El martes 12 de octubre los ministros de Salud de los Estados miembro de la Unión Europea (UE) mantenían una reunión informal en Eslovenia a la que también acudía Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria de la Unión.
El objetivo del encuentro era abordar temas como la disponibilidad y accesibilidad de medicamentos, la respuesta y preparación ante amenazas transfronterizas para la salud o las posibles fórmulas para lograr sistemas sanitarios más resilientes. La federación europea de asociaciones de la industria farmacéutica (Efpia, por sus siglas en inglés) se pronunciaba acerca de los temas abordados en este encuentro.

Resistencias antimicrobianas y acceso

Desde la Efpia acogen con satisfacción los temas incluidos en el proyecto de conclusiones presentado para fortalecer una Unión Europea de la Salud. Aquí, llaman a poner el foco en la mejora del acceso y las fórmulas para garantizar la disponibilidad de fármacos, en concreto, los antimicrobianos.

En cuanto a la lucha contra las resistencias antimicrobianas (RAM), desde el Consejo de la UE exponen necesidades como intensificar la concienciación sobre este problema para evitar que siga creciendo y hacer que nuevos antibióticos estén disponibles para paliar las resistencias adquiridas; este punto también se incluye en la Estrategia Farmacéutica Europea, pero se demanda la creación de un paquete integral de medidas en este sentido.

Desde la patronal europea coinciden en reforzar estas medidas, sin dejar de lado el impulso de mejores programas de concienciación, administración y vigilancia. Respecto a este tema, también apuntan a abordar los fallos en los mecanismos de financiación para los planes contra las resistencias antimicrobianas, e impulsar programas sostenidos en investigación y desarrollo en este campo tan importante.

Para elaborar este conjunto de medidas, la Efpia demanda que se cree un nuevo incentivo a nivel europeo en forma de extensiones transferibles de exclusividad (TEE, por sus siglas en inglés) y que abogue por el uso responsable de estos medicamentos desvinculando las recompensas financieras del volumen de prescripciones. Así, se opta por recompensar la innovación exitosa en materia de I+D en asuntos relacionados con el uso adecuado de antimicrobianos.

Disponibilidad y reposicionamiento

Por otra parte, la Efpia indica que ha estado trabajando conjuntamente con otros agentes implicados como asociaciones comerciales, grupos de pacientes y reguladores de toda Europa en el marco del Comité para el Acceso Seguro y Temprano a los Medicamentos (STAMP, por sus siglas en inglés), con el objetivo de mejorar la disponibilidad de medicamentos en todas aquellas áreas que se detecten carencias. Los datos preliminares de las conclusiones de este grupo podrían emitirse a finales de octubre, y se prevé que estén muy focalizadas en la dimensión política de este problema.

También en términos de acceso, uno de los temas abordado por los ministros europeos fue el reposicionamiento de fármacos para su uso en necesidades médicas no cubiertas y con el fin de mejorar la disponibilidad de fármacos en aquellos pacientes que los necesiten.

Sobre este tema, la directora general de la Efpia, Natalie Moll, apuntaba que “como se vio en el caso del mieloma múltiple, la reutilización de productos existentes con o sin patente también puede ser un medio eficaz para abordar las necesidades de salud pediátrica y huérfana, sin embargo, el consentimiento del titular de la autorización de comercialización para dicha reutilización es importante; para considerar el reposicionamiento como una forma viable de abordar las necesidades insatisfechas en enfermedades raras, tenemos que reconocer los méritos de los incentivos “.

Este reposicionamiento de fármacos, según las conclusiones del Consejo de la UE, también debería extenderse al campo de las resistencias antimicrobianas. Aquí, en consonancia con la Efpia, reconocen la importancia de los mecanismos de incentivos, teniendo en cuenta que existen ‘desafíos persistentes’ y una falta de interés comercial, que actúa como factor obstaculizador en este campo.

Objetivo: fortalecer la UE de la salud

A finales de septiembre, el Consejo de la Unión Europea publicaba el borrador del Proyecto de conclusiones del Consejo sobre el fortalecimiento de una Unión Europea de la Salud, tema de la reunión de los ministros de Salud de la UE. En este se ponía de manifiesto que la pandemia había subrayado la necesidad de una mayor coordinación entre los Estados miembro en la respuesta ante emergencias sanitarias para lograr una UE de la Salud más resiliente.

En este sentido, aludían a algunos de los logros alcanzados durante la pandemia como los avances en innovación científica o la adopción de herramientas como la telemedicina, superando los obstáculos existentes. En la otra cara de la moneda, exponían problemas detectados sobre los que actuar como las resistencias antimicrobianas o las barreras en la disponibilidad de fármacos. También, la necesidad de reforzar los sistemas para que en caso de crisis sanitaria, enfermedades de alto impacto como el cáncer no queden en un segundo plano. Por otra parte, se instaba a priorizar en la agenda medidas para que los métodos de prevención y tratamiento en salud lleguen a todos los territorios del mundo.


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