Trabajar en un plan, mejorar la confianza y no perder de vista la sostenibilidad. Salvador Illa lanza una estrategia creíble que requerirá el esfuerzo de todo el sector.

El ministro Salvador Illa en su comparecencia, junto a la presidenta de la Comisión de Sanidad y Consumo, la Popular Rosa María Romero.

El Ministro Salvador Illa está dispuesto a coger el toro por los cuernos y abordar el acceso a los medicamentos innovadores. Siguiendo la línea que ha dejado entrever en estas semanas, ahora lo ha trasladado a la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.

La fórmula del ministro es contar con todos los agentes. No es retórica, ya que ese es el único camino. Siempre que a una compañía innovadora se le pide una solución creativa para que la innovación llegue, ha habido un acuerdo.

Lo hemos visto en hepatitis C, CAR-T, inmunoterapia, alguna enfermedad rara o tratamientos inmunomediados. Se trata de llegar a fórmulas que faciliten el acceso y tengan en cuenta la sostenibilidad.

Pero ahora falta aterrizarlo. En este aspecto, la DG de Cartera Básica y Farmacia que dirige Patricia Lacruz tiene herramientas para sentarse a concretar la estrategia lanzada.

Por eso, el plan de Salvador Illa ha señalado especialmente a la innovación oncológica en relación a su anuncio de una nueva política farmacéutica. La oncología es uno de los grandes retos sanitarios, puesto que acapara la mitad de la inversión mundial en investigación.

Escanear el horizonte

Pero una nueva política farmacéutica implica anticiparse, y eso ha anunciado el ministro en su comparecencia: quiere escanear el horizonte con nuevos tratamientos, planificando y evaluando lo que viene.

Para ello necesitará más personal y más recursos, y contar con las Sociedades Científicas, expertos e investigadores. Y éstos son los mismos que han situado a España en un lugar ahora privilegiado en el desarrollo de muchos ensayos clínicos (EC) clave en las nuevas terapias.

Un diálogo desde la confianza

Los EC son posibles porque las compañías consiguen atraer esas inversiones a España y contamos con personal cualificado en los hospitales y centros de investigación. Compañías promotoras, investigadores y autoridades sanitarias deben aproximarse en una relación de confianza y transparencia.

Se requiere el refuerzo de la confianza en las compañías, y eso se facilitará con la intención del ministro de promover la competencia, la transparencia, la información y la formación a los profesionales y a la ciudadanía.

Incorporación rápida de la innovación

Por esta razón, si el segundo objetivo es que los avances disruptivos se incorporen rápido, el ministro va a tener que engrasar, además de la confianza en el sector, los mecanismos para hacerlo posible.

Estos mecanismos están desde la propia negociación de precio y reembolso hasta la disponibilidad de la innovación en los propios hospitales.

Recientemente, se han planteado dudas por parte de algunas sociedades científicas en relación al acceso a medicamentos oncológicos y sus diagnósticos moleculares, o en EPOC moderada a grave, por citar algunos ejemplos.

Sin duda, es necesario establecer el beneficio clínico de la innovación, lo que aporta en términos medibles, de calidad de vida y de supervivencia. Pero es necesario reconocer la innovación cuando llegue.