| domingo, 19 de abril de 2009 h |

Pregunta. ¿Qué aportará el lanzamiento de Roflumilast?

Respuesta. Va a ser el producto que, de nuevo, nos va a permitir una posición más sólida y recuperar liderazgo. Es un producto para la EPOC, y ahora mismo estamos compilando todo el dossier de registro para presentarlo a la EMEA, la FDA y la agencia japonesa. Es el primer producto de una nueva clase y la primera innovación real en diez años en EPOC.

P. Del resto de productos en el mercado ¿cuáles destacaría?

R. Todos están teniendo una evolución muy interesante, especialmente en el mercado español. Por destacar algunos, Tachosil como hemostático y sellante, y Preotact, que es una nueva hormona paratiroidea recombinante para el tratamiento de la osteoporosis. Creo que la compañía está sabiendo diversificar su portafolio, preparándose para el próximo lanzamiento: roflumilast (Daxas).

P. ¿Y en otras áreas?

R. Nycomed dispone en el área de respiratorio de otros productos como ciclesonida DCI, que tiene el mejor perfil como corticoide antiinflamatorio tanto por eficacia, como por seguridad. El tratamiento del dolor es otra de las áreas importantes. En la actualidad comercializamos Matrifen, un parche de fentanilo de última generación para dolor crónico moderado a severo.

Carlos Arganda

Madrid

Pregunta. ¿Cómo valora los resultados obtenidos por la compañía durante el año pasado?

Respuesta. Hemos mantenido prácticamente la cifra de negocio de 2007, y creo que la compañía en general está muy satisfecha con esos resultados. En 2008 ese resultado se consigue a pesar de que ya finalizamos 2007 con problemas en la protección de patente de nuestro pantoprazol en Estados Unidos, donde la compañía lo comercializa a través del socio local Wyeth y nos ha afectado, por tanto, secundariamente por los royalties que recibimos. El que la compañía haya sido capaz de compensar esa menor venta en Estados Unidos con venta por encima de lo esperado, principalmente en Europa, ha contribuido a que el beneficio consolidado antes de impuestos haya sido sustancialmente superior.

P. Hace unas semanas se anunció que la compañía podría estar en venta. ¿Es cierto?

R. El comentario surgió por un artículo publicado en The Wall Street Journal. Nosotros pertenecemos fundamentalmente a cuatro fondos de inversión. Los mayoritarios son Nordic Capital y Credit Suisse. En la mente de los propietarios de la compañía siempre ha estado la idea de lanzar una OPV (oferta pública de venta) cuando fuera el momento más idóneo, tanto por el valor de la compañía como por la situación del mercado. Pero todo indica que la situación económica en este momento no es propicia para ese tipo de operaciones. Por otro lado, Nycomed es una compañía tremendamente atractiva por su eficiencia.

P. ¿En qué se diferencia el proceso de I+D de medicamentos de Nycomed del de otras compañías?

R. El cambio en el modelo de I+D que estamos desarrollando va más orientado a intentar no ser tan dependientes de las moléculas de desarrollo propio sino de acuerdos con terceros en los que tú empiezas el codesarrollo del fármaco en fases tempranas o más cercanas a la clínica, cuando éstos ya tienen unas mejores expectativas sobre su posible comercialización.

P. Se gana en eficiencia y en tiempo de desarrollo, ¿no?

R. Exacto, se busca precisamente todo eso. Se es mucho más estricto en las primeras fases. El fármaco que supere esos primeros y exigentes requerimientos se supone que está en condiciones de mucha mayor fuerza para proseguir con éxito el desarrollo clínico.

P. Hace cuatro años que se fundó la compañía en España. ¿Cuál ha sido su evolución?

R. En 2005 era una compañía que sólo generaba pérdidas porque todo era inversión y no comercializábamos nada. En 2006 se reducen sustancialmente las pérdidas gracias a la comercialización del primer producto: Tachosil. Y en 2007 nos unimos con Altana, generando una compañía mucho más grande y superando en los 160 millones de euros, que nos permite posicionarnos entre las 22 primeras compañías del mercado farmacéutico en España. Ahora estamos en un momento en el que sufrimos la erosión de los precios de referencia con nuestro producto estrella, pero somos capaces de crecer con los nuevos para compensar en buena medida este efecto.

P. ¿Qué supuso para Nycomed la fusión con Altana?

R. Supuso un ejercicio de humildad muy grande. En el caso español, en concreto, Altana era prácticamente diez veces más grande que Nycomed, y nos ha supuesto la enorme oportunidad de configurar una compañía muy moderna a través de la integración de dos organizaciones muy diferentes. Por un lado, la visión de gran compañía, una orientación a mercados de atención primaria y un liderazgo indiscutible en el área de digestivo, gracias a pantoprazol, el legado proveniente de Altana. Por otro lado, una visión muy pragmática orientada más al mercado de especialistas y hospitalario, que era la aportación de Nycomed.

P. Ahora miremos al futuro. ¿Cómo observa usted el del mercado español?

R. Considero que España es un país de oportunidades y lo va a seguir siendo. Lo único es que tenemos que ser capaces de entender la clave de esas oportunidades y prepararnos para ellas. El diálogo y las condiciones que ha ofrecido Farmaindustria al Gobierno son una mano tendida con una apuesta clara por las inversiones comprometidas en los tres próximos años, por el empleo de calidad y por las exportaciones desde España. Yo creo que son tres pilares fundamentales para que el Gobierno lo adopte y se establezca un marco de colaboración absolutamente necesario en un sector de largo plazo como el nuestro.

P. ¿Hay algún riesgo?

R. Las medidas cortoplacistas y meramente coyunturales que a veces, en circunstancias como las actuales, son tentadoras, no ayudan en ese horizonte de entendimiento y de apuesta por España de un sector que genera valor añadido con empleo de alta cualificación.

P. ¿Cómo ha valorado Nycomed a nivel corporativo la propuesta?

R. Se ha valorado favorablemente. Y no sólo lo que ha hecho Farmaindustria sino también una noticia muy reciente de que se van a mantener los beneficios fiscales de traer I+D a nuestro país.

P. ¿El tema de los precios y de los plazos de autorización puede ser un hándicap?

R. Ahí somos ahora mismo poco competitivos en comparación con los países más desarrollados de la UE. En nuestro país tenemos elementos muy favorables, muy positivos, pero sí que es verdad que sufrimos probablemente de falta de medios o de procesos en algunos aspectos todavía muy burocráticos. Esto no nos ayuda a convencer todo lo que nos gustaría a nuestras matrices para poder traer aún más proyectos aquí. Aunque considero que España se lleva una partida importante de los presupuestos globales en I+D+i en casi todas las compañías de cierta entidad.

P. ¿Podríamos traernos más?

R. Yo estoy convencida de que sí, pero también se tienen que dar las condiciones. En este sentido no somos pesimistas, sino todo lo contrario.

P. ¿Cómo valora la sentencia del TJE sobre la potestad que tienen los Estados acerca de las bajadas de precios de medicamentos y las bajadas que en nuestro país afectan a unos 70 medicamentos?

R. Aquí la bajada no ha sido lineal como en otros estados. Ha sido asimétrica, y está impactando a productos innovadores que llevan poco tiempo aprobados. Creo esta medida viene un poco descontextualizada, en el sentido de que no hemos tenido la oportunidad de entender muy bien qué es lo que se está buscando, cómo se está aplicando, qué criterios se están siguiendo, qué futuro nos espera con esta forma de entender los precios que se están aprobando en los productos nuevos tras la nueva Ley del Medicamento.

P. ¿Asignatura pendiente?

R. Sí, es una asignatura pendiente de todo el sector con la Administración que está realizando esa interpretación de la Ley del Medicamento. Está claro que todos tendremos que arrimar el hombro que hay que hacer un esfuerzo por ambos lados, pero todo tiene que tener una lógica y tiene que haber una transparencia y un diálogo que nos permita predecir el futuro de una forma más clara.

P. ¿Cómo estáis afrontando la crisis por la que atravesamos?

R. Considero que, con todo, vivimos en un sector con características propias que le permiten también en momentos de crisis, seguir abriendo nuevas oportunidades. Si las compañías tienen los deberes hechos, estarán magníficamente posicionadas para afrontar con mejores garantías de éxito un escenario como el que se nos presenta ahora. Toda la curva de aprendizaje que desarrollemos durante este periodo de recesión, va a ser fundamental para posicionar a las compañías más fuertemente de cara al futuro. Vamos a ver un proceso de selección natural: los que estén mejor preparados tendrán más probabilidades de sobrevivir.