La fijación del precio de financiación de medicamentos en España corre a cargo del Estado, concretamente de la Comisión Interministerial de Precios de Medicamentos (CIPM). En esta decisión se valora la utilidad terapéutica del fármaco, la innovación llevada a cabo en su desarrollo y el impacto presupuestario, de forma que se financian los medicamentos que ofrecen aportaciones significativas.

Sin embargo, la evolución del modelo de financiación en España desde los años 90 ha seguido unas líneas de evolución dispar para los expertos consultados por El Global. Para Eduardo López Briz, jefe de sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, y miembro del Grupo Coordinador Génesis de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, España ha pasado de un modelo “en el que todo vale”, a un sistema de financiación selectiva que valora las opciones más seguras, más eficaces y más eficientes en la actualidad.

Esta idea es compartida por Jorge Mestre, consultor en economía de salud y miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES) quien considera que España ha avanzado, pero que “aún queda camino por recorrer”.

Para Mestre el momento actual es clave, ya que “las decisiones que tomemos en los próximos 6-12 meses, pueden determinar nuestro sistema en los próximos 5-10 años”, señala el también profesor de la Universidad Carlos III. En este sentido, el experto apunta que estas decisiones deben tomarse “con consenso, evaluación y análisis”.

“Necesitamos un ‘menú’ de posibles mecanismos de control de precios donde, según las características del producto, se obtengan más incentivos. No hay un modelo mágico que sirva para todos los medicamentos”

Jorge Mestre, consultor en economía de salud y miembro de la Asociación de Economía de la Salud (AES) y profesor de la U.Carlos III

Por otro lado, el catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona y también miembro de la AES, Guillem López Casasnovas, indica que la evolución del modelo de financiación en España ha seguido “un modo desordenado, sin pautas regulatorias claras”. Casasnovas considera que los fármacos oncológicos se mantienen en la parte avanzada de “la carrera de la financiación”, mientras que el tratamiento de la hepatitis “fue la gran disrupción de las inercias del sistema”.

“El mejor sistema será aquel que se base en cribar la innovación, fije sistemáticamente la evaluación y separe en partes lo que de otro modo contamina el todo (con excepciones en el sistema en búsqueda de trajes a medida”

Guillem López Casasnovas, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona y miembro de la AES

Favorecer la innovación

Para poder mejorar la financiación de terapias innovadoras, Casasnovas propone contar con más competencia en las pruebas requeridas para identificar un medicamento innovador, y así poder justificar un precio más elevado. En esta línea coincide López Briz, quien asegura que es fundamental reconsiderar un medicamento cuando aumenta la supervivencia de los pacientes o cuando este repercute en que los pacientes puedan tener mayor calidad de vida.

En España, el Grupo de Coordinación de la Red de Evaluación de Medicamentos del Sistema Nacional de Salud (REvalMed), tiene como objetivo la consolidación de los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPTs) como instrumento de referencia para el posicionamiento y la evaluación económica del coste-efectividad de los medicamentos.

En este contexto, Mestre señala la importancia de incidir en la necesidad de establecer mayor transparencia en los procesos de financiación porque “durante décadas no se publicaba nada”. Esta situación genera un entorno de desconfianza, según el experto, que es importante fortalecer.

Aquí entra en juego la creación de una autoridad independiente que se encargue de “establecer el rigor científico de los procesos”, indica Mestre, en lo que se ha conocido popularmente como un HispaNICE.

Una idea que parece que no saldrá adelante, al menos a corto plazo, ya que el seno del Congreso de los Diputados rechazó a finales de noviembre de 2021 una Proposición No de Ley que seguía líneas similares y pretendía impulsar la instauración de una Autoridad Independiente de Evaluación de Prácticas y Políticas Sanitarias (AIEPSS).

Para Casasnovas, la creación de un HispaNICE permitiría “poner orden y poner tierra entre el decisor y el financiador”. El experto pone como ejemplo los primeros pasos desarrollados con AIREF así como las reticencias existentes al comienzo y defiende la creación de este organismo que cuente, además, con revisiones europeas. En este sentido, los próximos pasos en materia de política farmacéutica son claves: Casasnovas considera que estos deberían sustentarse en “reconocer la necesidad de una evaluación seria y rigurosa y crear el HispaNICE”.

Por su parte, López Briz señala que “más que crear actualmente el HispaNICE, es necesario mejorar la estructura de personal y de medios” en REvalMed. “Si no hubiera nada, sería el primero que lo defendería, pero el Ministerio de Sanidad ha hecho esfuerzos en este sentido”, indica.

“Se han hecho esfuerzos para mejorar el proceso de evaluación de medicamentos, por lo tanto, quizá vale más la pena unirnos, en lugar de separarnos, y apoyar toda la estructura que tenemos en fase de crecimiento”

Eduardo López Briz, jefe de sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia, y miembro del Grupo Coordinador Génesis de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria