes esfuerzos para planificar de manera efectiva y tomar medidas. Sin embargo, no todos los países tienen una política o plan de coordinación de One Health en funcionamiento”.

La Semana Mundial se presenta como la mejor oportunidad para celebrar los éxitos y reflexionar sobre lo que aún queda por hacer para combatir las resistencias. Cada año, 700.000 personas en todo el mundo mueren como resultado de la infección con bacterias resistentes a los medicamentos. La cifra es de 33.000 en la región europea. Y en España son 3.000 las muertes anuales, según cifras del Registro del Conjunto Mínimo Básico de Datos.

El enfoque One Health, explican desde la OMS, no significa que todos los sectores deban involucrarse en todos los aspectos del abordaje de las resistencias, sino que, juntos, deben asegurarse de que se están abordando todos los aspectos de las resistencias. Es decir, todos necesitan conocer su papel y asumir sus responsabilidades.