La pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba a la farmacia. Y la farmacia ha sabido responder. Durante el IX Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios (en formato virtual), en la ponencia «Accesibilidad al medicamento a pacientes vulnerables: modelos innovadores de prestación farmacéutica«, moderada por Milagros López de Ocáriz, presidenta del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, se puso el foco sobre estas personas más vulnerables. Además, se hizo un repaso sobre cómo ha actuado la farmacia durante la pandemia para acercar los medicamentos a los enfermos que no podían acudir a las oficinas de farmacia u hospitales.

«Durante el estado de alarma, cuando se permitían actuaciones que antes no –por la legislación que incumbe al mundo farmacéutico–, se vio de qué manera respondimos como organización e individualmente cada una de nuestras farmacias cuando se confió en nosotros», declaró Jordi de Dalmases Balañá, farmacéutico comunitario en Barcelona y vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).

Además, Ana Molinero Crespo, vicepresidenta de Sefac, destacó que la farmacia no solo atendió a pacientes vulnerables: «Toda la otra población que no ha sido atendida en los centros de salud, los farmacéuticos hemos estado dando la cara, atendiendo a los pacientes». Además, en el caso de Sefac, tenían Indica Pro, donde han «registrado los síntomas menores, que en algunos casos no eran tan menores y hemos tenido que derivar a los centros de salud o llamar a emergencias», según explicó Molinero.

Nuevos roles de la farmacia

La farmacia, así como los ciudadanos, ha tenido que adaptarse en tiempos de pandemia. «Ha sido una prueba para saber cómo nos organizamos en todo el territorio», indicó Dalmases. Así, en cada comunidad autónoma la farmacia ha realizado diferentes actuaciones pero con un objetivo común: la atención y el cuidado de los pacientes.

Cataluña

El vicepresidente del CGCOF puso en valor las actuaciones de la farmacia en su comunidad, Cataluña. «Hemos distribuido mascarillas; hemos llevado a domicilio el tratamiento a los pacientes vulnerables cuando no podían ir a la farmacia; hemos acercado 29.000 tratamientos a ciudadanos de distintas comunidades para no desplazarse a hospital; incluso se ha realizado un cribaje de síntomas con derivación directa a los centros de Atención Primaria».

Además, algo reseñable que ocurrió en esta CC.AA fue la prolongación de prescripciones. Según Dalmases, se prolongaron un total de 75.000 prescripciones. «Lo único que estaba vetado fueron los estupefacientes. No tengo noticia de ninguna mala praxis en ninguna de esas prescripciones», aseguró.

Cantabria

En Cantabria, el 24 de marzo comenzaron a entregar medicamentos hospitalarios de dispensación ambulatoria. Rita de la Plaza, presidenta del COF de Cantabria, señaló que se lo ofrecieron a los hospitales públicos y privados. En total, hasta que se cortó la dispensación el 29 de mayo, «2.718 pacientes recibieron su medicación hospitalaria a través de la farmacia comunitaria«.

En un principio, explicó la presidenta del COF cántabro, esto iba a ser solo para pacientes vulnerables con tres patologías: pacientes con enfermedades respiratorias, pacientes inmunodeprimidos y pacientes con la movilidad comprometida. Sin embargo, se amplió a pacientes oncológicos. «Esto ha sido muy importante porque ha sido un modelo de colaboración mixta entre farmacéuticos, entre farmacia hospitalaria y comunitaria», señaló Rita de la Plaza.

Además, durante la COVID-19 se llevó a cabo la entrega y dispensación de medicamentos y productos sanitarios en el domicilio del paciente, aunque en Cantabria se hace desde 2017. La diferencia con otras comunidades, según resaltó Rita de la Plaza, es que en Cantabria establecieron un protocolo con la dirección general de Ordenación, Farmacia e Inspección. A través de este protocolo, el paciente firma una autorización por la que quiere que el farmacéutico le dispense la medicación en su casa.

También se puso en marcha un sistema simplificado de receta electrónica privada, que permite prescribir y dispensar durante el estado de alarma a los pacientes de Muface privado. «En Cantabria ya se dispensaba Muface público desde julio de 2019 y, ahora, a través del Consejo General, hemos hecho posible este sistema de receta electrónica privada», explicó la presidenta del COF de Cantabria.

A Coruña

Héctor Castro Bernadino, presidente del COF de A Coruña, argumentó que al hablar de acceso de medicamentos a pacientes vulnerables, el primer problema es «buscar la definición concreta de paciente vulnerable porque entran aspectos económicos o sociales».

Lo que sí está claro, a su juicio, es que el farmacéutico es imprescindible para superar ciertos retos, «no solo la adherencia, conciliación y cronicidad sino también la atención domiciliaria», afirmó. Respecto a esto, Castro recordó que en 2018 la Conselleria comenzó a trabajar en una nueva Ley de ordenación farmacéutica «que salió el año pasado y en la que ya recogemos supuestos especiales de entrega de medicamentos y productos sanitarios y atención farmacéutica domiciliaria».

Sin embargo, una vez irrumpe el estado de alarma, se multiplica el número de pacientes susceptible de recibir dicha atención farmacéutica. «Se amplía a las personas que vivan solas y sean susceptibles de sufrir complicaciones derivadas del SARS-CoV-2, mayores de 60 años, personas con patologías como hipertensión arterial o diabetes, etc.», enumeró el presidente del COF de A Coruña. Y en el caso de los crónicos, muchos no querían –o no podían– acudir a los centros de salud, por lo que solo les quedaban los farmacéuticos.

Castro hizo hincapié en que la farmacia siempre ha sabido adaptarse a las nuevas situaciones y a los nuevos retos. «Con esa flexibilidad que nos caracteriza, pudimos establecer protocolos de actuación», indicó.

El camino a seguir de la farmacia

Muchos de los nuevos servicios que ha ofrecido la farmacia durante la pandemia, han llegado para quedarse. Por ejemplo, la receta electrónica, que no va a volver atrás, según señaló Ana Molinero. O la dispensación medicamentos hospitalarios a través de la farmacia comunitaria: «Habrá que hacerlo, tendremos que entendernos».

Eso sí, Molinero indicó que será necesario trabajar con la Administración para «dar cobertura legal a todo lo que se haga en este momento». Héctor Castro coincidió en tener un marco legal y aseguró que la farmacia comunitaria tiene mucho más que aportar al servicio comunitario, «pero tienen que dejar demostrarlo».

Además, Jordi de Dalmases añadió que los farmacéuticos deben nutrirse de estrategia y ver las oportunidades que se presentan. Pero sobre, todo, resaltó que el camino a seguir es trabajar unidos y «construir una red de comunicaciones entre farmacias, crear la posibilidad de estar todas las farmacias de España conectadas».


TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…