La pandemia de la COVID-19 ha marcado de forma clara un antes y un después en lo que se refiere a salud mental. Los datos no son nada positivos, y es que, según el Observatorio del Suicidio en España, en los últimos meses se están registrando el mayor número de muertes a nivel nacional por suicidio en términos absolutos desde que hay registros. No obstante, el momento actual también atisba una oportunidad única para alcanzar consensos entre los actores que configuran el tablero de la salud mental para lograr ‘pactos’.

Así se puso de relieve durante la Jornada Depresión y Suicidio en España, organizada por Fundamed, que ha acogido la Sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados y que ha reunido a todos los agentes del sector. Apoyada y promovida por la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) , la cita ha contado con la colaboración de Janssen y con la presencia de todas las formaciones políticas.

Los portavoces de la Comisión de Sanidad del Congreso de PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox tomaron buena nota de las aportaciones realizadas por los profesionales sanitarios. Y es que, a diferencia de otras patologías, “no existe la percepción de que una enfermedad mental puede tener resultado de muerte, como sí se tiene con un cáncer, por ejemplo”, aseguró el presidente de la SEP, Celso Arango, durante su exposición. Esto, dijo, provoca retrasos en el diagnóstico y, por tanto, en el correcto tratamiento de estas patologías que, desgraciadamente, se traducen en más muertes. Por ello, todos los portavoces políticos insistieron en la necesidad de actuar de forma urgente, con la adopción de una estrategia nacional.

Rosa Romero, presidenta de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, marcó la ruta a seguir para avanzar en salud mental en nuestro país: “Hay que darle visibilidad y no se puede perder más tiempo porque está la vida en juego. Deberíamos actualizar la estrategia y dar una mayor dotación económica y de recursos humanos”. “Debe ser urgente que esté en la prioridad de la agenda política”, añadió. El Congreso ha marcado, por tanto, la hoja de ruta a seguir para avanzar en una problemática que cada día se vuelve más urgente. Hacerlo, y de forma inmediata, salvará millones de vidas.