La evidencia científica indica que el riesgo de adquirir una infección neumocócica grave es mayor, además de en edades tempranas, en personas mayores de 60 años y en población adulta con determinadas condiciones de riesgo, como las personas con procesos crónicos o enfermedades que alteran la capacidad de respuesta inmunológica.
Por eso, la Consejería de Sanidad y el Servicio Cántabro de Salud (SCS) administrará Prevnar 20, la vacuna antineumocócica conjugada 20-valente de Pfizer, a la población adulta de 60 o más años, así como a las personas con factores de riesgo.
Cantabria incorpora así Prevnar 20 contra la infección por neumococo (‘streptococcus pneumoniae’), que sustituye a la actualmente utilizada en la población adulta, la vacuna neumocócica polisacárida 23-valente. Esta nueva vacuna proporciona una protección más potente, así como una memoria inmunitaria más prolongada.
Las personas de 60 o más años que todavía no han sido vacunadas contra el neumococo, así como las personas entre 18 y 59 que presenten condiciones o factores de riesgo medio o alto, podrán citarse con su centro de salud a partir del 22 de mayo para recibir la pauta de una dosis única.
Amplia protección en una única dosis
La infección por ‘streptococcus pneumoniae’ produce un amplio rango de patologías, como neumonía, otitis media, mastoiditis, sinusitis y otras enfermedades comunes del tracto respiratorio superior. Además, puede producir complicaciones más graves que van desde la enfermedad neumocócica invasora (ENI), como neumonía bacteriémica, meningitis o sepsis que, aunque menos frecuentes, causan mayor morbimortalidad.
La vacuna que inoculará Cantabria incluye protección para 20 serotipos de neumococo, responsables del 70 por ciento de los casos de neumonía neumocócica hospitalizados en adultos.
A estos efectos, la vacuna está indicada en personas con enfermedad cardiovascular crónica, excluida la hipertensión arterial; enfermedad respiratoria crónica, incluyendo fibrosis quística, y asma que no precise tratamiento inmunosupresor; enfermedad neurológica crónica con dificultades en el manejo de secreciones; enfermedad hepática crónica y celiaca; diabetes mellitus; alcoholismo; personas fumadoras, aunque sea un cigarrillo diario; personas que hayan padecido COVID-19 grave, con hospitalización; personas institucionalizadas en residencias de mayores, independientemente de la edad y aquellas otras con antecedentes de enfermedad neumocócica invasiva.
Grupos de riesgo
También está prevista la vacunación de las personas adultas, independientemente de la edad, trasplantadas de órgano sólido (TOS) o de progenitores hematopoyéticos (TPH); con inmunodeficiencias congénitas o adquiridas: humorales (excluyendo déficit selectivo de IgA), celulares o combinadas, deficiencias del complemento y trastornos de la fagocitosis; cualquier neoplasia maligna, hematológica u órgano sólido; infección por VIH; insuficiencia renal crónica en estadios 4 y 5 de la National Kidney Foundation y síndrome nefrótico; personas con enfermedades crónicas susceptibles de recibir tratamiento inmunosupresor, incluidos aquellos con esteroides a dosis inmunosupresoras o con agentes biológicos, como enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedades reumatológicas, asma grave, hemoglobinuria paroxística nocturna, síndrome hemolítico urémico, miastenia gravis, etc.
También se consideran personas de riesgo, y por lo tanto susceptibles de vacunación, aquellas personas con asplenia anatómica o funcional (disfunción esplénica), incluidas la drepanocitosis y otras hemoglobinopatías graves; en tratamiento con Soliris (eculizumab), o derivados de acción prolongada; Síndrome de Down; fístula de líquido cefalorraquídeo; así como los portadores de implantes cocleares o susceptibles de recibirlo.