| domingo, 26 de octubre de 2008 h |

Contener los costes y reconocer la innovación ha sido un objetivo del Ministerio de Sanidad en las últimas legislaturas. Si ha sido complicado para un único departamento, la bifurcación de estas competencias puede introducir, según Gabriel Elorriaga, problemas adicionales. “Puede haber un Ministerio de Sanidad ajeno a la investigación y más estrictamente preocupado a corto plazo por los costes de la prestación, y un Ministerio de Ciencia responsable de la buena marcha de la I+D biomédica, pero carente de cualquier competencia sobre el SNS”, señala.

¿Quién resolverá esta dificultad? Por sus características no será la comisión mixta del Instituto Carlos III. Tal vez pudiera ser la Comisión Interministerial de precios de los medicamentos, pero en su estructura actual no está presente Ciencia e Innovación. “¿Es que el nuevo Ministerio no tiene nada que decir sobre el modelo económico-industrial vinculado a la I+D?”, se pregunta el portavoz de Ciencia del PP, en relación al reconocimiento de la innovación vía precios de los fármacos.

A falta de conocerlo en mayor profundidad, tal vez éste sea un punto a tratar en el plan sectorial para la industria farmacéutica que preparan los ministerios de Ciencia, Sanidad e Industria. Pero la viabilidad de este plan, para el PP, también es dudosa. “Cuando para hacer algo que no has sabido hacer durante cuatro años, en lugar de facilitar las cosas las complicas, es difícil que ahora salgan mejor que antes”, apunta.

“Por otro lado —añade el portavoz de Innovación del Grupo Popular—, tal y como se está abordando la situación económica y la restricción presupuestaria, los márgenes que se han dado a Sanidad y a Ciencia son prácticamente ninguno”.