Lluís Soler-Gomis
es director de IDtrack
El término trazabilidad se ha puesto de moda en los últimos años en el sector farmacéutico, y esta circunstancia se debe en parte al avance de tecnologías que permiten rastrear los productos farmacéuticos desde su fabricación hasta el punto de venta. Las normativas legales, el aumento de la seguridad, la obtención de información o la minimización de costes, son algunos de los factores que más interesan a los fabricantes y distribuidores, y que estas tecnologías facilitan.
Hasta ahora no existían datos reales sobre el qué, el cómo, el cuándo y el porqué de la trazabilidad farmacéutica en España. Por ese motivo, desde IDtrack hemos llevado a cabo un estudio que solventa estas dudas. Un estudio que contó con el patrocinio de Integra2. Del estudio se desprende que la mayoría de las empresas lleva a cabo la trazabilidad de sus productos, y que ésta es una preocupación fundamental, aunque más del 60 por ciento de los encuestados señaló que no tiene almacenes automatizados y un 10 por ciento manifestó que basa su sistema de trazabilidad en el papel.
A la hora de hablar de tecnologías de identificación en esta área industrial, hay que diferenciar entre las más utilizadas, y las tecnologías que se consideran “favoritas”. La tecnología más utilizada es, con diferencia, el código de barras. Sin embargo, la tecnología mejor considerada dentro del sector es la RFID, excepto si hablamos de trazar la unidad de producto, donde el código de barras sigue llevando la delantera. Pero a pesar de que la RFID se considere la mejor tecnología para llevar a cabo la trazabilidad farmacéutica, su precio sigue siendo el principal obstáculo para su implementación masiva (en la actualidad solo el 3 por ciento de las empresas utiliza RFID para estas cuestiones).
Si los precios de la RFID se reducen, tanto el de los tags o etiquetas, como los de la inversión de acondicionamiento de las instalaciones, quizás presenciemos el despegue definitivo de esta tecnología, que cada día es más eficiente técnicamente, en el sector farmacéutico. Sólo el tiempo determinará qué tecnología vence la batalla de la trazabilidad y la logística.
