Elena Mantilla sitúa la inspección sanitaria al servicio de la sociedad

Su departamento alcanza hitos que se orientan a mejorar la vida de las personas.

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Elena Mantilla

Elena Mantilla es una persona inquieta, equilibrada y con las ideas claras. Mantilla posee una sólida formación en economía, empresas y auditoría, completada en la London School Of Economics, aspectos muy útiles útiles en la Dirección General de Inspección y Ordenación Sanitaria de la que es responsable. Y es que la ordenación e inspección sanitaria de una región como Madrid es una tarea con amplias competencias y facetas.

El encuentro organizado en el marco de las actividades de Mujeres de la Sanidad nos ha acercado más al perfil profesional y humano de la directora general, lo que no deja indiferente.

Asistentes al encuentro organizado en el marco de las actividades de Mujeres de la Sanidad, con el apoyo de la publicacion Marie Claire y Gaceta Médica.

Sin duda, Elena Mantilla completa sus capacidades con su formación como pianista, lo que la proporciona cierto enfoque matemático en su manera de actuar, de la que se siente orgullosa. Cada nota debe sonar como se espera, sin duda.

Elena Mantilla no es una política que ha venido para quedarse en un sillón y esperar; ella quiere avances para la sociedad, para los profesionales y para los pacientes.

Sus ganas y capacidad la han llevado a logros que han mejorado las vidas de los afectados. Porque de eso se trata: de mejorar lo que facilita la vida de las personas.

Toda la responsabilidad del ámbito de la farmacia, menos la facturación, recae en un departamentos con 353 funcionarios, 9 jefaturas de area y 4 subdirectoras.

De los 13 responsables (un total de 12 mujeres) dice que son el alma de todas las iniciativas y de la innovación de su departamento, porque se siente rodeada del «mejor de los equipos».

Elena Mantilla ha conseguido en apenas 2 años que la ordenación y la innovación dejen de ser conceptos con cierta incompatibilidad. Por el contrario, la ordenación y la innovación coinciden en su departamento de la Consejería de sanidad de la Comunidad de Madrid. Alaba a su equipo y no tiene reparos en afirmar que son el «corazón de la nueva Ley de Farmacia».

Un equipo que responde sólo a las ganas de hacer cosas, y no les exige que piensen igual que ella. Por eso le es fácil nutrirse de todas las personas que pueden aportar, al margen de sus ideas.

Una ordenación pionera

Porque cuando uno piensa en hacer las cosas flexibles y en facilitar al paciente su vida, entonces la ordenación debe revisarse.

La directora ha sido pionera en facilitar en plena pandemia los tratamientos a los enfermos crónicos flexibilizando los visados. Pionera en facilitar los test de antígenos para diagnóstico de COVID-19 a través de las farmacias en Madrid. Pionera en hacer comprender al ministro de inclusión y seguridad social, José Luis Escrivá, que hay que proporcionar un marco legal para las altas y las bajas laborales.

El ministro Escrivá acabó, tras las reticencias iniciales, remitiendo la carta aclaratoria que da cobertura legal a las bajas y altas de más de 5 días en el mismo acto, tal y como Mantilla le recomendaba. Lo cual Honra a Escrivá, sin duda.

Conciliación

La Directora General cree en la conciliación y la facilita en su departamento. Funcionarios de alto nivel con necesidad de conciliar encuentran en su departamento un lugar donde trabajar dedicando a la familia el tiempo que requieren las circunstancias personales.

Su proyecto estrella, el proyecto de Decreto de la Ley de Farmacia de la Comunidad de Madrid, se dirige en breve a la Asamblea de Madrid. Cualquiera que conozca la profesión farmacéutica sabe de la enorme diversidad de criterios entre farmacéuticos.

Las más de 1.000 alegaciones, respondidas una a una con el razonamiento preceptivo, demuestra que pocas regulaciones han sido más participativas. Por eso sorprende que en apenas 100 folios haya cabido un proyecto de Decreto con tanto contenido. Se entiende al leerlo y comprobar que la paja ha sido eliminada.

Elena Mantilla tiene más hitos que la animan a seguir con un entusiasmo contagioso. El Decreto de Autorización de centros de reproducción asistida es uno de ellos. Habla de lo que siente una mujer cuando toma la decisión de buscar ayuda médica para quedarse embarazada, y se compromete para que los centros estén dotados con todas las garantías y las técnicas pioneras que son necesarias. Un texto que los especialistas en ginecología han calificado de puntero. Otra vez el bienestar de la sociedad.

La publicidad y las promesas que conllevan los mensajes en el terreno de la salud son objeto también de su atención. El decreto de publicidad sanitaria también se lo marca la directora como objetivo de esta legislatura.

Sabemos que las personas que rompen esquemas anclados, cambian el ritmo y ofrecen alternativas originales y eficaces, saliendo de las zonas cómodas, son poco frecuentes.

Elena Mantilla es de este tipo de personas, que despiertan interés en la mayoría y también ciertos recelos. No es la única, sin duda, pero todas las Mantillas de la sanidad en España nos regalan sus ganas, su capacidad y sus resultados. Hacen honor al término anglosajón que tan bien define a los que trabajan en la administración como «civil servants».