La Comisión Europea presentó el Plan Europeo contra el Cáncer (EBCP, por sus siglas en inglés) en 2021 con el objetivo de poner la innovación y nueva tecnología al servicio de los cuidados de cáncer, así como para su prevención y detección precoz. Este plan también ha impulsado el ‘Derecho al olvido’, una cuestión clave para muchas personas con cáncer que se ven desfavorecidas en la vida cotidiana. Otro hito fue la actualización de las Recomendaciones del Consejo sobre cribado, publicadas a finales de 2022. Por último, otro objetivo fundamental es reducir las desigualdades y garantizar que todas las personas de Europa tengan el mismo acceso a la prevención y la atención oncológica, independientemente de su lugar de residencia.

La Misión de la UE contra el Cáncer aspira a mejorar la vida de más de tres millones de personas hasta 2030, mediante la prevención, la curación y para que los afectados por el cáncer, incluidas sus familias, vivan más y mejor. La EFPIA analiza cuáles son los aspectos de mejora de cara a los próximos años. En primer lugar, la patronal de la industria farmacéutica europea estima que es necesario disponer de mejores datos. «Los sistemas sanitarios a menudo desconocen si los pacientes son tratados de acuerdo con las directrices y cómo lo son. La investigación sobre las tasas de tratamiento mencionada anteriormente pone de manifiesto que se trata de un problema real. Muchos sistemas sanitarios no controlan para qué tipo de cáncer se utiliza un tratamiento», sostiene la patronal.

Otra de las máximas identificadas por la patronal es la mejora en la medición. En este caso, considera el Registro de Desigualdades como «un paso acertado hacia la mejora de la atención oncológica mediante la recopilación de mejores datos». Sin embargo, insta a que sea más ambicioso en cuanto a los datos recogidos y que debe corresponderse con un Cuadro de Mando del Cáncer. «Más allá de registrar datos, tal integración puede informar la toma de decisiones basada en pruebas, diciéndonos dónde estamos, hacia dónde ir y dónde ajustarnos», reitera la EFPIA.

En última instancia, sostienen que la implementación de planes bien elaborados marcará la diferencia para los pacientes. «Es por eso que es necesario implementar un proceso para convertir la observación y la medición en acción. Ya existen procesos como el Semestre Europeo, que podrían servir de ejemplo y también incluir temas de salud en el futuro», alegan. «En resumen: mejores datos, mejores mediciones y una mejor implementación ayudarán a alcanzar los objetivos de la Misión de la UE sobre el Cáncer y beneficiarán a los pacientes», añaden. 

Avances en genómica, pruebas y tratamientos tempranos

Paralelamente a la política oncológica, la atención al cáncer también ha evolucionado gracias a los avances en genómica, pruebas y tratamientos tempranos. Se estima que más del 55 por ciento de personas con cáncer de pulmón en estadio uno sobrevivirán a su cáncer durante cinco años o más tras el diagnóstico. No obstante, esta tasa desciende al cinco por ciento si se les diagnostica un cáncer de pulmón en estadio avanzado.

Las tasas de detección varían mucho en Europa, al igual que la disponibilidad de tratamientos. Según datos aportados por la EFPIA, en Dinamarca, ocho de cada 10 mujeres entre 50 y 69 años se harán una mamografía en 2021. En Hungría, sólo tres mujeres. Incluso cuando hay tratamientos disponibles, no todos los pacientes tienen acceso a ellos. En el caso del cáncer de pulmón, menos de uno de cada dos pacientes diagnosticados con este tipo de cáncer en Finlandia, Polonia o Rumanía tienen acceso al tratamiento según las directrices, aunque los tratamientos son reembolsados. En Bélgica, Noruega y Portugal, por ejemplo, es casi ocho de cada 10. 


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