La historia de las vacunas está marcada por desafíos continuos, entre los cuales actualmente destacan la vacunación de adultos y el aumento de la cobertura vacunal. Estos retos son muy relevantes, ya que se calcula que, si se mejorara la cobertura de vacunación, podrían prevenirse hasta 1,5 millones de muertes en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una de las ventajas de la vacunación es la protección que confiere frente a enfermedades respiratorias causadas por el virus de la gripe, el neumococo, la tosferina, el SARS-CoV-2 y el virus respiratorio sincitial (VRS). Esta protección es esencial, sobre todo, en población vulnerable como pueden ser los niños pequeños, las personas mayores y los pacientes con enfermedades crónicas. Siguiendo esta premia, y en el marco de la Semana Mundial de la Inmunización, Pfizer y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) han organizado el VII Seminario para periodistas Pfizer-ANIS bajo el lema ‘La vacunación te acompaña en todas las etapas de la vida’.

En este sentido, Maite Hernández, directora de comunicación de Pfizer; y Graziella Almendral, presidenta de ANIS dieron comienzo al encuentro subrayando el objetivo del mismo: transmitir los mensajes y la importancia sobre la vacunación durante toda la vida. «Las vacunas no son útiles si no llegan a las personas. Uno de los problemas es que está aumento la desinformación en temas de salud y esto impacta directamente en el pensamiento de las personas y su opinión sobre la vacunación. En esto los periodistas tenemos una labor importante”, subrayó Almendral.

Vacunación de embarazas y niños pequeños

La vacunación es esencial, pero la vacunación de mujeres gestantes supone una doble inmunización clave. «En una embarazada su sistema inmune se deprime durante la gestación para albergar a su bebé, lo cual ya entraña riesgo. Al inmunizarla, además de protegerla a ella también se trasmite esta inmunización al bebé, que nace con estos anticuerpos adquiridos. Los bebés nacen con el sistema inmune inmaduro con lo cual, al realizar la inmunización antes de nacer, ya tenemos la batalla ganada contra algunas infecciones», señaló Carmen Pingarrón, jefa de servicio de Ginecología del Hospital Quirónsalud San José de Madrid.

En los últimos años el auge de las vacunas y de los anticuerpos monoclonales han tenido un gran impacto en el cerco a las infecciones respiratorias, aun así, «anualmente tenemos 33 millones de infecciones en niños, siendo uno de cada seis menor de seis años. Esto viene con una mortalidad asociada que no hay que menospreciar», destacó Pingarrón.

Asimismo, María Garcés Sánchez, pediatra en el Centro de Salud Nazaret en Valencia y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP), añadió que «en la actualidad es posible proteger tanto a la madre como al bebé contra la COVID-19, la tosferina, que prácticamente ha disminuido en el 80 por ciento de los lactantes gracias a la vacunación; la gripe, que además evita cuadros de aborto o parto prematuro, y el virus respiratorio sincitial (VRS)».

Además, la pediatra quiso incidir en que la gripe también afecta a los niños y estos son los principales trasmisores del virus al resto de la población. «Más del 40 por ciento de los casos de gripe se producen en niños, lo que aumenta significativamente su nivel de ingresos hospitalarios. En este caso es indispensable vacunar a la madre porque hasta los seis meses no se puede vacunar a un bebé contra la gripe, ya que no tendrá capacidad de generar anticuerpos en su sistema inmune inmaduro».

Durante la vida adulta

En su intervención Isabel Jimeno, médico de familia, responsable del Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y miembro del grupo de NeumoExpertos, aprovechó para diferenciar a los distintos tipos de pacientes que hay en consulta: las personas aparentemente sanas, los pacientes crónicos y los pacientes inmunocomprometidos. Mientras que a las personas sanas hay que concienciarlas sobre prevención, a los grupos de crónicos e inmunocomprometidos hay que dedicarles una atención especial.

«En el caso de los pacientes crónicos, sobre todo en los mayores, el sistema inmune está envejecido (inmunosenescencia) y por ello es esencial protegerlos frente a enfermedades infecciosas, con el fin de ayudar a su sistema inmunitario a luchar contra una infección y hacer que su calidad de vida sea buena», explicó Jimeno, que también recalcó que «nuestro interés es que vivan el máximo posible, pero sobre todo lo mejor posible».

Por otra parte, Ángel Gil, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro de NeumoExpertos, subrayó que «la vacunación tiene que ser global y debe llegar a todos los países, incluidos los que están en vías de desarrollo, ya que aglutinan a más de mil millones de habitantes y las vacunas son las únicas herramientas que tenemos para frenar las infecciones». Asimismo, indicó que en España la prevención primaria y la secundaria son buenas, pero que, sin embargo, «no se ha llevado a cabo la incorporación de otros profesionales sanitarios que deberían incluirse en el sistema nacional de salud como fisioterapeutas o podólogos. Y tampoco se realiza bien la protección cuaternaria, donde están todos nuestros mayores de 80 años, pacientes pluripatológicos que necesitan una abordaje diferencial».


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